La Catalina y Cedal

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CEDAL es para la democracia en América Latina, lo que la Escuela de las Américas es para los ejércitos de la región.” Albert Kotschuezke

Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Recientemente publiqué en un grupo de Fotos antiguas de Costa Rica una fotografía muy interesante tomada en el antiguo campus de CEDAL en “La Catalina” en Birrí de Heredia. En la foto, de principios de los años 70 del siglo pasado, aparecen Fernando Berrocal, Rodolfo Navas, Ángel Edmundo Solano y Manuel Carballo (que era el director de CEDAL). Todos muy jóvenes por cierto.

A raíz de esa publicación, se dieron muchos comentarios, pero especialmente hubo algunos preguntando qué es CEDAL, y que es o fue “La Catalina”. Y entonces, me pareció que valía la pena escribir un poco sobre ambos, aprovechando que trabajé diez años en CEDAL y conozco muy bien la historia. Para los que no saben, CEDAL es el acrónimo de Centro de Estudios Democráticos de América Latina.

La costumbre convirtió a CEDAL y “La Catalina” en sinónimos. Para los miles de latinoamericanos que pasaron por ahí, ambos términos representan el mismo concepto,

“La Catalina” es el nombre familiar con que se conoce al conjunto de las instalaciones que componían el campus de CEDAL. Se trata de una propiedad de 7 hectáreas, situada en las cercanías del poblado de Birrí, en Barrio Jesús, Distrito 4o. del cantón de Santa Bárbara de Heredia. Está situada a 21 kilómetros del parque central de San José, sobre la vieja carretera que lleva al Volcán Poás, a Vara Blanca y Puerto Viejo de Sarapiquí. Su altitud es de 1 300 metros sobre el nivel del mar, con una temperatura promedio de 20 grados Celsius durante el año.

Antes de convertirse en campus de CEDAL, “La Catalina Holliday Cabins” —de ahí se origina su nombre—, fue un hotel de montaña, siempre rodeado de cafetales.

Y para quienes no están familiarizados con CEDAL, el nombre “La Catalina” lo evocan como el lugar de moda para las lunas de miel en la Costa Rica de la época, o el lugar en que concentraban a la selección nacional de fútbol antes de trasladarse a la ciudad de México, para los clásico encuentros contra ese hermano país.

Lo cierto es que, al igual que ayer, “La Catalina” ofrece un bello paisaje, en un terreno quebrado con sus edificios que se abren paso entre la naturaleza de cipreses y árboles frutales. Su belleza ha motivado que “La Catalina” en algún momento estuviera incluida en las guías para los viajeros como uno de los sitios de interés turístico del cantón de Santa Bárbara.

A finales del 2003 “La Catalina” pasó a formar parte de un consorcio cooperativo del que era parte CEDAL y actualmente es el campo de capacitación de Infocoop (Instituto de Fomento Cooperativo).

Las principales instalaciones de lo que fue el campus de CEDAL estaban compuestas por dos salas de sesiones para los cursos y seminarios, con una capacidad de 85 personas entre ambas; oficinas administrativas, cocina y lavandería; biblioteca e imprenta; área recreativa con piscina y cancha de tenis y volibol; y 10 cabañas para alojar a 60 participantes de las actividades educativas.

La solidaridad con la institución, su cariño y la causa común llevaron a quienes transitaron por el campus, a autoidentificarse como “cedalinos” o “catalinos”.

Durante su funcionamiento el campus de CEDAL capacitó más de 38 000 cuadros y líderes para partidos políticos, movimiento sindical, movimiento cooperativo, movimiento comunal y organizaciones ambientalistas de Latinoamérica. De ellos, 33 000 para Costa Rica.

Publicó más de 550 textos, que incluyen libros, folletos, manuales y monografías.

Tuvo en funcionamiento permanente Mesas de Diálogo e Investigación en atención a temas y problemas estructurales de Costa Rica, que incluyeron entre otros: Reforma del Estado, Educación, Economía, Corrupción y Reforma Fiscal.

