Diciembre 22, 2023
Redacción
El presidente de EEUU Joe Biden reconoció públicamente que Israel estaba perdiendo legitimidad internacional por lo que dijo eran sus “bombardeos indiscriminados”, aunque su administración proporciona armas a Israel discretamente como parte de compromisos de asistencia.
JERUSALÉN — La campaña militar de Israel en Gaza se ha convertido, según expertos, en una de las más mortíferas y destructivas de la historia. En poco más de dos meses, ha superado en destrucción a eventos como el arrasamiento de Alepo entre 2012 y 2016, el asedio a Mariúpol en Ucrania, y proporcionalmente al bombardeo aliado en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
La ofensiva ha dejado más muertos civiles que la coalición liderada por Estados Unidos en su campaña de tres años contra el Estado Islámico. Aunque las fuerzas armadas de Israel no han revelado detalles sobre las bombas utilizadas, expertos sugieren que la mayoría son de fabricación estadounidense, incluyendo proyectiles «antibúnker» de 900 kilogramos que han causado cientos de muertes en zonas densamente pobladas.
A pesar de llamados internacionales a un cese del fuego, Israel ha prometido continuar la campaña, argumentando la necesidad de destruir las capacidades militares de Hamás después de un ataque transfronterizo del grupo miliciano que desató el conflicto.
La destrucción en Gaza es alarmante, con más del 70% de las estructuras en el norte y una cuarta parte en el sur del territorio afectadas, incluyendo hogares, escuelas, hospitales, mezquitas y tiendas. Se estima que alrededor del 70% de los edificios escolares han sufrido daños, y al menos 56 escuelas han servido como refugio para civiles desplazados. Los ataques también han dañado 110 mezquitas y tres iglesias.
Desde una perspectiva histórica, la destrucción en Gaza supera la causada por los bombardeos aliados en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Según el historiador militar Robert Pape, Gaza representa una de las campañas más intensas de castigo civil en la historia.
Aunque Israel afirma tener como objetivos destruir a Hamás y liberar a rehenes, algunos expresan preocupación por la seguridad de los civiles y rehenes, argumentando que la intensidad de los bombardeos pone en riesgo la vida de inocentes. A pesar de los avances en la destrucción de instalaciones de Hamás, la efectividad de la estrategia israelí está en tela de juicio.