Portugal salió de la crisis aunque le dijo no a la austeridad

La economía del país se recuperó después de haber revertido los recortes del gasto recomendados por los acreedores. En todo Europa, los partidos de centroizquierda se preguntan si esa nación desarrolló un modelo que combina responsabilidad con justicia social

Portugal

Pepter Wise y Ben Hall

Europa todavía no encontró una palabra para denominar la nueva marca de socialismo que mejoró la suerte de Portugal en los últimos tres años y medio. En los medios portugueses, la llaman geringonc-a. que significa «viejo artilugio». El político laborista Peter Mandelson, sugirió «cuarta vía». Antonio Costa, el primer ministro que obtuvo el cargo tras sellar una sorprendente alianza entre la izquierda moderada y la izquierda dura, simplemente le dice «dar vuelta la página a la austeridad».

Costa, que es uno de los políticos de centroizquierda más exitosos de Europa, va rumbo a ser reelegido este año tras haber presidido una recuperación económica que recuperó la confianza en Portugal, país que quedó de rodillas a raíz de la crisis de la deuda europea. El desempleo se redujo a la mitad, a 6.7%. y el déficit presupuestario podría desaparecer este año por primera vez en más de 40 años.

En todo el continente, las políticas de austeridad aplastaron a los partidos gobernantes de centroizquierda. Francia e Italia no pudieron reactivar sus débiles economías porque debían mantenerse dentro de los severos límites de déficit público fijados por la UE. El partido político Syriza de extrema izquierda en Grecia llegó al poder despotricando contra las medidas de austeridad exigidas por sus programas de rescate otorgados por la UE y el FMI. pero cuando fue gobierno tuvo que implementar muchas de ellas.

El gobierno de centroizquierda de Portugal tomó un camino diferente. Inicialmente se enfrentó con Bruselas cuando revirtió los recortes del gasto y permitió que el déficit aumente muy por encima de los objetivos acordados. Pero al final demostró a los funcionarios de la UE que poniéndoles más dinero en los bolsillos de la gente se puede elevar el crecimiento, y es más fácil cumplir con las metas presupuestarias.

«Había gran escepticismo sobre nuestras políticas económicas» contó Costa a Financial Times. «Pero hemos demostrado que es posible subir los ingresos, elevar la inversión privada, reducir el desempleo y aún así tener finanzas públicas sólidas».

Mientras se acerca la elección general en octubre y las encuestas muestran que Costa lleva la delantera, algunos políticos europeos ahora lo ven como un modelo para los atormentados socialdemocrátas de Europa.

«El gasto público se mantuvo bajo control, se redujeron los costos laborales. De ahí que pudimos atraer más inversión extranjera directa y aumentar nuestras exportaciones», dijo Ivan Scalfarotto. ex ministro de comercio italiano y miembro del parlamento de centroizquierda. «Costa, también, es un buen comunicador: recalcó la idea de que «el sacrificio terminó» y logró mantener unida su coalición izquierdista».

Portugal también será una voz importante en el tan recargado debate sobre la modificación de las normas fiscales que rigen en la eurozona. La mayoría de los miembros de la eurozona cree que las reglas se volvieron demasiado complejas}* los críticos las consideran o demasiado rígidas o demasiado débiles. Costa sostiene que él demostró que existe otra manera.

En Bruselas. Mario Centeno, el ministro de Finanzas de Costa, es central en el diseño de las políticas económicas de la UE como presidente del eurogrupo de ministros de Finanzas. Fue elegido para ese cargo, y muchos lo ven como un reconocimiento por su éxito fiscal, después de que Wolfgang Scháuble. entonces ministro de Finanzas de Alemania, lo describió como el Cristiano Ronaldo de sus pares en la UE. refiriéndose al futbolista estrella portugués.

Para muchos de la izquierda europea. Costa es el primer ministro que demostró que se puede lidiar con la crisis financiera sin destruir puestos de trabajo y el estándar de vida. «Ya no es un tema de discusión política, es un hecho».

