Creí que desde hace años

Suiza No.40

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com

Mauricio Castro

Recién terminado el Mundial tuve la oportunidad de ver un video (La Valija de Lionel) en que un periodista/escritor argentino, emigrado a España en el 2000, misma fecha en que lo hizo “Lio” comentaba emocionado –en realidad emocionadísimo—que Messi a pesar de haber vivido 22 años no se le había pegado ni siquiera un “vale”, ni un “tío” en su hablar y que seguía tomando yerba mate compartida y….

“Castrosalazar: o sea igualito a la esposa de Gabelo o a aquella Miss que luego de 3 meses decía “zielo”, “zine”, “vale vale”…”—se burló mi vocecita interna.

….y que hacía asados siguiendo la más pura tradición argentina. Además, el periodista seguía contando que Lio en sus 22 años de vivir por estos lares no ha dejado de ir a Rosario a pasar la Navidad, a pesar que el Barça organiza por tradición un juego en los últimos días del año y los primeros del próximo año, o sea que solo tenía un “hueco” como 5 días para ir, celebrar la Navidad y regresar.

“Castrosalazar o sea mae, ¿qué querés contar? ¿de lo argentinísimo que es Lio en su hablar o de las tradiciones? ¡qué pereza mae! Al grano pero ya”—me dijeron con impertinencia.

Lo cierto es que la historia dice entre muchas cosas muy llegadoras esto… «Era uno de los nuestros», señaló para distinguir que, en aquella Barcelona repleta de emigrantes estaban quienes «guardaban la valija bien lejos» y se adaptaban rápidamente a usos y dichos españoles, y quienes tenían la maleta junto a la puerta y mantenían costumbres como «el mate o el yeísmo».
“Castrosalazar: ¡al grano mae! ¡al grano!”—me dijeron con fuerza.

Okay, okay…

Recién pasadito el mundial, andaba haciendo unas compras de última hora para la Cena de Navidad….cuando escuchó alguna palabra en español mis orejas –como las de un caballo sabanero—se dirigen hacia donde se habla…

Esta vez eran tres personas jóvenes…dos hablaban con acento del sur…ecuatoriano de la sierra o de Bolivia y el otro permanecía callado…me acerqué y saludé…de inmediato me dijeron: “tico” yo moví la cabeza afirmativamente y me señalaron al que permanecía callado: él también—me dijeron.

Lo saludé, siempre me alegra encontrarme con ticos, le pregunté que donde era y me dijo que de “Sanrrramón” no con la “shrre” tica sino francesa —me sonó raro— y le pregunté que donde, del “centrrro” –me dijo, le dije que conocía gente de ahí y le pregunté el apellido por si era pariente de alguno de ellos y me dijo “Rrrojas” con una fuerte entonación francesa.

“Castrosalazar: puta mae, que agüevazón…al grano, ya de una…”—me pidieron ya con malacrianza.

“¿Y tenés mucho tiempo de vivir en Suiza?—le pregunté

“Trrress meses”—me dijo.

¡TRES MESES! Yo me había figurado que era uno de esos que se lo habían traído de güila pa´cá y que mantenía el español a güevo…que tenía años de vivir aquí.

Y me hizo recordar de otro costarricense que quiso ser Presidente, que estudió en Inglaterra y que un día se lo encontró otro tico, que si fue Presidente y que cuando hablaron, el que estudiaba le habló con un español todo trabado, de ese que hablan los gringos cuando hacen el esfuerzo para hablar español, y cuando le preguntó que cuánto tiempo llevaba, la respuesta fue “trshrres meses”.

“Castrosalazar: cuidado alguien te oye hablar y van a creer que tus erres arrastradas son por acento francés”—se burlaron de mí.

Revise también

William Méndez

La verdad incómoda

William Méndez Garita Pretendo llamar a la reflexión en estas cortas líneas sobre el uso …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *