El Concierto para violín de Tchaikovsky

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

En estos días de descanso, que normalmente uno acostumbra leer y escuchar buena música, además por supuesto, de las melosas películas navideñas, un poco por casualidad volví a escuchar el famoso “Concierto para violín” de Tchaikovsky, si, el mismo compositor que nos dio el “El Cascanueces“, muy de esta época y, el “Lago de los cisnes”, quizás de las obras de música clásica (ballet) más famosas y escuchadas, y por cierto, de las mejores. Pero, muy pocos conocen que compuso un concierto para violín; incluso para mi, en su momento, fue una gran novedad.

Escribirles sobre Tchaikovsky haría demasiado extenso el texto, así que en el anexo les copio una excelente biografía suya. Solo anotar que la vida de Tchaikovsky fue muy tormentosa en el plano personal, y de alguna forma triste. Lo anterior normalmente no se lee en las biografías, pero es importante conocerlo. Hay una película biográfica muy buena que les recomiendo ver “La pasión de vivir”, dirigida por Ken Russell, con Glenda Jackson y Richard Chamberlain en los papeles principales. También hay una película muy buena de la era soviética, pero difícil de conseguir titulada sencillamente “Tchaikovsky”.

El Concierto para violín en re Mayor, Op. 35, es una obra de la época romántica y, uno de los conciertos para violín más populares. También está considerado como uno de los más difíciles para ese instrumento, conocido como la bestia negra de los solistas, casi imposible de completar a la perfección incluso para los grandes talentos.

Tchaikovsky lo escribió en marzo de 1878 en Clarens, lugar vacacional de Suiza a las orillas del lago Lemán. Allí había ido para recuperarse de la depresión por su desastroso matrimonio con Antonina Miliukova, estado que le había llevado a un intento de suicidio, pero gozaba del patrocinio generoso de Nadezhda von Meck, una mujer adinerada quien nunca conoció a Tchaikovsky, pero cuyo apoyo generoso permitió al compositor vivir cómodamente de la composición durante muchos años.

El estreno estuvo a cargo de Adolf Brodsky en noviembre de 1881, en Viena, Austria bajo la dirección de Hans Richter, pero con poco ensayo y pobremente acompañado. Existe un arreglo para violín y piano del propio Tchaikovski de marzo de 1878.

Al inicio la reacción de la crítica fue mixta, y la obra ciertamente no fue recibida como la obra maestra que es considerada hoy. Por ejemplo para Ellie Anne Duque, musicóloga “el Concierto en re para violín y orquesta de Tchaikovsky deja dos impresiones imborrables: la del virtuosismo inherente a su factura y la de la belleza de sus melodías”.

Incluso hubo solistas que lo rechazaron por considerar que la técnica requerida para su ejecución constituía un atropello al instrumento y hubo críticos que cuestionaron la validez de todo su contenido. Estos últimos, acostumbrados al pensamiento musical, complejo en su estructura, de los conciertos de Beethoven y Brahms tuvieron dificultades en adaptarse al lenguaje directo de Tchaikovsky, inspirado en el gusto por el sonido brillante, las oleadas de emoción y cierto toque rústico en la forma.

El concierto lo escuche por primera vez viendo una película que curiosamente se titula “El Concierto”, una comedia dramática muy linda, que logra mantener su magia desde el principio hasta el final. Está fuera del radar de las grandes producciones, pero creo es una película de las que hay que ver. El final es precioso, con la protagonista interpretando el concierto para violín de Tchaikovsky. La cinta del 2009 es francesa, dirigida por Radu Mihăileanu y protagonizada por Alekséi Guskov, Mélanie Laurent y Miou-Miou. Ganó el César del 2010 por mejor música y por mejor sonido.​ No se las cuento para que la consigan y la vean, vale la pena.

El concierto lo interpretan tanto hombres como mujeres, pero en lo personal prefiero escucharlo o verlo por una mujer, que creo le pone más sentimiento a la ejecución. En youtube está el vídeo de la violinista Janine Jansen de los Países Bajos, ejecutando el Concierto con un Stradivarius Barrere de 1727 (el mejor violín del mundo) que usa frecuentemente, en préstamo de la Stradivari Society of Chicago, y con el que hace verdadera magia. Tengan en cuenta que para prestarle a alguien uno de los pocos Stradivarius existentes, hay que ser muy talentoso, y a Jansen se lo prestan. En el mundo hay solo unos 400 de estos violines, y su precio ronda los diez millones de dólares cada uno, siendo el más caro el conocido como Lady Blunt, que debe su nombre a Anne Blunt, nieta de lord Byron y propietaria de tan preciado objeto durante 30 años; su costo es de 16 millones de dólares.

El concierto del vídeo es de enero del 2015, con la orquesta de París dirigida por Paavo Järvi. Es un poco largo (35m 23s), pero es oro puro. Si se les hace mucho tiempo, escuchen solo el primer movimiento, que dura como diez minutos. Formalmente en este caso, es el Concierto de Violín en D mayor, Op. 35.

El concierto muestra a Tchaikovsky al desnudo, con todos sus sentimientos, angustias y enorme genio. Janine Jansen ha sido aclamada por la prensa especializada como una de las mejores violinistas actuales y, su interpretación del concierto de violín de Tchaikovsky como una de las mejores.

A todos mis lectores les deseo un feliz año 2023.

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Con la ayuda de la Wikipedia

Anexo

Piotr Ilich Tchaikovski
(1840 – 1893)

“La naturaleza me ha equipado con un talento musical del que no reniego y estoy orgulloso, porque también le trae calma y placer a las personas”

Tchaikovski nació el 7 de mayo de 1840 en Votkinsk, Rusia.

