Mercados municipales de artesanías

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñig

En prácticamente todos los lugares del mundo nos encontramos establecimientos dedicados a la venta de artículos con identidad nacional. En una reciente visita a México, observé el apoyo de las autoridades gubernamentales en especial los Ayuntamientos o Municipios hacia sus ciudadanos dedicados a la producción de artesanías. Realmente para el turista local o extranjero es fundamental comprar y llevarse un recuerdo del sitio visitado y la atracción por productos artesanales en materiales como la cerámica, porcelana fría, arcilla, cuero, resinas, hierro, madera, pinturas artesanales, arte religioso, marroquinería, antigüedades, naturaleza muerta, papel, y todo tipo de productos que representan el producto local, souvenirs y en general el arte de la ciudad sea rural o urbana etc.

Según la normativa: “Las municipalidades del país podrán establecer, en las cabeceras del cantón, un mercado libre para uso exclusivo de los productores agropecuarios y artesanos o de las cooperativas de esas actividades con el objeto de abaratar los costos para el consumidor eliminando la intervención del intermediario.

Declárese de interés público el establecimiento de mercados libres y de utilidad pública los terrenos o edificios que sean necesarios para su ubicación, los cuales podrán ser expropiados de acuerdo con los trámites que al respecto establece el Código Municipal.

Con la anterior normativa; es imperativo que las Municipalidades de Costa Rica; tengan la iniciativa e impulsen proyectos sociales en el sentido de facilitarles a los productores y artesanos la exhibición y ventas de sus productos y que no solamente sean los intermediarios los que se dejen las ganancias con sobreprecios del costo de elaboración del producto; como se da en muchos casos. Estos mercados artesanales son una necesidad y los Municipios deben y pueden realizar una inversión; y cobrar un derecho de piso o precio de alquiler a los artesanos; como se hacen en la mayoría de los mercados locales; lo que permitiría el reembolso de dicho egreso, a las arcas municipales.

Con mucha alegría he recibido la noticia de que el próximo lunes 19 de marzo la Municipalidad de San José; finalmente inaugurará el nuevo Mercado de Artesanías; destinado a recibir a los turistas locales y extranjeros; que tendrán un lugar cómodo con parqueo y restaurant y una inversión de 2000 millones de colones. El resto de las municipalidades del país que tienen este tipo de mercados; sigan ayudando a sus artesanos locales y si no puedan instalar establecimientos cómodos que permitan que la estancia de los turistas sea de la manera más adecuada y que los artesanos puedan vender sus productos en las mejores condiciones; ofreciendo un producto de calidad e identidad nacional. Esto debe ser una política pública municipal de alto impacto.

Si bien existe bastante competencia en la venta de los productos artesanales y según los estudios el negocio posee una temporada alta en la época de verano y una baja en el invierno; los turistas pueden visitar los mercados de artesanías locales por lo general en la capital o distrito central de cada cantón que establezca este tipo de mercados. Lo importante es el acompañamiento y ayuda necesaria a los artesanos; y que no sólo se vea como un negocio lucrativo; si no como una inversión social para impulsar y lograr el desarrollo de todos los ciudadanos de su cantón.

Me encontré este concepto en Wikipedia sobre la Artesanía; que es necesario transcribir para una mejor comprensión. “Se refiere tanto al trabajo del artesano (normalmente realizado de forma manual por una persona sin el auxilio de maquinaria o automatizaciones), como al objeto o producto obtenido en el que cada pieza es distinta a las demás. La artesanía como actividad material se diferencian del trabajo en serie o industrial. Para que una artesanía sea tal debe ser trabajada a mano y cuanto menos procesos industriales tenga, más artesanal va a ser. La artesanía es un objeto totalmente cultural, ya que tiene la particularidad de variar dependiendo del contexto social, el paisaje, el clima y la historia del lugar donde se realiza.

Muchas veces no conocemos lo que realmente implica la elaboración de productos artesanales y las características que éste debe de poseer, confundiéndolos con manualidades, armadores u otro tipo de productos.

El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) de México, a través de su «Manual de diferenciación entre artesanía y manualidad»,​ nos señala que la artesanía es:

«Un objeto o producto de identidad cultural comunitaria, hecho por procesos manuales continuos auxiliados por implementos rudimentarios y algunos de función mecánica que aligeran ciertas tareas. La materia prima básica transformada generalmente es obtenida en la región donde habita el artesano. El dominio de las técnicas tradicionales de patrimonio comunitario permite al artesano crear diferentes objetos de variada calidad y maestría, imprimiéndoles, además, valores simbólicos e ideológicos de la cultura local. La artesanía se crea como producto duradero o efímero, y su función original está determinada en el nivel social y cultural, en este sentido puede destinarse para el uso doméstico, ceremonial, ornato, vestuario, o bien como implemento de trabajo…».

Con el objeto de definir a la artesanía y distinguirla de la industria, Eutimio Tovar Rodríguez en «La artesanía su importancia económica y social»​ ha propuesto como definición de artesanía «toda técnica manual creativa, para producir individualmente, bienes y servicios» y por lo tanto ha definido industria como «toda técnica mecánica aplicada, para producir socialmente, bienes y servicios».

Para muchas personas, la artesanía es un término medio entre el diseño y el arte. Para otros es una continuación de los oficios tradicionales, en los que la estética tiene un papel destacado pero el sentido práctico del objeto elaborado es también importante. También quedan algunos artesanos que se dedican a los llamados «oficios tradicionales», pero cada vez son menos. Uno de los principales problemas de la artesanía es la competencia con los productos procedentes de procesos industriales de bajo costo, con apariencia similar a los productos artesanos, pero con menor precio y calidad. Otra dificultad para los artesanos es la forma de comercializar sus productos, ya que es una característica de la artesanía, que se realiza en talleres individuales o de pocas personas, con poca capacidad para llegar al mercado.

Finalmente; invito a los Municipios del país a invertir socialmente en los Mercados de Artesanías; como una forma de ayudar a los productores nacionales y locales. Cada cantón tiene su historia e identidad propia; y es posible darle un producto de calidad al consumidor local y extranjero. Esta es una buena política pública que establece el Código Municipal; y le pertenece tanto a la Alcaldías y los Concejos Municipales impulsar este tipo de iniciativas en beneficio y desarrollo de sus coterráneos y los ciudadanos en general.

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