Del turismo y los viajes presidenciales

Vladimir de la Cruz
vladimirdelacruz@hotmail.com

Vladimir de la Cruz

¿Qué sentido tiene cambiar o mover fechas de celebración patria, con el pretexto de hacer fines de semana más largos, para aprovecharlos turísticamente?

Los turistas que vienen a Costa Rica no están enterados de esos fines de semana largos. Vienen porque así lo tienen planeado, independientemente si existen, para efectos nacionales, esos largos fines de semana.

Para los turistas extranjeros nada cambia ni nada los favorece, porque las tarifas se mueven de conformidad a lo que llaman las temporadas altas o bajas de ocupación turística. De la misma manera, si costarricenses viajan a cualquier país, a turistear, van sin tener noticia de si esos fines de semana ocurren en esos países. Van porque quieren ir, y porque tienen el dinero para irlo a gastar. Y, en ambas direcciones, los que vienen y los que van, generalmente, salen con todo el viaje debidamente planeado y reservado en los hoteles que se van a alojar. Por supuesto que siempre hay “mochileros”.

Los sectores sociales que pueden disfrutarlos más plenamente son todavía clases medias, medias medias, medias altas y altas. Estas últimas los pueden disfrutar cuando quieran. Las clases medias con cierto estrujamiento todavía pueden disfrutar de esos fines de semana largos. Pero, cada vez les va siendo más difícil.

Este fin de semana largo que terminó el pasado lunes, un amigo mío, que tiene medios económicos, quería llevar a sus pequeños hijos a un hotel de playa en Guanacaste, me contó que le era más barato ir a Cancún, en México, considerando transportes aéreos y los gastos, que llevarlos a Guanacaste, lo que para él resultaba absurdo pues le gustaba hacer turismo interno en Costa Rica, para conocer mejor el país, sus paisajes, sus bellezas naturales, y para motivar a su familia, y a sus hijos, en ese amor por lo nuestro. Y, sentía, que en ese sentido le era más barato llevar a sus niños y familiares al extranjero, lo que finalmente hizo.

Las promociones que circulaban, para ir a turistear, o pasar ese largo fin de semana en hoteles de playa, especialmente, o que se hacían circular en redes sociales, eran bastante elevadas para turistas nacionales, por persona, por noche.

¿Hay alguna buena estadística de la ocupación nacional de hoteles en estas ocasiones? ¿El peso de la ocupación descansa en los dos millones de turistas que llegan anualmente a Costa Rica? Sería bueno conocer estos datos.

Durante la pandemia, tuve ocasión de conversar con un empresario turístico y me manifestó que los hoteles estaban llenos, supuestamente en “temporada baja” por la pandemia, pero estaban cobrando como si fuera temporada “alta”; de manera que, un sector turístico en esos días hacía clavos de oro. Así es el turismo. Existe como fenómeno social, económico y cultural. La gente que se desplaza por razones laborales va a lo que va. Raras veces saca uno o dos días adicionales a sus compromisos laborales para conocer algo del país o ciudad que visita.

Lo acabamos de ver con el trabajo propio del presidente de la República, que aprovechando el viaje a la Cumbre Unión Europea-CELAC, en Bruselas, justificó un viaje oficial a Letonia, el país de su esposa, la Primera Dama, que me pareció no estaba incluida en la comitiva oficial que acompañó al presidente a esa reunión. Perfectamente pudo haber ido, la Primera Dama, incluida como parte de la comitiva oficial, acompañando al Presidente. Esto es válido en esos niveles políticos y protocolarios. Está claro que ese viaje a Letonia no era turístico. Era de trabajo oficial y familiar.

Si planeaba ir a Letonia, a una reunión supongamos justificada, que serviría también para ver a la familia de su esposa; ir a visitar a sus familiares políticos, sus padres políticos, los padres de su señora, es válido. Supongamos que el presidente en ese sentido es un buen hijo político. Lo digo por mí, porque yo quise mucho a mis suegros, ya fallecidos. Nos ayudaron muchísimo cuando lo necesitábamos.

Si su esposa, la primera dama, no lo acompañó oficialmente, en el supuesto que ella ya estaba en Letonia, porque ella no necesita pedir permiso ni comunicar salidas oficiales del país, a la Asamblea Legislativa, y quería ir a verla, o traérsela a su regreso con él, también era válido su viaje.

No se dijo, informativamente, si la primera dama estaba o no en Letonia, porque tampoco se dijo o se comunicó que su señora regresó con él. No critico el viaje a Letonia, si estaba justificado.

Lo desacertado del presidente fue decir que iba a Lituania y no a Letonia, lo que rápidamente aclaró; porque no se trataba, en el caso de ir a ver a la familia de su esposa, y a su esposa, si estaba en esos lares, porque no era lo mismo ir a ver una lituana que a una letona. ¿Un desliz lingüístico presidencial? A final, el presidente fue a Letonia.

A propósito de viajes presidenciales. No recuerdo que los presidentes entreguen informes de sus viajes oficiales a la Asamblea Legislativa, de las reuniones que tuvo, de lo que propuso y de lo que logró. De los viajes que ha realizado el Presidente Rodrigo Chaves no se ha informado que presente informes de resultados de esos viajes. Como alto ejecutivo que fue del Banco Mundial, y por la forma gerencial cómo está dirigiendo el Gabinete, y los funcionarios que dependen de su nombramiento, sabe que tienen que rendir cuentas e informes de lo que se les encomienda o se planea que hagan, con metas, objetivos, plazos etc. Por eso, sí creo que nos está debiendo esos informes, de sus viajes al exterior; los viajes oficiales, que hasta ahora son los únicos que ha hecho, y va a seguir realizando, porque se ve que le gusta viajar… que de seguir así le va a ganar a la vicepresidenta Campbell, y a una ministra, de gobiernos anteriores.

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