Cambio Político Opinión, análisis y noticias
Bazar digital
Carlos Revilla Maroto
“Un lugar en ninguna parte” es una película dramática estadounidense dirigida por Sidney Lumet y escrita por Naomi Foner y protagonizada por River Phoenix, Judd Hirsch, Christine Lahti y Martha Plimpton. Fue producida por Lorimar Film Entertainment. Es la historia de una pareja contracultural que huye del FBI, y de cómo uno de sus hijos empieza a salir de este estilo de vida de fugitivo. Obtuvo dos nominaciones en la 61.ª edición de los Premios Óscar de 1988: al mejor guion original para Naomi Foner, y al mejor actor de reparto para River Phoenix, en realidad el protagonista, y que a los 18 años, se convirtió en el sexto nominado más joven en la categoría en la historia de los premios. Phoenix también fue nominado a la mejor interpretación de un actor de reparto en una película en los Globos de Oro; Lahti fue nominada a la mejor interpretación de una actriz en una película dramática. La película fue nominada al mejor director y a la mejor película dramática, y ganó un Globo de Oro al mejor guion. Plimpton fue nominada al Young Artist Award a la mejor actriz joven de cine.
El argumento tiene que ver con los padres Annie (Lahti) y Arthur Pope (Hirsh), que se ocultan del FBI por ser los responsables del atentado contra un laboratorio de napalm en 1971, durante el periodo de la guerra de Vietnam. El incidente cegó y paralizó accidentalmente a un conserje que no debía estar allí. Desde entonces están fuga y cuentan con una red clandestina de simpatizantes que les ayudan económicamente. En el momento del incidente, su hijo Danny (Phoenix) tenía dos años. Al comienzo de la película, Danny ya ha entrado en la adolescencia y la familia, ahora con su hijo menor Harry, se trasladan de nuevo y asumen nuevas identidades.
El extraordinario talento de Danny como pianista llama la atención de su profesor de música en la escuela. El profesor empieza a husmear en la vida personal de Danny, sobre todo preguntándose por qué no se pueden conseguir las calificaciones de su anterior colegio. Mientras presiona a Danny para que haga una audición para Julliard, la mejor universidad para músicos, bailarines y actores dotados. En el interín Danny se enamora de Lorna (Plimpton), la hija adolescente del profesor.
A medida que se intensifica la presión por tener su propia vida y realizar sus propios sueños, Danny revela a Lorna su secreto familiar. Mientras tanto, Annie se entera de la audición de Danny y empieza a aceptar el hecho de que debe dejar marchar a su hijo y encontrar su propio camino. Esto no le sienta nada bien a Arthur, incluso cuando Annie arriesga su seguridad para ponerse en contacto con su padre, del que está separada, y organizar un hogar y una vida para Danny en caso de que decidan dejarlo atrás.
Cuando Arthur oye por la radio que uno de sus colegas de la clandestinidad ha muerto de un disparo huyendo de las autoridades, se da cuenta de que es mejor que su hijo persiga sus sueños a que siga viviendo una vida peligrosa huyendo de crímenes de los que Danny no tiene ninguna responsabilidad. La familia deja atrás a Danny y se dirige hacia su próxima identidad en una nueva ciudad.
Hasta aquí el argumento de la película, que es bastante interesante. Pero, lo importante, por lo menos para mi, son los sentimiento que me generó el volverla a ver. Claro, hay una trama donde se combinan la parte política, donde los padres de Danny eran idealistas y de cierta forma revolucionarios, y por el otro lado una bella historia de amor entre Danny y Martha. Hay escenas memorables, pero también el otro gran protagonista de la película es la música. Es un deleite ver y escuchar a Danny tocar piezas como la Patética de Beethoven, que lo hizo cuando fue por primera vez a la clase de música en el colegio o la interpretación que hace de la pieza Fantasía en C minor K475 de Mozart para la audición de Julliard. Ambas son interpretaciones se escuchan con regocijo y algo de melancolía. No sé si habrá sido el propio Phoenix quen las tocó, pero por lo menos se nota que tomó clases de piano. El tema principal de la película es una preciosa pieza para piano escrita por Tony Mottola (si, el esposo de la cantante Thalia). Y por último, también está la canción de James Taylor “Fire and Rain”, perfecta para la película.
La película supuso la segunda vez que Phoenix y Plimpton interpretaban intereses románticos, tras haber coprotagonizado la película “La costa de los mosquitos” dos años antes. Definitivamente los dos actores tenían química, que se trasladó a la vida real con un romance de cuatro años; pero que desgraciadamente tuvo un final muy trágico con la temprana muerte de Phoenix. Después de su muerte Plimpton dijo “River Phoenix dejó una huella indeleble en mi alma y en mi vida. Estaré siempre agradecida por los años que compartimos… mi corazón nunca será el mismo”.
Parece que los personajes de Arthur y Annie Pope (padres de Danny) se inspiraron en los líderes de Weather Underground, Bill Ayers y Bernardine Dohrn. Y que el atentado contra la instalación de investigación de napalm, del que se habla en la película, se inspiró en el atentado de Sterling Hall de 1970.
La recepción de la película fue muy buena. El crítico de cine Roger Ebert concedió a la película cuatro de cuatro estrellas y la calificó como “una de las mejores películas del año”. En su crítica para The New York Times, Janet Maslin escribió: “El cortejo entre Danny y Lorna está escenificado de forma especialmente desarmante, con Phoenix y Plimpton transmitiendo una atracción dulce, seria y creíblemente gradual”. David Ansen, de la revista Newsweek, escribió: “Curiosa mezcla de culebrón e historia social, la película de Lumet no debería funcionar, y sin embargo su fusión de partes extrañamente emparejadas resulta emocionalmente abrumadora. Hay que ser muy duro para resistirse”.
Rotten Tomatoes le otorgó a la película un índice de aprobación del 81% basado en las reseñas de 31 críticos. Metacritic otorgó a la película una puntuación de 67 basada en 17 críticas, lo que indica “críticas generalmente favorables”.
El cineasta japonés Akira Kurosawa citó esta película como una de sus 100 películas favoritas.
De las escenas memorables, la que más me llegó es cuando la mamá de Danny se reune con su padre, interpretado por el actor Steven Hill, en un restaurantem donde le ella le pide que se que se haga cargo de su hijo para que pueda ir a Julliard. Es una de esas escenas que lo hacen a uno llorar, tremendamente emotiva. Tienen que verla.
La muerte de Phoenix, cuando apenas tenía 23 años de edad, en West Hollywood, ocurrió en la madrugada de Halloween de 1993, tras sufrir una sobredosis de cocaína y heroína (una mezcla conocida comúnmente como speedball) en The Viper Room, un club de Los Angeles.
Es una tragedia que su vida acabara sólo cinco años después de protagonizar la película. Phoenix se habría convertido fácilmente en uno de los grandes talentos de Hollywood. Me alegró que su hermano Joaquín también haya tenido una carrera de éxito (todos los recordamos en su memorable actuación como el Guasón).
Ahora viene la parte complicada: ver la película, que no está disponible en ningún servicio de streaming, y por seguridad no se debe intentar alguno de esos servicios piratas, donde, supuestamente, puede conseguirse para ver. En mi caso la única opción que encontré fue alquilarla en Apple TV por $ 3.99 (unos dos mil colones), pero créanme la película los vale y mucho más. Es de esas películas imperdibles que hay que ver porqué llenan el alma.
Los dejo con el vídeo del avance (trailer) oficial de la película.
Con la ayuda de la Wikipedia y otras fuentes menores.
