Circunloquio
Yayo Vicente
Nuestro país descansa su seguridad externa en la institucionalidad internacional. La última disputa territorial, de Isla Calero con Nicaragua, fue resuelta sin disparar un fusil. Ambos países confiaron en la Corte Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones Unidas, con sede en el Palacio de la Paz en la Haya (Países Bajos). En esa jurisdicción se deciden las controversias jurídicas entre Estados, de una manera civilizada, su éxito depende de las partes y del respeto al fallo final.La seguridad interna es responsabilidad nuestra y depende del equilibrio de una gran variedad de factores, desde la seguridad ciudadana hasta las habilidades blandas que hacen posible la convivencia entre distintos.
Seguridad Ciudadana
Mucho es la percepción de la población, que se moldea con las noticias de la prensa radial, televisiva y escrita, las redes sociales y las conversaciones diarias con otras personas. Nuestro estado de ánimo nos vuelve más receptivos o refractarios a la información que recabamos. Existen factores que no son de percepción. El enfoque del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), promueve la atención de las causas de los delitos y de la violencia, con medidas preventivas y de control de la criminalidad, la falta de cohesión social, la impunidad, el tráfico de drogas, la proliferación de armas ilegales, el tráfico de seres humanos y la migración.
La meta es fortalecer y proteger el orden democrático, eliminando las amenazas de violencia y permitiendo una coexistencia segura y pacífica. La “Seguridad Ciudadana” es un bien público para garantizar los derechos humanos de la persona: derecho a la vida, a la integridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de movimiento. La Seguridad Ciudadana es más que la reducción de los delitos, su triunfo depende de la calidad de vida de la población, del acceso a un sistema de justicia eficaz y una educación basada en valores, respeto por la ley y la tolerancia.
Habilidades blandas para la convivencia
Tenemos el deber de ser felices y alegres, necesitamos estar optimistas, estar satisfechos y contentos con la realidad y tener esperanza en un futuro todavía mejor.
La “Seguridad Interna” se ve amenazada cuando no existe una “Seguridad Ciudadana” eficaz y se pierden los elementos que nos permiten expresar las habilidades blandas de convivencia. Estamos llegando al límite y las correcciones al problema se están tardando.
País vulnerable
En el país agrícola que fuimos, una plaga en las plantaciones de banano del Caribe, provocó el cierre de las fincas y todavía se percibe el abandono de Limón. Una huelga precipitó la salida de la Compañía Bananera en el Sur-Sur. Un derrumbe interrumpió la Ruta 2 por años y con frecuencia los derrumbes interrumpen la carretera 32. El arreglo del “Puente La Platina” provocó un caos vial por mucho tiempo, el arreglo del pequeño puente en el Bajo de Los Ledezma, convirtió en parqueo al Gran Área Metropolitana. Un choque sin muertos colapsa por horas cualquier autopista y cuando es necesario esperar a un juez, la demora es infinita.
Hemos tenido protestas democráticas con bloqueos y marchas cívicas, que paralizan el tránsito. Todo eso es normal en una democracia efectiva y sabemos que provoca pérdidas en un país que no las necesita. ¿Qué sucedería si las protestas escalan y se dinamita uno o varios puentes, una o varias torres de alta tensión, uno o más planteles de RECOPE? Tenemos un país vulnerable y hasta la fecha solo hemos pasado por pequeñas emergencias naturales y algunas pocas protestas de algunas horas. Son suficientes para imaginar que la destrucción adrede de infraestructura pública nos llevaría a un caos nunca antes vivido y pérdidas inimaginables en los planos financieros y de imagen internacional.
Sabemos cuándo empieza, no dónde termina
Algunos hechos entresacados de la historia pueden dar base para decirlo.
- Juan I de Inglaterra (“Juan Sin Tierra”): su mala gestión terminó con “la revuelta de los barones” que condujo a la firma de la Carta Magna.
- Movimiento del “Tea Party”: movimiento anticolonialista de finales del siglo XVIII llamado Motín del té de Boston o (“Boston Tea Party” en inglés), que protestaba por la aprobación de los impuestos al té. Este mítico acto de desobediencia civil desencadenaría una serie de cambios sociales y políticos que llevarían a las Trece Colonias a convertirse en los Estados Unidos de América.