Para otros. Costa simplemente tuvo la suerte de beneficiarse de la marea de recuperación global, caída de los precios del petróleo, boom del turismo y una fuerte reducción del costo del servicio de una de las deudas más pesadas de Europa. Afirman que ese giro habría sido imposible sin las compras de bonos soberanos que hizo el Banco Central Europeo.

«Si bien no se puede negar la visión política de Costa, no habría que olvidarse que este gobierno tuvo condiciones macroeconómicas muy favorables durante los últimos tres años.» sostuvo Antonio Barroso, subdirector de investigaciones en Teneo Intelligence.

Daniel Traca, decano de la Escuela de Negocios y Economía Nova en Lisboa, cuvro impecable compus nuevo en si mismo da testimonio de la recuperación de Portugal, cree que el principal logro de Costa está en que la recuperación benefició a la mayoría de las personas vulnerables. Esto, aseguró, convenció al país de que «las cuentas públicas sólidas son compatibles con la cohesión social».

Sin embargo, para sus opositores políticos, la afirmación de Costa de que venció a la austeridad es mera retórica para lo que. en el mejor de los casos, es una «austeridad light». Lo acusan de hacer prestidigitación fiscal, porque compensó los recortes del impuesto a las ganancias con mayores impuestos indirectos y equilibró los libros invirtiendo menos en el sector público. Pedro Passos Coelho, ex primer ministro de centroderecha. los acusó de achicar el gasto de salud y educación aún más que él durante el programa de rescate.

«Las cosas han mejorado, pero la vida era mucho mejor antes de la crisis de lo que es hoy», dijo Filipa Bivar. empleada del sector de seguros. «El partido socialista está manejando bien la economía, pero se benefició enormemente de las decisiones difíciles que tomaron los anteriores gobiernos», agregó. Ella teme que las medidas populares puedan conducir a «grandes problemas en el futuro».

Los trabajadores del sector público presionan a Costa para que avance más en liberar al país de la austeridad. Cientos de miles de empleados públicos, desde enfermeros y docentes hasta inspectores y guardias de cárceles, hicieron huelgas y protestas para recuperar los ingresos que perdieron durante la crisis. «Es normal que después de un período de gran presión todos quieran todo ahora», afirmó Costa. «Un buen gobierno debe administrar las necesidades sociales teniendo en cuenta su capacidad fiscal y prioridades políticas».

Si bien no fue tan traumática como la experiencia de Grecia, el rescate de Portugal fue doloroso. En un esfuerzo por controlar la inmensa deuda, estabilizar a los precarios bancos e introducir reformas pro crecimiento. Lisboa negoció un programa de austeridad 2011-2014 con la Comisión Europea, el FV1I y el BCE. la denominada troica, a cambio de un rescate de 78.000 millones de euros.

Le siguieron años de sufrimiento económico. El entonces gobierno de centroderecha conducido por Passos Coelho hizo drásticos recortes del gasto en salud, educación y beneficios sociales y redujo pensiones estatales. Subieron los impuestos. En el sector público, se amplió el horario laboral y se congelaron el salario mínimo, los sueldos, la contratación de personal, y los ascensos.

La «estrategia de consolidación fiscal» de la troica exigía que el déficit presupuestario de Portugal bajara de 11.2% del PBI en 2001 a 4-5% en 2014. incluyendo partidas extraordinarias. La cuenta corriente pasó a tener superávit porque la demanda interna se derrumbó y se obligó a las compañías a exportar. Sin embargo, la deuda pública siguió creciendo, ya que en 2014 alcanzó el 130% de PBI. un máximo récord.

Decenas de miles de empresas quebraron durante la peor recesión en casi 40 años. La red de contención social estaba estirada al punto de quebrarse porque el desempleo era superior a 17%. lo que dejaba a más del 40% de los menores de 25 años fuera del mercado laboral. Emigraron cientos de miles de trabajadores capacitados y mayormente jóvenes, una pérdida de más de 4% de la población activa entre 200S y 2016.

