Pandemia
Las 10 plagas de Egipto son un conjunto de calamidades de carácter sobrenatural ocurridas en el Antiguo Egipto que, según el Antiguo Testamento, fueron obra de Dios con la finalidad de manipular al faraón para que dejara libre a los esclavos hebreos.
Yayo Vicente
Vivimos en una Costa Rica que atraviesa tiempos difíciles, “nuevos” en nuestra historia, hemos acumulado retos y nos sentimos abrumados. La sensación de no ver luz al fondo del túnel, es poco alentadora, frustra y deprime. René Descartes nos dejó en su Tratado del Método (“Discours de la méthode”), el trazado de como resolver problemas complejos y multifactoriales. Él nos instruyó que los problemas deben dividirse en partes comprensibles y luego volver a unirlas, para no perder integridad.Parafraseando las diez plagas ocurridas en el Antiguo Egipto, en la actualidad vivimos con serios problemas que se juntan y multiplican unos con los otros:
- NOS HEMOS DIVIDIDO: dejamos de ser una sociedad homogénea, con una sola clase predominante, una religión para todos, acceso a los mismos bienes materiales. Hoy, los productores agropecuarios son minoría, coexistimos muchas y marcadas clases sociales (según ingreso y escolaridad), y la apertura comercial permite una oferta de bienes y servicios que no es para todos. No tenemos un Plan País, una causa común que nos mantenga unidos en una dirección y a través del camino.
- CONCEPTO DE DECENCIA: dejamos de tener un solo, reconocido y aceptado concepto de lo decente. “Con un pelo del bigote”, decían nuestros padres y abuelos que se cerraban los tratos en Costa Rica. Hoy unos ven como “insolencia” algunos sueldos y pensiones y otros como legales. Unos consideran aceptables márgenes de ganancia del 1.000%, para así conseguir sus anhelos, sin darse cuenta que comercializan en un mercado imperfecto, donde los consumidores están cautivos.
- SOLIDARIDAD: con cuánto orgullo llegamos a “rajar” de la cobertura de la distribución eléctrica, telefonía, agua intradomiciliar, cobertura universal de salud, universidades públicas, enseñanza gratuita y obligatoria. Hoy comienza a ganar terreno el “sálvese quien pueda”. ¿Cómo repartir sacrificios con una solidaridad disminuida?
- PROBLEMA FISCAL: el problema fiscal ha sido pospuesto y se agudizó en los últimos años. Unos proponen mayor crecimiento y trabajar temas como: evasión, elusión y contrabando. Otros hacer más pequeño al Estado, vender activos, aligerar trámites, pagar menos cargas sociales.
- PANDEMIA: al inicio fuimos un ejemplo en el manejo de la pandemia y todavía lo seguimos siendo, ningún enfermo ha dejado de recibir atención. Quienes están “encerrados” están con miedo, quienes salen para ganarse su arroz y frijoles, están con miedo. Ni madame Gandara puede anticipar cuánto más durará esta crisis sanitaria, cuántos morirán, cuánto sobreviviente quedará con secuelas. Muchas preguntas sin contestar.
- DISMINUCIÓN DE LIDERAZGO: durante mucho tiempo este fue un país de gamonales. La educación cambió eso y hoy la redes sociales vuelven a asestarle otro golpe a los líderes. Mientras fuimos construyendo una institucionalidad que respondiera a las necesidades nacionales, al mismo tiempo empezamos a desacreditar el oficio de político y a los partidos políticos. Nace entonces el “vicariato político”, personas sin competencia y autoridad, queriendo sustituir a las legítimas autoridades.
- POCA ILUSIÓN E IMAGINACIÓN: en medio de este torbellino, queremos volver al pasado, donde nos sentíamos seguros. No se debe recurrir con automatismo, a soluciones viejas para problemas nuevos. ¿Será posible repensar temas que ya teníamos como resueltos, negándonos completamente? Minería, exploración y explotación de gas y petróleo, distrito financiero, ciudad gobierno y otros.
- AUMENTO DEL DESEMPLEO: el desempleo, subempleo, el empleo en precario, todos atentan contra la dignidad de las personas. Si no somos capaces de resolver el problema del empleo, no estaríamos pensando primero en la gente.
- BAJA CONFIANZA EN LA INSTITUCIONALIDAD: algunos pretenden un permanente acompañamiento de las instituciones en sus iniciativas individuales, al punto que les estorban las regulaciones. Otros quieren que se aplica la ley rigurosamente, con hincapié en algunos ámbitos, como el ambiental, el bienestar animal, las agresiones a la mujer.
Vemos también como ha sucedido la “captura regulatoria”, de la que nos advirtió Joseph Stigler. A veces de forma descarada, como en el caso de INCOPESCA, a veces más sutil, pero evidenciado con las “puertas giratorias” en el sector financiero. Lo cierto es que los regulados, tienden a incidir en las entidades que los deben regular. Esa baja confianza en la institucionalidad, ya llega al Poder Judicial, al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y sin duda alguna, a los medios tradicionales de comunicación: televisión, radio y prensa escrita. - FRACCIONAMIENTO POLÍTICO: se tiene más fraccionamiento político que ideológico. El TSE registra 22 partidos a escala nacional, 23 a escala provincial y 94 a escala cantonal. Los acuerdos políticos son cada vez más difíciles.
Cada una de esas diez plagas que nos azotan, tiene su génesis y deben ser resueltas o aceptadas por separado, de otra manera no tendremos de vuelta a nuestro país. Como dijo don Pepe: “Aquí no se arregla nada hasta que no se arregle todo”.
PANDEMIA. El fenómeno salud-enfermedad, es complejo y cuando se escala a una población, se le suman infinidad de nuevas variables, haciéndose todavía más intricado. Poner en palabras simples lo que todavía no acabo de comprender, ha sido mi reto durante la pandemia por COVID-19.
Yayo, ¡qué buen artículo, valga la redundancia, muy bien articulado!