Fue el segundo hijo de Iliá Petróvich Tchaikovski, director de una fábrica minera, y de su mujer, Alexandra Andreyevna d’Assier, ambos aficionados a la música. En su casa se organizaban conciertos.

A los cinco años comenzó a tomar clases de piano con María Pálchikova, una maestra local, tres años después leía música igual que su maestra. En 1850 su padre fue nombrado director del Instituto Tecnológico de San Petersburgo, donde Chaikovski cursó estudios de derecho y también en el conservatorio de la ciudad. Asistió regularmente la ópera y el teatro junto a compañeros de clase.

En 1854 su madre falleció de cólera, y un mes después de la muerte hizo sus primeros ensayos de composición en su memoria con la obra, Un vals.

Graduado en la Escuela de Jurisprudencia el 25 de mayo de 1859, obtuvo el rango de asesor titular, y el 15 de junio ingresó en el Ministerio de Justicia.

Asistió a las clases de teoría musical que Nikolái Zaremba impartía en la Sociedad Musical Rusa. Un año después, siguiendo al maestro, entró en el nuevo Conservatorio de San Petersburgo, aunque no dejó su trabajo en el Ministerio. Tuvo como profesor al compositor y pianista ruso Anton Rubinstein (1828-1894) del que recibió clases de orquestación.

Cuando se graduó, se le propuso trabajar como profesor de armonía, composición e historia de la música en el Conservatorio de Moscú. Por tanto, en el año 1866 fue profesor de armonía en el conservatorio, donde conoció al dramaturgo Alexandr Nikoláievich Ostrovski, quien le escribió el libreto de su primera ópera, El voivoda (1868). De esta época también datan sus óperas Undina (1869) y Oprichnik (1872), el Concierto para piano nº 1 en si bemol menor (1875), las sinfonías nº1 (Sueños de invierno, 1868), nº 2 (1873, más tarde revisada y titulada Pequeña Rusia) y nº 3 (Polaca, 1875) y la obertura-fantasía Romeo y Julieta (1870; revisada en 1870 y 1880).

En 1876 conoció a Nadiezhda von Mekk, viuda adinerada que, entusiasmada con la música del compositor, le concedió una paga anual que le permitía dedicar todo su tiempo a la composición. Sin embargo, catorce años después se vio obligada a suspender la entrega. Chaikovski a pesar de contar con unos ingresos más que suficientes, nunca la perdonó por este acto que él consideró injustificado.

Este periodo de relación con madame von Mekk fue de gran fecundidad. A él pertenecen algunas obras como las óperas Eugenio Oneguín (1878) basada en una obra de Alexander Serguéievich Pushkin, La doncella de Orleans (1879), Mazeppa (1883) y La hechicera (1887); los ballets El lago de los cisnes (1876) y La bella durmiente (1889); Variaciones sobre un tema rococó en la mayor para violoncello y orquesta (1876) y el Concierto para violín en re mayor opus 35 (1878); composiciones orquestales como la Marcha eslava (1876), Francesca da Rimini (1876), Sinfonía nº 4 en fa menor opus 36 (1877), obertura 1812 (1880), Capricho italiano (1880), Serenata para cuerdas (1880), sinfonía Manfredo opus 58 (1885), Sinfonía nº 5 en mi menor opus 64 (1888), la obertura-fantasía Hamlet (1885) y diversas canciones.

De 1887 a 1891 realizó varias giras por las principales ciudades de Europa y América, consiguiendo grandes éxitos. En el año 1890 compuso una de sus mejores óperas: La dama de picas. A principios de 1893 inició su trabajo en la Sinfonía nº 6 opus 74, posteriormente titulada Patética por su hermano Modesto. La primera interpretación de la obra, bajo la dirección del compositor el 28 de octubre de 1893 en San Petersburgo, fue recibida con indiferencia por el público.

Muchas de sus composiciones como El cascanueces (ballet y suite, 1891-1892), el Concierto para piano nº 2 en sol mayor opus 44 (1880), el Cuarteto de cuerda nº 3 en mi bemol menor opus 30 (1876) y el Trío en la menor para violín, violoncelo y piano opus 50 (1882), siguen siendo populares.

En 1877, contrajo matrimonio con Antonina Miliukova, estudiante de música del Conservatorio de Moscú y alumna suya que le había escrito confesándole su amor. Se separaron al poco tiempo. En una carta manifestó la repugnancia que le causó la luna de miel y su precipitada huida del lecho nupcial.

Tchaikovsky falleció en San Petersburgo el 6 de noviembre de 1893, poco después del estreno de la Patética, su Sexta Sinfonía. El propio Tchaikovsky dirigió su estreno el 28 de octubre. Algunos interpretan que la música trasmite los conflictos espirituales y/o personales del autor, que habría compuesto su propio réquiem en el último movimiento. Fue inhumado en el Cementerio Tíjvinskoye del Monasterio de Alejandro Nevski.

La causa de su muerte fue atribuida al cólera, aunque, algunos biógrafos apuntan a un supuesto suicidio. Según Nina Berberova el músico se suicidó porque un «tribunal de honor» estaba preparándole un juicio por su tendencia sexual y no soportaba la idea de un escándalo público.

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Un comentario

  1. Gustavo Elizondo

    ¡Qué bueno don Carlos! no conocía este Concierto de Tchaikovsky, mi papá era un entusiasta de este ruso bueno, (no me pasa que sea compatriota de este desgraciado de Putin) en especial Capricho Italiano que le tocó conocer a fondo en un Curso de apreciación musical que llevó alguna vez.

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