Costa, que fue intendente de Lisboa durante los años de crisis, acusaba al gobierno de Passos Coelho de usar el rescate como «cobertura» para su agenda neoliberal de reducir sen icios estatales, recortar costos laborales y privatizar activos públicos. El rescate empobreció a la nación, dijo en 2015. «ya que creó puestos de empleo para enfermeros, pero en el Reino Unido, y no en Portugal».

Una vez que asumió como presidente, empezó a atrasar el reloj. «La troica redujo 30% los salarios del sector público y pensiones estatales, nosotros les devolvimos ese 30%». dijo. En el término de dos años también revirtió las medidas de austeridad, lo que significó modificar horarios laborales, vacaciones e impuestos, al mismo tiempo que elevó 20% el salario mínimo.

Bruselas era profundamente escéptico y estuvo cerca de multar a Portugal por permitir que el déficit llegara a 4.4% en vez del acordado 2.7%. Pero en mayo de 2016. la Comisión lo otorgó una prórroga de un año para cumplir con la meta. Desde entonces. Portugal supera sus metas de déficit; el déficit de 0.5% del PBI registrado en 2018 fue el más bajo desde que el país recuperó la democracia hace 45 años.

Mientras que Portugal se acerca al déficit cero este año. Italia tiene problemas para mantener el déficit por debajo de 2% del PBI @muy por encima de la meta de 0.8% fijada por la UE@ y sólo después de que la coalición populista de Roma acordó demorar las medidas expansivas.

Comparado con Grecia. Portugal, incluso con el programa antiausteridad de Costa, adoptó un enfoque mucho más conciliatorio con Bruselas. Pese a la presión proveniente de los partidos de izquierda que apoyan al gobierno del Partido Socialista, nunca propuso ninguna quita de la deuda pública, sino que peleó por conseguir mejores términos como parte de un acuerdo más abarcativo con la UE. La deuda pública se va achicando: Costa apunta a que represente 118% del PBI este año. Las tres grandes agencias calificadoras también otorgaron a Portugal una nota crediticia superior a «basura».

Sin embargo. Costa recibe críticas tanto de la oposición de derecha como de sus seguidores de izquierda. Assuncáo Cristas, líder del Partido Popular conservador, fustiga a Costa por entregar «la mayor carga impositiva de la historia». Catarina Martins. coordinadora nacional del Bloque de Izquierda, que apoya al gobierno, sostiene que el Partido Socialista podría haber invertido 4000 millones de euros más en sen icios públicos desde 2015 y. de todos modos, hubiera cumplido con las normas de la UE.

El primer ministro rechaza las críticas, y menciona las mejoras en e! senicio de salud nacional, incluyendo la contratación de 9000 empleados adicionales desde 2015- También anunció un programa de inversión nacional a diez años diseñado a inyectar 20.000 millones de euros en proyectos de transporte, energía y medio ambiente.

Martins sostiene que el gobierno detuvo la «destrucción de los senecios públicos «pero no fue capaz de devolverles la solidez». Pero de todos modos, estos avances mínimos son un logro.

«Las pequeñas modificaciones que hicimos dieron origen a un gran cambio en la vida de la gente.» comentó, lo que ayudó a revivir la economía local.

Centeno mismo admite que el grado en que el Partido Socialista se liberó de la austeridad «no es impresionante». El crecimiento económico a fines de 2015 fue «muy pobre» y «se está desacelerando».» dijo. Sostiene que la reducción del déficit más rápida de lo previsto se debe a la fuerte caída de los intereses que paga Portugal por su deuda.

Pequeños cambios de política fueron suficientes para recuperar la confianza y activar el crecimiento, aseguró. «El truco estaba en comprometerse a seguir un sendero y permanecer en él». El resultado fue «un tremendo salto en la confianza y actividad económica» a partir del segundo semestre de 2016.

Traducción: Mariana I. Oriolo para el Cronista

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