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La Internacional Socialista, organización mundial de partidos socialdemócratas, laboristas y socialistas democráticos, lamenta profundamente los ataques sistemáticos a la democracia que han tenido lugar por parte del Presidente Donald Trump y sus aliados desde su derrota en las elecciones presidenciales de noviembre del año pasado, que culminaron con el reprensible asalto al edificio del Capitolio por parte de los partidarios del presidente saliente el miércoles 6 de enero. Estos acontecimientos espantosos no tienen cabida en una democracia y, lamentablemente, han provocado al menos cinco muertes, incluida la de un policía que perdió la vida a causa de las lesiones sufridas en el desempeño de sus funciones.
Es sorprendente, inaudito y vergonzoso que esta turba haya sido directamente alentada por el presidente para que asaltara la sede de la legislatura de los Estados Unidos, cuando se estaba celebrando una sesión conjunta del Congreso para certificar la elección de su oponente en las elecciones de noviembre, Joe Biden. La provocación directa de Trump, seguida por varios miembros de alto rango del Partido Republicano, en el período previo a los tumultuosos acontecimientos en el Capitolio se produce a finales de dos meses durante los cuales han tratado en cada coyuntura de socavar la validez de unas elecciones libres y justas que dieron una rotunda victoria al Presidente electo Biden. Se ha demostrado muchas veces que todas las diversas alegaciones y teorías de conspiración que rodean el proceso electoral carecen de mérito y de fundamento jurídico. A pesar de ello, el presidente y otros han estado dispuestos a mentir, a distorsionar la verdad y a subvertir la democracia para mantenerse en el poder.
En los últimos cuatro años, el Presidente Trump ha demostrado constantemente que no es apto para el cargo. Este patrón de comportamiento era evidente incluso antes de su elección en 2016, ya que utilizaba los mítines de la campaña para difundir la discordia y fomentar la violencia. Su mandato ha dado lugar al envalentonamiento y fortalecimiento de los elementos de extrema derecha y de la supremacía blanca en la sociedad estadounidense, ya que se ha negado a condenar la violencia y el racismo y ha ofrecido apoyo a muchas de sus metas y objetivos. El peligro de la retórica incendiaria y las consecuencias de la incitación a la violencia y el odio son evidentes después de los acontecimientos del 6 de enero. Algunas de las imágenes más preocupantes que han surgido muestran el triunfo de símbolos racistas como la bandera de la Confederación dentro del edificio del Capitolio y los ataques violentos contra los medios de comunicación, que han sido constantemente vilipendiados por el presidente saliente. El presidente electo Biden ha descrito con precisión a los involucrados como terroristas nacionales, y deben ser identificados y procesados con todo el rigor de la ley.
La Internacional Socialista tiene una orgullosa historia de trabajar y hablar a favor de la democracia dondequiera que esté amenazada en el mundo y los acontecimientos de los últimos meses son un duro recordatorio de que los derechos democráticos, ganados con tanto esfuerzo, nunca deben darse por sentados. Incluso después de la salida del Presidente Trump de su cargo, el daño hecho a la democracia en los EE.UU. tomará tiempo y esfuerzo para superarlo. Deseamos a la administración entrante todo el éxito posible al comenzar su labor de reparar el daño causado por su predecesor y confiamos en que el Presidente electo Biden gobernará en interés de todos los estadounidenses, fortalecerá el multilateralismo y será una fuerza positiva tanto para los EE.UU. como para el resto del mundo.
8 de enero de 2021
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