Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
La agencia Fitch Rating y Standart & Poor´s tomaron la decisión de mantenernos la calificación de “B” con perspectiva negativa ante la incertidumbre de lograr los acuerdos pactados con el Fondo Monetario Internacional y la aprobación en la Asamblea Legislativa de la Ley de Empleo Público; cuyo propósito principal es disminuir los crecientes desequilibrios en las finanzas públicas.La pandemia del covid-19 impactó la economía mundial y el FMI estima que se contrajo un 4.4%. Ante esta crisis, en Costa Rica la contracción económica agravó el crecimiento del desempleo, la pobreza, la desigualdad y la inseguridad ciudadana.
En 2018 el desempleo en el primer trimestre fue de 8.7% y finalizó en un 12%; en 2019 cerró en un 12,4% y para el 2020 en el trimestre setiembre, octubre y noviembre la tasa de desempleo abierto fue 21,3% y el subempleo del 17,9%; para un 39,2% de la fuerza laboral. Una realidad para unas 950 mil personas que presentan problemas en sus ingresos. Para este 2021 en el primer trimestre de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el desempleo es de 19,1%; leve disminución posiblemente ante una menor restricción sanitaria.
Nuestro país enfrenta una preocupante situación económica para este 2021, con un presupuesto ordinario de ₵11.4 millones de millones de colones donde el 45,1% se cubre con ingresos tributarios y el 59.9% con deuda. Un déficit fiscal del 9%, una deuda pública del 70% del PIB y un creciente sector informal que gira alrededor del 48% y no están afiliados a la CCSS. Se debe buscar la forma de incorporarlos con un monto atractivo de acuerdo con su situación económica; trabajadores que requieren estar asegurados al igual que sus familias. Una medida para atraer a miles de informales, que sin duda, ayudarán a fortalecer las finanzas de la Institución.
Ante esta problemática, es necesario diseñar una estratégica política de reactivación económica, que impulse el desarrollo económico y social, donde la prioridad sea la generación de empleo y de mayor atracción de inversión extranjera directa.
El Régimen de Zonas Francas ha sido de gran éxito en los estándares internacionales de calidad; mostrando un crecimiento promedio del 10% en los últimos años. La generación de empleo ha sido un factor muy importante ya que nuestro país ofrece un personal altamente calificado, a las 375 empresas que se encuentran operando y que generan alrededor de 120.000 empleados directos y miles de indirectos. Otro aspecto que debe tomarse en cuenta son los fuertes encadenamientos productivos con empresas nacionales.
Para disminuir el déficit fiscal, debe buscarse la eficiencia y eficacia del gasto público, ataque frontal a la evasión y la elusión fiscal, al contrabando, un afectivo análisis de las transferencias de las instituciones públicas y no dirigir esos esfuerzos al aumento de impuestos cuando no solo afectan la clase media sino a los más pobres; con estas medidas se perjudica la demanda agregada, ante el aumento de precios de los bienes y servicios. Los impuestos deben dirigirse a los que perciben altos ingresos.
En este proceso en importante impulsar el emprendedurismo; donde se hace necesario agilizar y disminuir los lentos trámites institucionales, permitir la afiliación a la CCSS; con una cuota más baja en los primeros cinco años como un incentivo para que se animen a crear en orden su propio negocio, facilitar el acceso a un crédito bancario oportuno y crear un fondo de garantía como el que existió en los ochentas del siglo pasado y fue muy exitoso e incrementar la capacitación y la asesoría por parte de Instituciones públicas; para la creación de buenos emprendimientos.
En relación con las micros, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que se encuentran operando y han sufrido las consecuencias de esta pandemia, donde miles se han visto obligadas a cerrar sus puerta; se debe diseñar una política pública, para disminuir ese impacto negativo que están enfrentando ante esta crisis y a la que nadie estaba preparado. Es un sector clave en la generación de empleo y la distribución de la riqueza, ya que representan el 96% del sector empresarial y genera más del 50% del empleo total.
Y para concluir.
“Apoyemos a los emprendedores costarricenses, adquiramos sus bienes y servicios”
– Lic. Administración de Negocios