Por Carlos Santos
Inteligencia Artificial vs Intención Humana
Hoy es posible usar robots no solo para reemplazar a los obreros de tareas pesadas y repetitivas o aquellas donde se requiere una precisión extrema, sino que se puede empezar a prescindir de operarios de gestión en general, secretarios, traductores, abogados, contadores, médicos y hasta educadores por algoritmos de inteligencia artificial que con distintos formatos reemplacen paulatinamente a los humanos en esas tareas.
Pasará que el hombre tendrá que trabajar menos, dirán algunos….
Otros dirán: muchas personas serán desechables ya que las máquinas harán su trabajo.
Todas estas reflexiones y decisiones que se habrán de tomar en un sentido o en otro tendrán un sustento ideológico claro, aunque seguramente habrá quienes querrán disfrazarlo con el argumento básico de la inevitabilidad de las cosas como si no hubiera siempre una intención humana guiando estos procesos. Hay una diferencia entre INTENCION e INTELIGENCIA humana.
Podemos decir muy sencillamente que Intención es previa a la acción y determinante en cuanto a la dirección de los acontecimientos, en cambio la Inteligencia es más bien una capacidad que nos permite ver entre opciones e interpretar diferencias. Dejemos por un momento a la Intención, ¿Cuál es el límite de la Inteligencia? ¿Y de qué INTELIGENCIA estamos hablando?
Porqué ganarle al campeón mundial de ajedrez puede parecer una proeza pero se trata de un tipo de inteligencia muy específica, muy previsible, muy pautada; veamos el caso de una situación mucho más compleja que una partida de ajedrez: las variables del tránsito en cualquier ciudad moderna, sin embargo, también podrán ser controladas por la navegación automática de los automóviles, algo que se anuncia como aplicado a la vida cotidiana en las próximas décadas.
Cuando una empresa de publicidad enfoca ciertos aspectos en la publicidad de los artículos que quieren vender, lo hace en base a encuestas que le dicen que es lo que está queriendo la gente, no es que sean demasiado inteligentes, del mismo modo actúan los políticos, podrías decir que son personas inteligentes porque venden aquello que los demás quieren comprar…Bueno si a eso le llamamos inteligencia!!! Estamos mal! Podrá decirse que son eficaces, astutos o simplemente oportunistas.
Google y IBM luchan actualmente por la “supremacía cuántica”, estas nuevas máquinas superan en miles o millones de veces la capacidad de los ordenadores más potentes pero ¿podríamos a estos supercomputadoras preguntarles cuestiones de ética y moral, de justicia y de tantos otros temas que hacen a la esencia humana?
Los más fervientes defensores de estos monstruos del cálculo dicen que sí pueden darnos respuestas de esa índole y que también pueden ayudar a un ser humano individual a descifrar problemas existenciales, pareciera que los algoritmos pueden ser más cautos y precisos en la descripción de nuestra vida de que lo que somos capaces por nosotros mismos.
Algunos catedráticos incluso tienen la teoría que podríamos darle entidad jurídica a los robots para que cobren un sueldo, tributen impuestos y se mejoren a sí mismos con las ganancias de sus propios impuestos.
Existe un corrimiento de soberanía desde la esfera de decisión humana a los algoritmos.
Manejar el coche, aceptar las sugerencias de las redes para consumir, confiar en los algoritmos para las citas amorosas, son ejemplos ya instalados cotidianamente, sin embargo que puede pasar si los robots toman más decisiones, como en la novela de Isaac Asimov donde el robot que había logrado autonomía tuvo como deseo más grande: morir para sentirse humano. Esto expresaba Andrew Martin, el robot bicentenario:
“Andrew yacía en el lecho. Sus pensamientos se disipaban. Intentaba agarrarse a ellos con desesperación. ¡Un hombre! ¡Era un hombre! Quería serlo hasta su último pensamiento. Quería disolverse, morir siendo hombre.”
¿Será que lo que define lo humano es su disolución corporal? No lo creo, pero entrar en esta discusión nos alejaría mucho del tema.
La IA tiene una especial particularidad, no sabe lo que hace, no tiene conciencia de sí misma y menos aún conciencia de la vida en general y por supuesto no entra en su campo la dimensión ética ni espiritual del ser humano.