CEDAL tuvo también incidencia directa en la génesis, investigación, estudio y encuentros de expertos, que llevaron a la creación de varias instituciones en el país tales como:

  • Instituto de Tierras y Colonización (ITCO), actual INDER
  • Editorial Costa Rica
  • Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP)
  • Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (DINADECO)
  • Banco Popular y de Desarrollo Comunal
  • Universidad Nacional (UNA)
  • Fondo Nacional de Préstamos para la Educación (FONAPE)
  • Nuevo Código Electoral

Todos de indudable aporte a la democracia y la calidad de vida en Costa Rica.

A través del tiempo por CEDAL pasaron una pléyade de personajes distinguidos (en calidad de profesores o estudiantes), que posteriormente llegaron a ser políticos importantes de sus respectivos lugares de origen; muchos de ellos terminaron siendo presidentes o primeros ministros de sus países. Conozcamos algunos nombres (la lista no es exhaustiva):

Willy Brandt, Canciller de la República Federal de Alemania.
Walter Scheel, Presidente de la República Federal de Alemania.
Mario Soares, Presidente de Portugal.
Julius Nyerere, fundador y Presidente de Tanzania.
Michael Manley, fundador y Primer Ministro de Jamaica.
Portia Simpson, Primer Ministra De Jamaica.
Julio Cesar Méndez Montenegro, Presidente de Guatemala.
Ramiro de León Carpio, Presidente de Guatemala.
Adolfo Majano, Presidente de la Junta Cívico-Militar de El Salvador.
Guillermo Manuel Ungo, Miembro de la Junta Cívico-Militar de El Salvador.
Ramon Villeda Morales, Presidente de Honduras.
Carlos Roberto Reina, Presidente de Honduras.
Violeta Barrios de Chamorro, Presidenta de Nicaragua.
Sergio Ramírez Mercado, Vicepresidente de Nicaragua.
Aristides Royo, Presidente de Panamá.
Belisario Betancur, Presidente de Colombia.
Carlos Andrés Pérez, Presidente de Venezuela.
Raúl Leoni, Presidente de Venezuela.
Rodrigo Borja, Presidente de Ecuador.
Raúl Baca Carbo, Presidente Del Congreso de Ecuador.
Hernán Siles Suazo, Presidente de Bolivia.
Jaime Paz Zamora, Presidente de Bolivia.
Alan García Pérez, Presidente de Perú.
Armando Villanueva Del Campo, Presidente del Congreso de Perú.
Fernando Henrique Cardoso, Presidente de Brasil.
Lionel Brizola, Gobernador del Estado de Río de Janeiro.
Arturo Illia, Presidente de Argentina.
Raúl Alfonsín, Presidente de Argentina.
José Figueres Ferrer, Presidente de Costa Rica.
Daniel Oduber Quirós, Expresidenta de Costa Rica.
Rodrigo Carazo Odio, Expresidenta de Costa Rica.
Luis Alberto Monge Álvarez, Expresidenta de Costa Rica.
Oscar Arias Sánchez, Expresidenta de Costa Rica.
Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, Expresidenta de Costa Rica.
José María Figueres Olsen, Expresidente de Costa Rica.
Abel Pacheco De La Espriella, Expresidente de Costa Rica.
Laura Chinchilla, Expresidenta de Costa Rica.
Luis Guillermo Solís Rivera, Expresidente de Costa Rica.

No quiero terminar sin agradecerle a mi buen amigo Manuel Carballo Quintana, uno de los grandes de CEDAL, la gran ayuda para escribir esta columna. Y por supuesto dar el reconocimiento a la Fundación Ebert (FES) del SPD de Alemania, sin cuyo concurso no hubieran sido posibles ninguno de los logros reseñados. A ellos expresamos nuestra gratitud imperecedera.

Para quienes quieran profundizar un poco más sobre el tema, en el anexo incluyo el texto “Así nació CEDAL” que tomé de la revista del XX Aniversario de CEDAL de 1988.

Incluyo una galería histórica de CEDAL y “La Catalina”.

 
Con la ayuda del sitio web de Cedal.

Anexo:

Así nació CEDAL

Resumen de una conversación con don Luis Alberto Monge

Desdé los años cincuenta, cuando el Partido Liberación Nacional iniciaba su lucha como tal, se insistió en la necesidad de cumplir una función docente por parte de la institución partidista y trajimos al recuerdo las actividades que en ese campo desarrollaban otros partidos de ideología parecida, similar a la nuestra en América Latina y otros continentes. Estas inquietudes nos llevaron a realizar seminarios y publicaciones, pero no como una cuestión sistemática, sino más bien a veces como una actividad intermitente y esporádica.

