En los últimos cuatro días la capital de EEUU se convirtió en una gigantesca zona de seguridad. Rejas, barricadas y fuerzas de seguridad rodean el Capitolio a días de la asunción de Joe Biden. Luz Mely Reyes lo cuenta desde la democracia más antigua del mundo
Por Luz Mely Reyes desde Washington DC
Fotos: Efecto Cocuyo
Las rejas y cercas surgen como si fuesen plantas parásitas que crecen de la noche a la mañana. En cuatro días Washington DC se ha convertido en un gigantesco corral. Kilómetros de verjas y barricadas se han levantado temporalmente para rodear la monumental sede de El Capitolio, mientras se acerca el día de la toma de posesión de Joe Biden.
La promesa presidencial de Donadl Trump de levantar un muro en la frontera con México no se concretó durante su mandato, pero la despedida de su período presidencial ha convertido a la capital de la democracia más antigua del mundo en una gigantesca zona de seguridad. Avenidas cerradas, verjas, cercas, bardas, vidrieras cubiertas con listones de madera, policías, patrullas, guardias nacionales con armas largas y otros pertrechos le dan un aire a la ciudad de estar preparándose para una conflagración.
Este viernes 15 de enero los anillos de seguridad se iban cerrando aún más. Mientras, acicalan la sede del congreso estadunidense para el 20 de enero, gran día de la toma de posesión del presidente electo Jose Biden; se refuerzan medidas de seguridad. Cientos de guardias nacionales con armas largas rodean en tres anillos las instalaciones del Parlamento estadounidense.
En los jardines de la fachada oeste se ven en la distancia desplegadas cuatro banderas de distintas etapas de Estados Unidos. Ya han instalado una pantalla gigante y colocado gradas para los visitantes. Al frente, la explanada del National Mall, un área recreacional de unos 10 kilómetros cuadrados, donde está el circuito de museos de la ciudad, también está siendo preparada con gradas. El tránsito de personas en esta zona de recreación ya ha sido prohibido en algunos tramos.
El Capitolio está ubicado en una colina por cuyas aceras usualmente cualquiera puede caminar, trotar, fotografiarse en algunas de sus entradas. Hoy lo más cercano que alguien que no sea guardia nacional, policía, o trabajador puede llegar a estar a unos 600 metros.
El célebre Obelisco que es el monumento a Washington también ha sido cercado. Una de las veredas que conducen a la rotonda donde se erige, parece una ruta a un matadero.
¿De donde saldrán tantas cercas y rejas móviles? Las compañías de alquiler no han dado abasto y desde hace una semana tienen refuerzos. Así al menos confío un trabajador de una empresa de rejas procedente de Tampa, Florida. Tan solo en el Mall, que está al frente del Capitolio, hay más de ocho kilómetros de bardas móviles. Una instalación de 8 metros cuadrados cuesta 450 dólares, más impuestos, de acuerdo con una de las compañías de alquiler.
Desde el 6 de enero, cuando una turba tomó el Capitolio, las medidas de seguridad cada vez son más rigurosas. Este viernes, la alcaldía de Washington informó el cierre de nuevas vías. Mientras ello ocurre, algunos conductores y ciclistas se encuentran con la prohibición en plena ejecución.
Hasta el 21 de enero Washington DC es una ciudad bloqueada. El perímetro de seguridad se extiende hasta la Casa Blanca.
Al menos, este muro móvil que cubre la ciudad es temporal.
Fuente: Cosecha Roja