- Revolución Francesa: Las causas tienen su origen en la falta de libertades individuales, la pobreza extrema y la desigualdad que existía en Francia durante el reinado de Luis XVI y María Antonieta, también el clero y la aristocracia gobernaban con un poder despótico y sin límites. Las masas ciudadanas se opusieron al poder feudal, desobedecieron a la autoridad monárquica, tomaron la Bastilla y le cortaron la cabeza al Rey y la Reina. Nada de eso se hizo para defender las ideas de Robespierre “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, la abolición de la monarquía absoluta y la proclamación de la República, eliminando las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen, pero encendieron la mecha de cambios históricos políticos que cambiaron al mundo.
- Revolución del 48: El apoyo popular es atribuible al descontento contra el régimen Caldero-Comunista y la corrupción económica y electoral. Casi ninguno de los combatientes lo hicieron por las ideas del Grupo de Estudios para Problemas Nacionales o la fundación de la Segunda República socialdemócrata.
Estos cuatro ejemplos son revueltas que empezaron y terminaron bien, pero la historia nos da ejemplos de revueltas que empezaron con buena intención y terminaron mal:
- Martín Lutero, siendo muy católico, quiso modernizar a su Iglesia y terminó dividiéndola.
- Mijaíl Gorbachov, un comunista orgulloso de su país, con la peristroika y glasnot, implosionó a la URSSS que ambicionaba renovar.
Estos ejemplos pretenden ilustrar, que las inconformidades sociales se saben dónde empiezan y que algunas veces terminan bien y otras no tanto. Una vez que la mecha se enciende, por no atenderse su “Causa Raíz”, se pone en entredicho todo el sistema político, incluida la institucionalidad, pero también las actitudes que permiten el respeto y la convivencia social. En otras palabras, se pierde la “Paz Interna”.
Clase media en cuidados intensivos
La “Seguridad Interna”, va más allá de la “Seguridad Ciudadana” y depende de la clase dominante, que, en la Costa Rica de hoy, es la Clase Media.
Si se toman los datos de la Encuesta Nacional de Hogares 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las familias que registran un ingreso entre los ¢433.000 y ¢1.080.000 pertenecen a las capas medias.
La clase media ha estado creciendo de manera sistemática en los últimos 14 años, posiblemente se deba a que la sociedad costarricense ha atravesado un proceso de modernización y globalización. Esa fue la conclusión del estudio La Equidad de Costa Rica, realizado en el contexto de la Política Social y la Política Fiscal, presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en conjunto con el Proyecto Commitment to Equity (Compromiso con la Equidad) de Tulane University.
Según el informe, el país había pasado de una clase media del 18% en 1992 a aproximadamente el 31% en 2002 y el 40% en 2009. Esto coloca a Costa Rica en el cuarto país con el porcentaje más elevado de clase media en América Latina.
Pero el acoso a la clase media es constante e ignorado. Del 2015 al 2022 los cobros judiciales crecieron más de un 100%, al pasar de 424.203 expedientes en el 2015, a 854.083 en el 2021, registrando aumentos cada año. Por supuesto que genera un efecto negativo y de sobrecarga de trabajo en el Poder Judicial, pero también y más importante es la cantidad de familias de clase media bajo el asedio de un cobro, cuyos montos se incrementan con los honorarios profesionales. Si esos números corresponden a familias (en promedio 3,1 miembro por hogar), 2 647 657 costarricenses están en congojas. Sumémosle: precario laboral, salarios que si pagan impuestos y muchos aspectos que recaen en la clase media y a quienes no se les participa en la toma de las decisiones que los afecta.
El tic tac de la explosión social
Dos amagos de violencia acaban de ocurrir en Pérez Zeledón:
- Una por el ordenamiento territorial y los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por Naciones Unidas. Ambas gestiones nobles, de recibo y necesarias.
- La otra una expresión de racismo en un país donde las conductas racistas están bastante disminuidas. Nuestros deportes serían de más bajo nivel sin deportistas de piel negra, costarricenses negros han sido diputados, presidentes legislativos, hoy una mujer negra ocupa la Defensoría de los Habitantes.
“Una chispa y hay’ incendio.»
Francisco -Chico- Morales
Los pezeteños fueron manipulados y conducidos a protestas sin motivo aparente. Esos motivos de vitrina no son los causantes. Negros, mestizos, indígenas, rubios y pelirrojos, tenemos ombligos y ninguna diferencia significativa. Los ODS y sus metas son buenos y aceptables, otra cosa es la estrategia para ejecutarlos y eso lo decide cada país. Por ejemplo, el control de la natalidad se puede hacer con abortos masivos, exigiendo un solo hijo por familia o con educación reproductiva y métodos anticoncepcionales moralmente aceptados por el país en particular.