Fue en 1958 que entonces logramos fundar una escuela de capacitación política, que funcionaba de lunes a viernes y que se mantuvo durante varios años. Esa escuela también inspiró la idea de reunir en Costa Rica a un grupo de partidos -entonces llamados de la izquierda democrática, que son los socialdemócratas o del socialismo democrático en América Latina-, y esos partidos llegaron a la conclusión de que era necesario establecer una Institución que ayudara al surgimiento de la labor docente a nivel latinoamericano y que sirviera al mismo tiempo como punto de convergencia y de intercambio de experiencias y de informaciones entre estos partidos políticos. Así se hizo una primera escuela que funcionó durante varios años pero que luego, por falta de financiamiento, se clausuró.

Entre tanto yo había hecho contactos con la Fundación Friedrich Ebert sobre la posibilidad de conseguir su patrocinio para una institución de esa naturaleza e inclusive darle mayores vuelos, mayores dimensiones. Fui a Bonn a una entrevista con Alfred Nau, que en paz descanse, y Günter Grunwald. Ambos se mostraron muy interesados en las inquietudes que yo les llevé sobre la necesidad de un trabajo de fortalecimiento de los cuadros políticos, sindicales, cooperativos y comunales en América Latina, como una labor de mediano y largo plazo para la estructuración de instituciones democráticas en nuestros países. En esa época había una gran mayoría de dictaduras militares en toda la geografía del Caribe y de América Latina.

Hubo también un contacto, que es justo que lo señalemos aquí, de un profesor vinculado a la Fundación, cuyo nombre es Erich Herzog. El ayudó mucho a hacer estos vínculos con la Fundación en Bonn.

Posteriormente, la Fundación decidió desarrollar una serie de actividades ya aquí en Costa Rica. Arrancamos con algunos seminarios. Y para evaluar lo que estábamos haciendo y planificar lo que había que hacer en el futuro, la Fundación decidió hacer en Costa Rica la reunión que acostumbraba de becarios y funcionarios destacados en el área latinoamericana. Se reunió en el Hotel Balmoral. Desde luego, ahí fuimos invitados quienes ya estábamos vinculados a la Fundación y ya se habló con más concreción de los proyectos a realizar en Costa Rica y ahí se firmó un acuerdo provisional entre el Partido Liberación Nacional y la Fundación Ebert. Por el Partido Liberación Nacional firmamos José Figueres y yo, y por la Fundación Günter Grunwald y Alfred Nau.

Posteriormente, se firmó un Adendum al Convenio de Cooperación Cultural, Científica y Tecnológica que tenía la República Federal de Alemania con Costa Rica. De esa manera los programas de la Fundación Ebert en Costa Rica adquirían la forma de un Protocolo que se agregaba al Convenio marco. Para ese entonces ya estaba constituido CEDAL – creado en noviembre de 1968 – como el organismo ejecutor a nivel local de los programas de educación que iba a patrocinar la Fundación Ebert.

Tenemos el orgullo de que ese Convenio es el que sirvió de base luego para todas las demás Fundaciones alemanas que han venido a trabajar a Costa Rica. Años después, como ya estaban actuando aquí la Fundación Konrad Adenauer, la Fundación Friedrich Naumann y últimamente hasta la Hans Seidel, se tramitó en la Asamblea Legislativa la ratificación de los respectivos Convenios, convirtiéndose por tanto en Ley de la República.

La Fundación comenzó sus actividades alquilando las instalaciones de “La Catalina” y su propietario me hizo una oferta: quería vender la propiedad. Viajé a Alemania con una propuesta y fue muy satisfactorio. Ya en ese momento mis contactos se habían ampliado muchísimo, ya no eran casi exclusivamente con el Dr. Grunwald y Alfred Nau, sino también con los señores Siegfried Bangert y el Dr. Horst Heidermann, y con la dirigencia del Partido Socialdemócrata Alemán, que la teníamos informada de todas estas gestiones. La Fundación me comisionó para discutir detalles; vendría luego una misión de Alemania y se compró en condiciones absolutamente muy satisfactorias y convenientes para la Fundación. No vale la pena dar el precio, pero esa propiedad vale ahora 15 o 20 veces más de lo que pagó la Fundación en aquel momento. Se hicieron remodelaciones; se acondicionaron mejor las cabinas; se hicieron dos o tres casas para empleados.