¿Para que sirve entonces la IA? Para un sinfín de cosas, es una maravilla que ha creado el ser humano para facilitarle la vida en sociedad, hasta puede componer hermosas piezas sinfónicas, así que tampoco el arte le es ajeno.
Pero démosle por un momento la pelea ganada a la IA, esta puede establecer relaciones con tantos millones de datos en cuestión de segundos que no hay campeón de ajedrez, ni médico o legislador que pueda competir con ella, pero ¿cuál es su intención? ¿qué grado de conciencia tiene de lo que hace?
Evidentemente no hay punto de comparación entre estos contendientes (humano vs IA) porque hay ciertas características humanas que están directamente ausentes en la IA.
Sería una competencia injusta. La clave es LA INTENCION HUMANA.
Sin embargo, hoy, mucha gente cree que son inteligencias parecidas y por supuesto la IA es millones de veces más rápida.
Parece que se ha despojado al mundo de intención, ¿Cómo se habrá forjado esta percepción? quizás algunos crean que la evidencia de la existencia de una intención humana esté vinculada con la creencia en Dios, un hilo común del que proviene toda la humanidad ¿será que cuando se habló de la muerte de Dios, se interrumpió ese impulso intencional que parecía unir el proceso humano?
Luego, el mundo estuvo empujado por la “mano invisible del mercado” pero cuando este empiece a explotar, como ya lo está haciendo ¿quedaremos a la deriva…?
¿Qué pasa en el mundo que vivimos hoy?
Hay una sensación de que estamos subidos en un carrusel a todo ritmo que terminará haciendo saltar a todos nosotros por los aires, existe la sensación que los líderes políticos no lideran y que mejor que no lo hagan!!!!
Hay una sensación de descontrol y de falta de intención… Esto se ha trasladado a todos los campos, nadie se hace responsable ni siquiera de su propio comportamiento, como si una nube de nada hubiera irrumpido en la atmósfera terrestre y todo sea producto del azar y la avaricia.
Y acá si cabe explicar con más detalle que entendemos por Intención. *1
“Es un concepto complejo que refleja la unidad e interacción de diferentes procesos que predeterminan tal o cual conducta práctica del ser humano. La i. agrupa en sí una cadena de acontecimientos: 1. Enjuiciamiento intuitivo o racional de este deseo como una aspiración de algún objetivo; 2. Formulación para sí y para los demás del sentido de este objetivo; 3. Elección de los medios para su consecución; 4. Acción práctica para su realización. De este modo podemos concebir una i. como determinado fundamento, fuerza, energía de cualquier obra creadora del ser humano, incluida la creación de su propia vida. Sin i. no hay existencia.
Más rigurosamente, la i. ha sido definida desde Brentano en adelante como la característica fundamental de la conciencia. Ya con el arribo y desarrollo del método fenomenológico de Husserl y el aporte de las corrientes de la Existencia (*Existencialismo), la intencionalidad aparece como lo sustantivo de todo fenómeno humano.”
No podemos ser tan arbitrarios de querer competir con la IA porque ella no cuenta con los atributos de la Intención Humana aunque algunos de los resultados de su comportamiento parecieran indicar que sí los tiene.
¡Así que por ahora suspendamos esta competencia!
Podemos hacer un esfuerzo para que sea más visible la intención humana en los procesos sociales y personales, sino corremos el riesgo que nos comparen con las computadoras porque nos hayamos quedado sin intención y sólo cuente la capacidad de cálculo.
Hagamos un esfuerzo para que los líderes, no sólo políticos, sino también religiosos, empresariales, sindicales etc… sean consecuentes en sus acciones y pongan a la Intención Humana guiando sus propios actos y su influencia en las situaciones sociales.
Y que estas personas con influencia en la vida de miles se vean sometidos a la mirada del ciudadano común que también debe evolucionar hacia una vida con intención.
Y por supuesto hagamos un esfuerzo para que a nuestra propia mirada nos veamos cada vez más humanos.
Bienvenida la Inteligencia Artificial porque además de traer muchos beneficios en la vida cotidiana ahorrando energía y haciéndonos la vida más fácil también nos hará esforzarnos para crear una sociedad más humana.
1 Diccionario del Nuevo Humanismo. Silo. Centro Mundial de Estudios Humanistas. Magenta Ediciones. Buenos Aires. 1996.
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