¿Y usted que opina?
Fernando Berrocal
El Informe de la Nación-2022 dice que perdimos el rumbo en el cambio de siglo y que, desde hace más de 20 años, solo hemos estado retrocedido en todos los índices económicos y sociales, hasta llegar a la crisis actual.
Ese informe técnico debe hacernos CAMBIAR para retomar la fuerza vital, la visión política país y la inspiración que, como pueblo, siempre nos ha caracterizado y que hizo posible la construcción de una Costa Rica singular y diferente en América Latina, por su Estado Social de Derecho, su nivel de desarrollo humano y nuestros niveles de equidad y justicia social.
Hace un poco más de 20 años perdimos el rumbo y no supimos entender, asimilar y trabajar para superar los nuevos paradigmas y retos que se comenzaron a gestar en la década de los años 80, con la revolución científica y tecnológica que transformó las relaciones entre los países, la economía internacional y el equilibrio de los factores de poder político a nivel mundial. El mundo cambió profundamente y, con ello, la situación real de Costa Rica.
Falló el liderazgo político nacional, fallaron los partidos políticos y falló la sociedad civil organizada. Los números y los índices de desarrollo actuales no mienten. Hemos retrocedido y transformado en una sociedad llena de inaceptables inequidades y desigualdades, como si fuéramos otra Costa Rica.
Todavía en los años 80 del siglo pasado, el país tuvo la capacidad de enfrentar la más fuerte crisis económica de muchas décadas, superarla y seguir por el camino del crecimiento económico con justicia y equidad social. Eso fue en el gobierno de Luis Alberto Monge y el primer gobierno de Oscar Arias y, aunque muchos no acepten esta interpretación de la realidad, alcanzó hasta los 90 y dio todavía resultados positivos en los gobiernos de Rafael Ángel Calderón y José María Figueres. Los datos estadísticos objetivos están ahí y no mienten.
Después comenzamos a retroceder… y eso sucedió, precisamente, cuando las ideas económicas neoliberales sustituyeron al modelo de desarrollo progresista y reformistas, basado en las ideas humanistas de la auténtica social democracia y el social cristianismo a la costarricense. Fue ahí cuando iniciamos el retroceso de estos últimos 20 años y nos transformamos en un país de enormes inequidades y desigualdades. Fue ese modelo de desarrollo neoliberal y plutocrático, el que nos llevó a la crisis económica y social a que se refiere el Informe de la Nación-2022.
Ese fue el tema de las últimas elecciones. Unos lo entendieron. Otros no.
Ahora estamos en otra etapa política. Veremos si es posible alcanzar las metas del Plan Nacional de Desarrollo anunciado este martes por el presidente Rodrigo Chaves y si se logran concretar ACUERDOS NACIONALES en la Asamblea Legislativa y hacer las reformas estructurales que se necesitan con urgencia. El tiempo es ahora y el 2023 será un año decisivo para Costa Rica.