Poca, muy poca gente leyó y estudió los ODS y sus metas, pero mucha protestó (pueden buscarse en la página de Naciones Unidas).
El presidente Rodrigo Chaves se fue al Parque Vargas en Limón de incendiario, subversivo, arengador para enardecer con mentiras al limonense. Contrataron buses para llevar gente y montaron el “show político”. Además del ridículo y la innecesaria insultadera del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo y su entidad auxiliar, la Contraloría General de la República, ¡NO PASÓ NADA!
En Pérez Zeledón la pólvora está seca y cualquier chispa o pretexto la enciende, en Limón no es así. La diferencia merece una explicación, que bien puede ser la consuetudinaria pobreza en Limón, resistente a verdades y mentiras versus un polo de desarrollo con fuerte economía local y con abundante clase media.
Populismo
El populismo tiene dos caras: el populista y el fanático. Cuando se ataca de frente al populista, el efecto es su consolidación.
Hay que reconocer que el sistema tiene un andamiaje muy complejo y alineado con el modelo prevaleciente. En este caso concreto, en los 80 se crearon las superintendencias para igualar a las entidades financieras, incluida la banca comercial del Estado, «Buenas Prácticas» que vuelven las medidas de salvataje para la clase media, imposibles de aplicar. Por lo que la reforma legal en el tema es condicionante.
El fanático del populista, según las estadísticas es un varón mayor de 45 años sin educación secundaria completa y de clase media. A ese votante es difícil «sacarlo adelante», a la economía del siglo XXI no pudo montarse. Debemos ser imaginativos y no contemplativos
A partir de 1980 empezamos a implementar un modelo económico que dividió la sociedad violentamente en ganadores y perdedores. Los ganadores miran a los perdedores afuera, bajo la lluvia, con indiferencia y desprecio. Los perdedores miran por las vitrinas a los ganadores en su animado y alegre banquete. Odian a quien sea que los haya dejado afuera.
Quien sea que les de consuelo y refugio (pastores u Obras del Espíritu Santo) o que vocifere en contra de catedráticos, magistrados, diputados, jueces, ministros, expresidentes y se limpie con el periódico La Nación (“prensa canalla”), se gana la atención de los perdedores.
Ellos cargan mucha ira contra todo, porque el mundo ha sido injusto con ellos y contra todos porque todos (excepto ellos) los han traicionado o defraudado. No tienen ganas ni espacio síquico para proponer, lo que quisieran es destruir ese mundo injusto, al que ellos no tienen acceso y destruir esas personas que los defraudaron, sobre todo a los triunfadores impíos de ese sistema injusto.
Se llama «ira ciega» porque no tiene meta clara, ni origen claro. Son resentidos, su patología es crónica y casi incurable. Claro, hay muchos que votaron por Rodrigo Chaves que no caen en esa categoría, son los despistados y los «que votan a ganar y alternar”.
En todo caso, el “cáncer” de los partidos progresistas o de centro, no tiene atajos sencillos: de nada sirve un nuevo estatuto, poner en la banca a los líderes existentes, un congreso ideológico, ni siquiera una alianza. Esos partidos de hoy son “Destructores de Sueños”. La experiencia en gobierno los metió en un paradigma tal, que nada se puede hacer. A las nuevas ideas, sueños y esperanzas, le atraviesa leyes, reglamentos, procedimientos y las descarta por inviables.
Al compromiso de la “Lucha Sin Fin” contra la pobreza, se le DEBE agregar el carro de la protección, ampliación y acompañamiento a la clase media. Llenarla otra vez de sueños, esperanza, alegría y confianza en el futuro.
Si eso se logra, se desvanecen las amenazas a la institucionalidad. Desaparece el populismo encantador de serpientes. Renace ese sistema de partidos de compromiso social, generador de la Paz Interna.
Circunloquio viene del latín circumloquium. El Diccionario de Real Academia Española lo define como: “Rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más brevemente”.
Anexo 1
Objetivos de desarrollo sostenible
Como respuesta a los retos climáticos actuales, la hoja de ruta de la ONU hacia la sostenibilidad persigue la disminución de la pobreza y el hambre en el mundo, además de la creación de economías circulares, la mejora de la educación y la protección de los ecosistemas.
