¡Sí se puede!

Fernando Berrocal

Fernando Berrocal Soto

Iniciando el mes del bicentenario de la Independencia Nacional, Costa Rica ha sido ampliamente reconocida, en la prensa internacional, como líder de categoría mundial en tres importantes escenarios fundamentales:

1.- Por ser el país que, en relación con su tamaño territorial, recibe más inversión extranjera en el mundo:

Traer el mundo a Costa Rica e integrarnos aún más e inteligentemente al mercado internacional es hoy en día una correcta estrategia de desarrollo, atracción de inversión extranjera directa y transferencia de tecnología, para fortalecer al sector privado productivo, generar creación de riqueza y el empleo que necesitamos, aprovechando las reconocidas y ciertas fortalezas de nuestro sistema político y niveles educativos, así como nuestra privilegiada ubicación territorial en el centro de las Américas. Para ello tenemos que acentuar nuestra política exterior y de inversiones hacia la región Asia Pacífico, sin descuidar nuestra histórica relación con los Estados Unidos y Europa. La razón es más que sencilla: sin cacao no se puede hacer chocolate y nuestro futuro está en una fuerte economía de servicios, turismo y exportaciones.

2.- Por ser un ejemplo mundial de conservación y ampliación de su cobertura boscosa:

Esta realidad nos posiciona como un sobresaliente, responsable y competitivo líder ambientalista. Nos da un excelente sello país, en un mundo globalizado en que la singularidad y la diferenciación, en medio del arrollador proceso de globalización, es una condición necesaria e indispensable para progresar económica y socialmente, ajustando nuestro modelo de desarrollo a estos paradigmas vinculados, en esencia, al futuro de la tierra y la humanidad.

3.- Por tener uno de los mejores sistemas de salud del mundo:

Este es uno de los más grandes logros del bicentenario. Nuestra expectativa de vida es superior a la de un estadounidense y de muchos países europeos. Eso es gracias a la CCSS, como columna vertebral de nuestro Estado Social de Derecho y es el resultado de una obra extraordinaria y formidable que arrancó en el excepcional gobierno del doctor Calderón Guardia, consagró la Constitución Política de 1949, universalizó Daniel Oduber y el doctor Guido Miranda y consolidó la medicina preventiva y los EBAIS de José María Figueres y los doctores Herman Weinstock y Álvaro Salas, a la par de cientos de calificados y excelentes profesionales en medicina y sus especialidades, enfermeras, administradores y costarricenses de bien que han dedicado, por décadas, su vida al Sistema de Seguridad Social y a un esfuerzo ejemplar, compartido y solidario entre el Estado, los empleadores y los trabajadores. Esta es la prueba irrefutable de que… ¡Sí se puede!

Ahora, el compromiso del bicentenario de la Independencia Nacional tiene que ser un país con crecimiento económico sostenible, mucho más justo, digno, equitativo y solidario, educación del primer mundo, sin corrupción y con efectiva seguridad ciudadana, conservacionista, verde y sin los inaceptables niveles de pobreza y exclusión social que ensombrecen estas celebraciones.

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