Esos son los antecedentes de cómo llegamos a una institución que, aún cuando la concebimos con mucho cariño y la cooperación entre la Fundación Ebert y CEDAL surgió con mucho entusiasmo y con mucha simpatía de parte de los alemanes y de parte nuestra, la verdad es que nunca pensamos que fuera a tener las dimensiones a que luego se llegó, y mucho menos que fuera a tener tanta influencia en la creación de lo que yo he llamado la infraestructura espiritual para la socialdemocracia y el socialismo democrático en América Latina.

Aún suponiendo que muchos de los que pasaron por ahí no fueron a rendir frutos a la lucha por la democracia, por la democracia social, por la transformación, sí podemos hablar de centenares y quizá de miles que sí esa fue su base intelectual, espiritual, fundamental para que su rendimiento y sus contribuciones a la lucha en sus respectivos países se incrementara considerablemente.

Cuando comenzamos actividades -lo he dicho-, habían muy pocas democracias con elecciones periódicas y libres; y tuvimos en la etapa de funcionamiento esas situaciones que hemos llamado cíclicas, en que conquistábamos la democracia y pronto se volvía a desbancar y a surgir la dictadura militar, Pero ahora, en la situación presente y al cumplirse los veinte años de la labor de CEDAL con la colaboración franca y decidida de la Fundación Ebert, podemos decir que nunca América Latina tuvo más gobiernos electos popular y libremente como los que tiene ahora. No obstante, los problemas que se han planteado con el surgimiento de un régimen marxista-leninista en Cuba y otro en Nicaragua, podemos hablar de que nunca se tuvo más abierto el horizonte de esperanzas en cuanto a las posibilidades reales de conseguir la construcción de instituciones democráticas en América Latina. En la concepción de esas instituciones para cada país, en el mantenimiento de la esperanza de que superaríamos las etapas difíciles y duras de las dictaduras, han tenido una contribución decisiva en las actividades de la Fundación y de CEDAL en toda América Latina, no sólo las realizadas en el Campus sino también las realizadas fuera del Campus.

Las publicaciones que por centenares en las distintas etapas ha hecho la Fundación, los estudios de investigación que han hecho los becarios de la Fundación, son sin lugar a duda de las contribuciones más significativas para demostrar que la democracia puede funcionar en América Latina y que es posible realizar las transformaciones económicas y sociales necesarias para que no haya solamente, o no se cumpla solamente la etapa de la democracia política, sino que nos vayamos adentrando paulatinamente en las otras dimensiones de la democracia, como son la social, la económica y la cultural.

Los partidos políticos que están dentro de esta corriente política vieron reforzar considerablemente la capacidad de sus cuadros por el trabajo de CEDAL y de la Fundación en seminarios, en talleres, en publicaciones, en reuniones de la más diversa índole como las que ha patrocinado. Esto por lo que se refiere a Latinoamérica y al Caribe Porque por separado tenemos que referirnos a lo que ha significado como ayuda inmensa para el Partido Liberación Nacional en la formación y la capacitación de sus cuadros, en el cumplimiento más cabal de la función docente de un partido moderno que tiene ambición de futuro, como es el caso nuestro.

Costa Rica en ese sentido tiene una deuda con la Fundación y con CEDAL, que es mayor que la que pueden tener los otros países latinoamericanos.

Tomado de la Revista XX Aniversario CEDAL, 1988

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Un comentario

  1. Gustavo Elizondo

    Entre cabanga y desconsuelo, recordar esas jornadas en La Catalina con grandes pensadores social demócratas, cabanga por los buenos momentos, los vinitos de la noche con el Valle Central a nuestros pies y desconsuelo de saber que cuando el PLN dejó de estudiar y plantear soluciones a partir del CEDAL, se le perdió el rumbo, hasta llegar a la ofensiva cifra de tres pérdidas consecutivas, Como siempre, gracias don Carlos por recordarlo.

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