Partidos políticos de Ultraderecha, como VOX en España, se oponen a la Agenda 2030. Sus argumentos son:
- Es una agenda globalista ➔ CIERTO
- Destruye las clases medias ➔ FALSO
- Va contra la soberanía de los países ➔ MEDIA VERDAD
- Ataca la familia y la vida ➔ FALSO
Es el tinte global lo que ha causado el rechazo de los grupos políticos más extremistas en distintos países, pero los problemas mundiales deben resolverse con enfoque multinacional y requieren de la cooperación internacional.
Los ODS se defienden solos, basta leerlos. NN.UU. No podría proponer un programa que no se de la aceptación de 190 países y sus expertos en cada campo.
CRÍTICA | RESPUESTA |
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AGENDA GLOBALISTA | Efectivamente, la salud, el hambre, la pobreza y el cambio climático son problemas generalizados y la construcción de las respuestas requiere el concurso de todos los países. |
DESTRUYE LAS CLASE MEDIA | El combate a la pobreza consigue ampliar la clase media. Costa Rica es buen ejemplo de ese proceso social. |
SOBERANÍA DE LOS PAÍSES |
La soberanía y la independencia están sobrevalorados. La creación de la ONU es una confesión. En las últimas décadas la interdependencia entre las naciones es brutal. Una computadora o un vehículo, tiene componentes fabricados en más de 50 países. Una guerra en medio oriente o en los márgenes de la UE, nos golpea. Todos está mundializado: economía, moda, inversiones, tecnología, educación, religión, conocimiento. |
ATACA FAMILIA Y VIDA |
Costa Rica ocupó la mayor tasa de nacimientos de occidente a mediados del siglo XX. Los métodos anticoncepcionales han sido exitosos, no solo para resolver el problema, también incorporó a la mujer a la sociedad (que la tenía limitada a “reproductora”). |
En muchos países africanos, la tragedia por SIDA y exceso de nacimientos provoca que los programas educativos, nutrición y sanitarios, no alcancen. Existen aldeas enteras como pueblos fantasmas por enfermedades que allá son mortales, un analfabetismo ingrato. Una familia con hijos deseados es ejemplo. El embarazo adolescente una tristeza. Los ODS, no promueven el aborto.
La implementación o estrategia de cada Estado para su cumplimiento, puede ser controvertido, pero eso es otra cosa. Renunciar a los ODS, es botar el agua sucia con todo y bebé.
Anexo 2
Ordenamiento territorial
Establecer el marco de referencia espacial necesario para las distintas actividades humanas, ya sean: asentamientos humanos, actividades productivas o de protección de los recursos naturales; señalando a su vez, la vocación de las diversas partes del territorio, para busca orientar y promover, la concreción de una visión de futuro sobre la ciudad y el conjunto de su territorio urbano – rural, a través del propósito colectivo de construir para beneficio de todos sus ciudadanos.
Todos los países modernos, independientemente del sistema o ideología que los gobierne, tienen Ordenamiento Territorial. Oponerse es un contrasentido o la conducción de una protesta social con una agenda oculta.
Veamos lo que nos dice Arturo García Durán:
“Un gran aporte del Plan Nacional de Desarrollo (PND) “Colombia potencia mundial de la vida” fue haberle dado importancia central al ordenamiento territorial. En términos económicos no basta definir qué se produce o se consume, también es necesario definir dónde. Eso hace la diferencia.
Dónde se ubique un agente (hogar o productor) es importante tanto a nivel individual, como colectivo. Miremos primero lo individual. Un hogar que construye una vivienda en una zona inundable o con riesgo de deslizamiento está incurriendo en una inversión con alta probabilidad de perderse. En el caso de productores es frecuente ver siembras en zonas de ladera en tierras que tienen una vocación más forestal o de conservación. En terrenos sin vocación agropecuaria no se van a lograr productividades mínimamente aceptables.
Existen muchos otros ejemplos, pero estos dos sirven para ilustrar los problemas de ubicarse en terrenos no adecuados. El primer problema es que el esfuerzo individual es demasiado alto y poco fructífero. Si la tierra no es adecuada, se va a tener una menor producción respecto a lo que se tendría en una buena tierra con el mismo esfuerzo. Construir viviendas en terrenos de riesgo de derrumbe no solo implica mayores costos en tanto se requieren muros o cimentaciones. Además, el acceso a los servicios es más complejo en cuanto no se traten de zonas planeadas para urbanizarse; también está la posibilidad de perderlo todo ante eventos de deslizamientos, ahora cada vez más posibles y frecuentes con el cambio climático. Esto conlleva menores productividades (a un mismo esfuerzo, los resultados son menores), uno de los grandes problemas del país.
