Un balazo al aire…

Fernando Berrocal

El ministro Michael Soto propone vincular el deporte con los esfuerzos de la Fuerza Pública para combatir la delincuencia y la criminalidad que azotan el país. Es una excelente idea, pero es como un balazo al aire sin ningún efecto en la realidad, mientras esa propuesta no sea parte de una fuerte y nueva política pública integral del Estado Costarricense sobre seguridad ciudadana.

Reitero: el problema no es solo de policía. El país necesita una visión integral y eso es lo que dejó de existir, si es que algún día existió, desde que se dejó de reunir el Consejo de Seguridad establecido en la Ley General de Policía.

A la Fuerza Pública le corresponden las labores policiales de prevención de la delincuencia y al OIJ las propiamente represivas, a las que se integra la Policía de Control de Drogas (PCD). Además, hay otras policías fuera del control de Ministerio de Seguridad Pública y varias Policías Municipales, sin que exista una efectiva articulación y coordinación operativa obligada por una ley de la República, para garantizar un alto nivel de seguridad ciudadana y nacional.

Se debe reformar la Ley General de Policía y formalizar un Sistema de Seguridad Nacional, en que las funciones y las líneas de mando y disciplina funcional y operativa queden establecidas, jerarquizadas y coordinadas o de otra forma el papel de rector que le corresponde al Ministerio de Seguridad Pública no logrará los niveles de eficiencia y apoyo ciudadano que exige la gravísima situación actual de criminalidad y la altísima y peligrosa penetración del narcotráfico y sus enormes consecuencias negativas en varios órdenes, incluyendo el de la corrupción en el sector público y privado de Costa Rica.

Con un Consejo de Seguridad funcionando al más alto nivel, sí se podrían dictar directrices correctas e integrales, para enfrentar esta gravísima situación y no solo desde el fundamental ángulo policial, sino también con acciones necesarias en materia de educación preventiva en escuelas y colegios, fomento de espacios abiertos y comunales y la práctica intensiva del deporte en todo el territorio nacional, así como en el necesario y urgente ámbito de la salud pública y con una amplia y muy activa participación ciudadana.

En ese esfuerzo nacional, como una política pública integral del Estado Costarricense, el papel decisivo de la Fuerza Pública adquirirá gran relevancia y será facilitador y guía en actividades deportivas, culturales, comunitarias y de paz social, sin descuidar las estrictamente policiales que, además, deben ser sometidas a rendición de cuentas periódicas en las comunidades, con la participación de las autoridades municipales y la sociedad civil organizada.

Hasta un proyecto ley, con sentido integral y civilista, presentamos a la Asamblea Legislativa en el año 2014 para reformar la Ley General de Policía.

Mientras tanto y por más buenas intenciones, con acciones parciales y no integrales, en varios órdenes de acción pública, los delincuentes y los narcos seguirán apoderándose del país. Esta sí es una urgente prioridad nacional.