La iluminación espiritual

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Una vez más durante este año 2022, en nuestro país y muchos otros países alrededor del mundo celebramos días santos con el respeto debido; son tiempos de reflexiones de fe, donde los creyentes oramos a un Ser Supremo, Dios Eterno y Creador Universal. Los católicos y cristianos en general conmemoran los últimos momentos de Jesucristo en la Tierra, se conoce como la pasión, la muerte y la resurrección, siendo el Salvador que procesan los Romanos y le dan muerte conforme a la tradición de crucifixión en la cruz, conforme a lo escrito en el Nuevo Testamento de la Biblia que está escrito que Jesús fue arrestado, juzgado por el Sanedrín de Jesuralén y la sentencia de muerte la dicta el prefecto Poncio Pilato a ser flagelado y luego crucificado; todo esto se denomina la pasión de Cristo.

Siempre se da la curiosidad que la Semana Santa Cristiana coincide a varios días con la celebración hebrea de Pesaj, es una festividad de recuerdo del Éxodo de Egipto, cuando el pueblo hebreo se liberó de la esclavitud durante centenas años, y que finalmente se da la Redención Final, que precisamente se da en el denominado mes de Nisán, siendo el símbolo característico de este mes un cabrito, en recuerdo al Korbán Pesaj, la ofrenda Pascual. Asimismo, el pueblo judío es comparado a un cabrito rodeado por setenta lobos, y sólo gracias a la Suprema Providencia es posible que haya subsistido ante la constante persecución a través de las generaciones.

“….Y díjole Dios a Abraham: Sabe pues, que tu simiente será extraña en tierra que no es suya, y los esclavizarán, y serán afligidos cuatrocientos años. Y también a la nación a la que servirán he de juzgar Yo, y luego saldrán con abundantes riquezas” (Génesis 15:13,14)

“…los cuatrocientos años de exilio y aflicción comenzaron con el nacimiento de Itzjak. Cuando Itzjak llegó a los sesenta años de edad, nació su hijo Iaacov, y a la edad de 130 años, Iaacov vino a Egipto, lo cual suma 190 años. En Egipto, los hijos de Israel estuvieron 210 años, lo cual suma 400 años en total…” Bendito sea Dios. Sea bendito nuestro Creador, Quien nos dio Su Torá (La Biblia, Antiguo Testamento compuesto por los 5 Libros Sagrados o Pentateuco) en mérito de la cual nuestros antepasados fueron liberados de la esclavitud egipcia.

Dios El Eterno nos entregó la Torá, y poder llegar a profundizar en su conocimiento es muy difícil y debemos recurrir a pedirle a Dios que nos dé Iluminación espiritual y podamos abrir nuestras mentes más allá de nuestros pocos y limitados conocimientos como seres humanos creados por el Altísimo. Se recurre a las formas humanas que es el Antropomorfismo, que se dan con términos prestados de lo humano y el mundo empírico. La razón de ello es que ésta es la única clase de palabras que el hombre puede usar de alguna manera significativa. Las formas de los conceptos espacio-temporales se imponen en la mente del hombre que vive en un mundo espacio-temporal. Gracias a Dios la Torá, se habla en un lenguaje humano, de lo contrario sería imposible poder acceder al conocimiento y desarrollar la capacidad mental del ser humano.

Así es posible avanzar en una comprensión de que la presentación es sólo aproximada y metafórica y en El Zohar se indica: “La voluntad del Creador se revela por medio de la iluminación espiritual. Cuando una persona desea expresar su voluntad lo hace hablando o escribiendo, etc., pero ¿cómo hace El Creador para revelar Su voluntad a los seres humanos? ¿Cómo sabrán Sus criaturas qué deben hacer y cómo deben comportarse? La respuesta a este interrogante es que la voluntad del Creador se revela a través de iluminaciones que envía a los hombres. Los grandes Sabios de la Cábala explican que la Voluntad Divina llega a sus criaturas como destellos o rayos de luz. Los cabalistas utilizan términos como “luz” o “iluminación” para describir la voluntad del Creador que es enviada desde Su propia fuente hacia Sus criaturas.

Así como en el mundo material la luz es la fuente y el origen, y la iluminación es lo que procede de una fuente de luz, lo mismo sucede en la Cábala. A la esencia de la Voluntad Divina la llamamos “luz”, mientras que a la voluntad irradiada por el Creador la denominamos “iluminación”. Conclusión, la Luz Infinita, Ein Sof, es la esencia misma, y la iluminación es lo que se desprende y sale de ella. Analógicamente, la iluminación espiritual que llega al hombre, que es la expansión o Emanación de la Voluntad Divina, proviene de una fuente espiritual elevada, la que a su vez proviene de otra más excelsa y así sucesivamente. El origen de todos orígenes es la Luz Infinita, Ein Sof, fuente y origen de todos los deseos, fuente de la realidad en su totalidad, de la cual emanan todas las iluminaciones posibles.

Es decir, la voluntad emana desde el infinito y se manifiesta revelación tras revelación, paso a paso, tal como el saber del Maestro se manifiesta gradualmente desde el alumno de más alto nivel hasta el del nivel que lo subsigue y así sucesivamente. En resumen: la iluminación espiritual constituye la revelación de la Voluntad Divina y la Emanación de la misma. Y más aún, en la iluminación misma se encuentra la acción del Creador ya que Su voluntad es Su misma acción. Por eso, términos como luz e iluminación son tan usados en los escritos cabalistas.” (El Zohar, págs.16 y 17)

Finalmente, podemos afirmar que solamente con la lectura de los Libros Sagrados, con las oraciones diarias, y a través de las percepciones vamos adquiriendo iluminación mental; siendo en el intelecto poder encontrar la luz, o destellos intelectuales y podemos tener una mayor comprensión y sacar conclusiones correctas. Por eso en esta Semana Mayor y luego a partir del viernes 15 de abril que inicia Pesaj, podemos tener una fuente de intelecto y el alma está concatenada con la mente, aunque no podamos comprender o captar la naturaleza de su alma y su esencia, si podemos reconocer su existencia. Oremos a la Voluntad Divina, que nos otorgue Iluminación Espiritual; y le envío a mis lectores todas las bendiciones y que Dios El Eterno nos proteja y nos señale el camino de la comprensión humana y espiritual.