El segundo problema va más allá del productor o el hogar directamente afectado. Aparte de los costos individuales, los derrumbes nos terminan costando a todos, porque el Estado tiene que entrar a atender la emergencia y dar alternativas a los afectados. En el caso del productor que siembre en tierras no adecuadas, algo similar. Con un pobre desempeño productivo, se van a demandar del Estado apoyos para cubrir necesidades básicas, que en principio no necesitaría (o las necesitaría en menor medida) si el mismo esfuerzo se hiciera en una buena tierra.
El tercer problema es la forma en que los ejemplos anteriores, repercuten en terceros. Con frecuencia, los pequeños productores están en las montañas, a las orillas de los ríos o incluso en los páramos, afectando. Esto afecta negativamente las fuentes hídricas en detrimento de productores y poblaciones ubicadas aguas abajo. Ejemplo típico de lo que en economía se denomina “externalidades negativas”.
Un trabajo realizado para el PNUD (Reyes, A. y García, A., 2008) ilustra este círculo vicioso. Vía compra de tierras y violencia, pequeños productores que estaban en la parte central y plana del Cesar terminaron ubicados en la serranía de El Perijá, en donde no se cuenta con mayores bienes públicos (seguridad, vías, acueductos, alcantarillados, comunicaciones, etc.). Para garantizar su provisión de agua, ubican sus viviendas cerca de los ríos o quebradas afectando las rondas y contaminándolas. Al final, quienes están en la serranía no tienen como pueden mejorar sus condiciones de vida y quienes están en la parte baja enfrentan problemas de acceso al agua, lo que incide tanto en la calidad de la vida de la gente como en su productividad. Es lo que en el trabajo presentado a la Misión Rural (Econometría, 2014) se denominaba “dinámicas perversas de ocupación territorial”.
El cuarto problema, y tal vez el más grave en términos de desarrollo, es el de no poder lograr eficiencia colectiva, que junto con la eficiencia individual determinan los niveles de desarrollo (Lucas, R., 2005). El uso más inadecuado de la tierra se da cuando se usa con el propósito de generar rentas asociadas a la su valorización por la inversión de bienes públicos en las zonas adyacentes. Eso, en la práctica equivale a no usar la tierra y obtener rentabilidad simplemente con el “engorde” de la misma. Tierras que al momento de la compra tenían un valor bajo se valorizan con inversiones públicas o por cambios en las normas de uso de estas y luego se venden a precios muy superiores. Es lo que en el trabajo anteriormente mencionado se considera como una forma de “apropiación privada de bienes públicos”. Esta dinámica, que se presenta en todo el país, propicia la dispersión, cuando la eficiencia colectiva necesita procesos de concentración, gracias a la cual los agentes económicos interactúen más, se pueden generar mecanismos asociativos, y así pueden lograr economías de escala, como mayores facilidades logísticas y sinergias.
En ese contexto, un ordenamiento territorial debe tener como prioridad buscar el uso adecuado de la tierra, o lo que es lo mismo, evitar los conflictos en el uso del suelo. No se trata de un esquema en el que centralizadamente se defina qué se debe hacer y qué no. Colombia tiene una institucionalidad (normas, instrumentos, entidades encargadas de las funciones y posibilidades de sanción) bastante adecuada. Lo que falta es aplicarla. Sin embargo, resulta muy ilustrativo que en la actualidad el 87,2% de los municipios del país tienen vencido el plan de ordenamiento territorial, que tienen vigencia de 12 años (Ministerio de Vivienda, 2023).
Al final, un ordenamiento territorial debe propiciar la eficiencia individual y la eficiencia colectiva, que sería la base para que del lado productivo se logren mayores productividades y del lado de los hogares el mayor bienestar posible. La gente con condiciones adecuadas puede desarrollarse autónomamente, lo que se ahorra en subsidios podría liberar recursos al Estado para invertir en bienes y servicios públicos.
En síntesis, se está ante una gran contradicción. Nada más relevante en el desempeño de los agentes económicos que la decisión de dónde ubicarse; pero a la vez nada más ignorado en los planteamientos económicos, que la dimensión espacial. El PND puso el ordenamiento territorial en el centro del debate, pero todavía no se ha avanzado en su implementación. El ingreso de nuevas administraciones territoriales es la oportunidad para avanzar en esta tarea pendiente. No vaya a pasar lo del dicho que se “mata al tigre y le tiene miedo al cuero”.