¿Sexi y tonto?

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes

Lina Barrantes Castegnaro

Esta pregunta, parece más bien el inicio de una columna de Carrie Bradshaw en la serie Sex and the City, sin embargo, no ha dejado de darme vueltas en la cabeza debido a recientes acontecimientos políticos nacionales, a los que por ahora no quiero referirme.

Resulta que en otra vida, en una vida pasada, conocí a alguien que reunía tres características para mi incompatibles: tonto, sinvergüenza y supuestamente sexi. A pesar de ser tonto y sinvergüenza, tenía muchísimo éxito con hombres y mujeres con los y las que coqueteaba por igual y en permanencia. Muchas veces nos preguntábamos con algunas amigas y colegas, donde estaría el misterio de su sex-appeal. Nunca encontramos la respuesta, llegando incluso a concluir que las raras éramos nosotras a las que nos parecía que un hombre tonto no tenía atractivos, y mucho menos si además de tonto era un ladroncillo. Lo vimos hacer cosas sorprendentes: juntar social y profesionalmente, esposas, ex esposas, amantes, compañeras y amigos. Todo el mundo parecía relacionarse sin ninguna incomodidad. De pronto, como en una telenovela venezolana, apareció un personaje en la historia a quien llamaban Brujelia, que teniendo poder, puso en riesgo su posición social y profesional, al punto de terminar su matrimonio y su trabajo, por proteger al individuo, quien rápidamente, en cuanto ella dejó de tener poder, dejó de tener interés en ella, como corresponde a un tipo de su calaña.

Gracias a ese supuesto sex-appeal, conseguía “bailarse” a muchísima gente. Sus subalternos y subalternas, pensaban que como las y los amaba les estaba haciendo un favor enorme al contratarlos, sin embargo, pagaba sueldos de hambre que le permitían enriquecerse el, unicamente. Había un abuso enorme de todo el mundo. Un tema de masculinidad curiosa, donde él podía abusar siempre, poniendo a la gente a su alrededor a hacer trabajos indignos y sobre todo muy mal pagados. Un círculo de violencia perfecto, solo que en un universo más grande que una familia.

La reflexión es: ¿qué se considera sexi? ¿Está el sex-appeal determinado por posición social, o económica? ¿Es un asunto de feromonas? ¿Hay parámetros objetivos sobre lo que es sexi? Esa construcción social que determina lo que es sexi, ¿en qué se fundamenta?

Muchas veces pensé que el estereotipo de éxito estaba asociado con lo sexi (hombre blanco, sin ninguna discapacidad, con dinero, posición social, etc, así como el de la mujer, flaca, con tacones altos, ojala bien altos, que no tenga muchas posiciones frente a nada, sumisa, que no trabaje y espere a su marido al final de la tarde con un trago y una boquita), sin embargo, hay otros estereotipos (músico popular, flaco, un poco descuidado en su físico, el pelo de determinado largo y mujeriego). Está también el hombre que tiene mucho dinero, o sea poder, que es fácilmente atractivo a muchas mujeres. Pero: ¿no importa de dónde viene ese dinero? Pareciera que no… los narcos tienen muchas mujeres. Y mujeriego… ¿Cómo puede resultarle atractivo a una mujer que un hombre ande con muchas mujeres? No sé, es al menos curioso…

En mi caso concluyo que: lo único menos sexi que un hombre tonto es uno que además sea un pillo. ¿Seré normal?

EVALUE ESTA COLUMNA
1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (8 votos, promedio: 4,88 de 5)
Cargando...

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.

Revise también

William Méndez

La verdad incómoda

William Méndez Garita Pretendo llamar a la reflexión en estas cortas líneas sobre el uso …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *