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Carlos Revilla Maroto
¿Quién de los que ya pintamos algunas canas, no recuerda las mascaradas? En mi caso siendo niño le tenía pavor a la Giganta y al Diablo que lo perseguía a uno con el chilillo para volar fuete. Pero a pesar de lo anterior, siempre esperábamos que nos llevaran a verlas. Y por supuesto, escuchar la cimarrona también, que era parte del paquete, no importaba cuan desafinados sonaran los instrumentos. Aunque las cimarronas pueden tocar sin mascaradas, es poco común el contrario, unas mascaradas sin cimarrona. A veces a las mascaradas se les unen los payasos, lo que le da más colorido, que con el paso de los años han pasado también a ser parte de la tradición.Hace poco en el desfile de boyeros en San José, desfiló una mascarada, y recordé aquellos tiempos de niño, y me propuse escribir sobre esta tradición tan tica.
Bueno, en Costa Rica el 31 de octubre de todos los años se celebra el día las mascaradas. ¿Por qué se escogió esa fecha? El 31 de Octubre de 1996, el comité Cultural Aqueserrí organizó un pasacalles en Aserrí con el objetivo de darle un sentido más autóctono a la festividad importada de Halloween. Un año más tarde, motivado por esa iniciativa, el Gobierno firmó un decreto para instaurar el Día de la Mascarada Tradicional Costarricense; que entonces se celebra en esa fecha todos los años. La escogencia de esa fue una excelente idea, pues se mitigaba un poco el Halloween, haciéndolo un poco más autóctono.
Desde el establecimiento de esa fecha, todos los años se vienen realizando diferentes actividades y homenajes a defensores de las tradiciones costarricenses. Para mencionar algunos, en el 2003 en Cartago, el homenajeado fue el señor Oscar Guevara, gran entusiasta de esta celebración, que incluso fundó la mascarada del asilo de ancianos de su localidad. En Aserrí la dedicación recayó en el artesano Rafael Angel Corrales y al polvorista José Fabio Ortega, todas estas celebraciones son organizadas por el Ministerio de Cultura y Juventud.
Los payasos y las mascaradas, son una antigua costumbre muy arraigada dentro del pueblo costarricense. Es común ver durante las actividades de las fiestas patronales (en honor al santo patrono de cada pueblo), a una gran cantidad de chiquillos corriendo por las calles detrás de las figuras. Si hay cimarrona, vamos a ver las mascaradas bailando alegremente con la música de la banda.
El Diablo, la Muerte, la Segua, la Llorona, la Giganta, el Polizonte, la Chingoleta, el Padre sin Cabeza y demás personajes propios de la mascarada tradicional costarricense, son una parte importante de las costumbres más arraigadas, donde tanto la elaboración como el desfile de las mismas, permiten la expresión de tradiciones antiquísimas que se remontan a la colonia, y ponen de manifiesto el talento creativo de nuestros artesanos. En la actualidad, con los años, se han ido modernizado un poco y ahora también hay algunas figuras importadas como la de “La Máscara”, aquel famoso personaje interpretado por el comediante Jim Carrey o Cantinflas. Ni siquiera las figuras políticas se salvan, incluidos, por supuesto, los expresidentes de la República.
Las mascaradas más grandes son de fibra de vidrio y las pequeñas son de papel y barro. Si quieren conocer como se hacen, el MCJ hizo un vídeo muy interesante titulado “¿Cómo se elabora la mascarada tradicional costarricense?”
Veamos la descripción de algunos de los personajes de las mascaradas:
El Diablo: Representa al mal y a la tentación. El personaje del Diablo es reconocido por su máscara roja y cuernos, y suele llevar un látigo para asustar y hacer travesuras.
La Muerte: Personifica la vida y la muerte. Este personaje lleva una máscara blanca y negra, y se viste con una túnica negra. Su presencia en las mascaradas es un recordatorio de la fugacidad de la vida.
El Torito: Representa a un toro, con una máscara de toro y un traje que simula el cuerpo del animal. El Torito es conocido por sus movimientos enérgicos y juguetones, y suele participar en danzas y juegos tradicionales.
La Giganta: Es una figura femenina imponente, vestida con un traje elegante y una máscara que representa una mujer hermosa. La Giganta suele ser acompañada por un personaje llamado el Enano, creando un contraste visual interesante.
Estas son solo algunas de las figuras comunes en las mascaradas costarricenses, pero cada región y comunidad puede tener sus propios personajes y variaciones.
Me parece interesante también escribir un poco sobre las música de cimarrona, que con todo derecho se convirtió en un género musical tradicional de Costa Rica. Su ritmo es animado, enérgico y festivo. Se asocia principalmente con las fiestas tradicionales y celebraciones populares.
Ahora, propiamente sobre la cimarrona; es es una agrupación musical compuesta principalmente por instrumentos de viento, percusión y tambores. Los instrumentos que se utilizan en la música de cimarrona incluyen:
Tambores: son el corazón de la cimarrona y proporcionan el ritmo base. Se utilizan diferentes tamaños de tambores, como el tambor bajo (barriles grandes) y el tambor tenor (barriles más pequeños). Los tambores se tocan con palillos o baquetas para crear diferentes sonidos y patrones rítmicos.
Trompetas: son instrumentos de viento que añaden una melodía vibrante a la música de cimarrona. Se utilizan diferentes tipos de trompetas, como la trompeta de vara, que se toca como una trompeta convencional, y la trompeta de llaves, que se toca con un sistema similar a las llaves de una flauta.
Clarinetes: también son instrumentos de viento que aportan melodía a la música de cimarrona. El clarinete se toca soplando a través de una lengüeta y se utiliza para añadir variaciones melódicas y adornos a las canciones.
Chirimía: es un instrumento de viento de origen indígena que se utiliza en la música de cimarrona. Tiene un sonido agudo y distintivo, similar a una flauta o una ocarina, y se utiliza para tocar melodías principales y solos.
Dentro de las muchos vídeos para ver que hay en Youtube, escogí este del 2018 de la Mascarada Los Chapetones y la Cimarrona Los Colegas.
También elaboré una bonita galería de imágenes que he ido coleccionado a través del tiempo. Incluyo unas pocas de los parques de Barva, cuna de las mascaradas, y Esparza, donde en una visita que hice habían algunas mascaradas.
Con aportes del Sistema de Información Cultural de Costa Rica y otras fuentes menores.