Monólogos con Pelé *
Lina Barrantes Castegnaro
Costa Rica ocupa uno de los últimos puestos en desarrollo de su infraestructura. Se abren huecos en las calles, se caen puentes, el alcantarillado no da a basto, se inunda todo … Costa Rica está pagando una carísima factura, entre otras cosas, por la corrupción que ha girado al rededor de la reparación de carreteras. Por muchos años, lo único que hicimos fue recarpetear calles.
Hoy, 16 de setiembre de 2013, la única carretera que no se está cayendo a pedazos es la costanera y la 27. Es la única que en caso de un accidente, la respuesta es inmediata, es la única que está bien señalizada. La construcción de esta carretera fue concesionada, y la concesionaria se paga con el peaje que pagamos todo por una determinada cantidad de años.
El trafico en la ciudad, siempre ha sido complicado cuando llueve. Ahora es imposible. Tardar 2 horas en transitar 10 kilómetros, atenta contra la paz social del país. Cualquiera pensará que la alternativa es, como en las grandes ciudades, el transporte público. En Costa Rica no lo es. Las lineas de autobuses y los taxis son concesiones del Ministerio de Obras Publicas y Transportes, pero no funcionan. Los autobuses están en un estado lamentable, hay que esperarlos horas, sus rutas son pésimas. Los taxis, que si pareciera haber suficientes son caros (yo hoy tome dos veces uno para transitar 6 kilómetros cada vez y pague lo mismo que había pagado por rentar un carro la semana pasada por día). Me sorprendió el precio. En esto también pagamos el precio de la corrupción. Las concesiones de buses y de taxis han sido por muchos años un botín político. Los transportistas prestan a los principales partidos políticos su servicio gratuito cuando estos lo requieren, y las concesiones de taxis son adjudicadas muchas veces a militantes. A nadie le importa que servicio prestan. Lo mas increíble es que hace casi 20 años se aprobó la ley 7600 Ley de igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad. Desde entonces, los transportistas no han adecuado sus autobuses; las personas con algún tipo de discapacidad siguen siendo prisioneros en sus casas, por que el transporte público no se ha adecuado. Son 20 años de atraso, muchos gobiernos, y muy diferentes unos de otros. Muchos diputados pudiendo presionar. Entonces, el transporte público no es una alternativa.
Los costarricenses están perdiendo la paciencia. Si sumamos las horas que cada uno de nosotros pasamos o frente al volante, o en un autobús para ir a trabajar o a estudiar, o para salir a divertirnos, esa suma sería deprimente. Hay gente que pasa casi la misma cantidad de horas transportándose que trabajando. Los costarricenses estamos perdiendo la dulzura del carácter. No podemos vernos con nuestros familiares o amigos que no viven cerca. Tengo una amiga que me contó que empieza a trabajar a las 6:30 de la mañana (cuando su horario es a las 8) y termina a las 7 de la noche (cuando su hora de salida son las 4 o 5). Eso implica una disminución importantísima del tiempo en familia. Cuando esta amiga llega a su casa, sus hijas están a punto de acostarse para poder ir a la escuela al día siguiente.
Todo esto es hablando del impacto en el individuo, no del impacto en la economía.
Los años de atraso en el desarrollo de nuestra infraestructura, nos cuestan carísimos. Nuestras condiciones de puertos, carreteras, trenes, etc nos dejan fuera del mercado cuando una empresa decide si se vendrá a instalar a Costa Rica. Ahora, nos vuelve a poner en competencia la estabilidad, la seguridad y la mano de obra educada. Pero cuidado, por que si seguimos pasando 4 o 5 horas al día en presas, podemos perder la dulzura del carácter y ponernos violentos y perder también esa posibilidad de competir.
* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.
Cierto, hasta la paciencia y la dulzura del carácter se nos está colapsando. No podemos continuar así, es urgente empezar a cambiar las cosas en este país. Sí, pero lo primero que debe tomar conciencia este pueblo, es de que no pueden continuar los mismos gobernándonos.(PLN-PUSC). Estos dos partidos han sido los responsables de tanta corrupción, todos lo sabemos: tres ex presidentes ligados a actos de corrupción muy grave, y de ahí para abajo, hasta llegar a todas las instituciones públicas y también privadas. Pareciera que robar es parte de nuestra cultura, lamentablemente el mal ejemplo lo han venido dando, quienes han ocupado altos cargos en los tres poderes del Estado. Es hora de cambiar, hay nuevas alternativas políticas y también dirigentes políticos probados, o cambiamos o caemos en la desgracia que hoy viven muchos países del mundo, producto de la corrupción y de la indiferencia política. «Costa Rica despierta» nos están saqueando.