La verdad sobre los precios de la gasolina en Costa Rica

Café de las 7

Welmer Ramos González

Welmer Ramos

Una y otra vez se repite que los precios de los combustibles en Costa Rica son más altos que en el resto del mundo y que son de mejor calidad allá. Pero también es cierto que no se presentan cifras que lo demuestren de manera fehaciente; a veces una nota de prensa con poquísimo rigor demostrativo, cuenta una historia particular, en un momento y lugar, y de ahí se generaliza.

En este caso se presenta una comparación del precio de la gasolina super (95 octanos) en Costa Rica con una serie de países relevantes. La razón de escoger esta calidad de gasolina es por la disponibilidad de las cifras.

En el cuadro siguiente se puede apreciar una comparativa de los precios entre países. Somos más baratos que los países europeos y México, pero más caros que los países centroamericanos, al 12 de junio del año en curso.

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Para hacer un análisis de las causas que subyacen en las diferencias de precios, debemos citar, al menos, dos factores muy relevantes:

  • Los países no consumen la misma calidad de gasolina, a pesar de contener el mismo octanaje, pues existen diferencias en la reglamentación de salud y ambiente, principalmente que influyen en el precio.
  • Los impuestos que pesan sobre las gasolinas son muy distintos entre países.

En el precio nacional de los combustibles, el impuesto tiene una participación sumamente relevante. Al 20 de enero del 2023, el impuesto específico a la gasolina en Costa Rica, representaba un 37,3% del precio total al consumidor, aun así, el precio nacional (US$1,40 por litro) no difiere mayormente del promedio mundial (US$ 1,29 por litro), siendo más bajo el precio nacional que el de la mayoría de países desarrollados. En el cuadro siguiente se puede apreciar la composición del precio de los combustibles en Costa Rica.

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En ese cuadro, se observa que son las gasolinas, en sus diferentes variedades, las que más altos impuestos por litro soportan, como consecuencia de que se considera que quienes más intensivamente usan este combustible son los usuarios de mayores ingresos, a diferencia del diésel que se asocia con un uso más intensivo por parte de las actividades productivas y el transporte colectivo. El resto de los derivados del petróleo tienen impuesto específicos más bajos por consideraciones de progresividad y uso en actividades productivas.

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El monto absoluto del impuesto por litro en Costa Rica, supera con creces a los demás países de Centroamérica, que como veremos tiene una fundamentación de impacto distributivo y de destinos específicos relacionados.

Otro factor relevante que afecta las diferencias de precios de la gasolina entre naciones es la calidad permitida en cada una de ellas.

En lo referente a estándares de calidad internacionales el diésel y gasolinas (tanto regular como superior) comercializados en Costa Rica, deben cumplir con la norma EURO IV, sin embargo, el resto de los países de la región debido a sus diferencias de mercados, políticas ambientales y asuntos económicos propios, han establecido límites bastante inferiores. La Norma EURO IV, implica que los combustibles deben contener menos sustancias organometálicas nocivas para la salud y el ambiente tales como poliaromáticos, azufre, benceno y olefinas, que otras normas inferiores.

Si ben, las normas de calidad inferiores a EURO IV son sustancialmente más baratas para el bolsillo del consumidor, se tornan socialmente más caras, puesto que el país debe enfrentar la prevalencia de un mayor índice de enfermedades del tracto respiratorio y de otra índole, además del daño ambiental aparejado a la emisión de sustancias contaminantes.

El impuesto a los combustibles es junto con el impuesto de renta y el impuesto al valor agregado de los tributos que más aportan ingresos para el financiamiento de gasto público. El impuesto a los combustibles aportó ¢524.956,7 millones en el año 2022 y su recaudación representa un 1,2% del PIB, tal como puede verse en el Cuadro siguiente.

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El 33,6% de lo recaudado del impuesto a los combustibles tiene destinos específicos y financia los siguientes rubros: infraestructura vial a través de Consejo Nacional de Vialidad, el pago de servicios ambientales a través del FONAFIFO, el fomento de la agricultura orgánica por medio del MAG, programas para vigilar la eficiencia de la inversión pública de reconstrucción y conservación de la red vial a través de LANAMME y, recursos para la Cruz Roja Costarricense.

En resumen, los precios más altos de la gasolina en Costa Rica son consecuencia, en su mayor parte, a los mayores impuestos y al estándar de calidad que se exige en el territorio nacional. Sin estos, Costa Rica tendría los precios más bajos de Centroamérica donde supuestamente operan mercados en competencia.

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