La seriedad de la política en broma y con fisga
William Hayden Quintero
Desinflada y fría por la ausencia de votantes, el pasado domingo fue la convención del Partido Liberación Nacional (PLN). Con un pomposo discurso del posible futuro aspirante presidencial para el 2030 que duró cerca de 20 minutos, el presidente del Tribunal de Elecciones dio a conocer a las nueve de la noche el corte de los votos emitidos con el 50% de las mesas contadas, con un total de 71.390 le daban el gane por tandeada del 81,4% al precandidato Álvaro Ramos. En segundo lugar, Gilbert Jiménez con 6.648 (9,6%), el tercero Carolina Delgado con 3,238 (4,6%) y de último Marvin Taylor con 2.942 (4,2%). ¡Que fracaso Mae! Ni para la masa del perico. Que pelada tan costosa de veinte millones de colones por jupa en solo derechos de participar. Achara plata. No funcionaron las teorías de la conspiración sobre Turqueso quien iba a recibir el voto masivo del chavismo, y si lo hicieron, están en la calle. Carolina Delgado además de plata perdió dos años de recorrer el país para nada y estaba tan frustrada que hizo un berrinchito, se fue del hotel que era su cuartel de la esperanza de ganar, no esperó el conteo de los votos y no tuvo la decencia de aceptar la derrota y felicitar a Ramos como lo hizo espontáneamente Marvin Taylor y a regañadientes Gilbert Jiménez. Con su sabiduría de gallo viejo con el ala mata, Enrique Castillo se dio cuenta a tiempo del desastre que venía y salió corriendo como el León Melquiades. Ojo Ramos. Castillo sería una buena ficha para diputado por el primer lugar por San José en su camino de depurar al PLN.El triunfo de Álvaro Ramos no fue ninguna sorpresa. Ya se veía venir, fue un precandidato auténtico, genuino, diferente a los que estamos acostumbrados en la historia electoral del país. Tiene un aura rarísima. Fue el preferido de las viejas y mañosas cúpulas del partido que sin ser él liberacionista lo metieron empujado por la cocina. Pero aparte de este bañito en la pila bautismal de las componendas sin lugar a duda era el mejor precandidato. Joven, atractivo, inocentón con carita de carajillo, da la sensación de un niño abandonado despertando el instinto maternal de las mamases, ni qué decir del sexo femenino maduro que lo ve como una ternurita desamparada y lo protegían con dulzura. Muy buen y excelente profesional con muchos títulos académicos, víctima del despotismo de Rodrigo Chaves que lo echó a patadas de la Caja y con el odio que ese personaje genera en la población es la ficha ideal para vencer al chavismo en el 2026. Los jóvenes lo poyaron, es uno de ellos, pero tuvieron que pelearla con los viejillos busca chambas y de huesos públicos quienes con más olfato que sabuesos hambrientos le olisquearon el triunfo y ligeritos se le arrimaron, le hacían ojitos y miraditas acarameladas, además bajo el eslogan de quien a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija dejaron huérfanos de apoyo y dirigencia a los otros tres precandidatos.
A causa de su condición auditiva siempre fue sobreprotegido por sus padres que lo sacaron adelante contra viento y marea, acostumbrados a protegerlo lo acompañaron en casi todos los mítines, eran padres e hijos en campaña. Álvaro Ramírez con su experiencia figuerista fue un buen jefe de campaña, a veces cabizbajo, tal vez por celos: por qué el y no yo se decía mientras lo miraba de reojo, medio cabreado, le montó una buena campaña roba corazones y fue de antología la frase y los videos en donde decía Álvaro Ramos con cara de monaguillo: Nací sordo, pero Dios me dio la capacidad de escuchar las quejas y necesidades de mi pueblo, las escuché, las apunté muy bien y las voy a resolver con prioridad en mi gobierno. Para mí lo mejor de su discurso. Se ganó a los gamonales de los pueblos viéndose diputados ya que promueve diputados hasta tirar para arriba. Cosa rarísima, en sus discursos y agradecimientos, olvidó a la Virgencita de los Ángeles, no la mencionó para nada, ni fue a misa ¿Será descreído? pero al día siguiente lunes salió soplado a la Asamblea Legislativa a garantizarle a Rodrigo Arias el voto de la fracción del PLN para que continuara como presidente del Directorio. Esto fue una metida de patas, me pareció mucho entreguismo servil. Deber cuidarse y desligarse de los ayatolas. Si ya los utilizó, hay que deshacerse de ellos como Kleenex usado. Así es la política y nada de caritas.
En números la votación fue un tremendo fracaso. Con supuestos 142.780 votos del cien por ciento de las mesas, que aún no lo sabemos porque el PLN no ha dado a conocer el conteo total final, el partido se achicó en un 64,6 % comparado con la convención de junio del 2021 en donde votaron 402.794 personas. Si el padrón electoral para febrero del 2026 es de 3.688.700 votantes y suponiendo un abstencionismo del 42%, votaría en esa fecha 2.139.446 y para ganar en primera vuelta el PLN necesita el 40%, esto es de 855.778 votos. Jamás de los jamases. ¿De adonde los va a sacar? Puede ir a una segunda ronda si obtiene el 30% como máximo. La mona no está para tafetanes y festejos. Duro es el camino que le espera a Álvaro Ramos para encantar a los liberacionistas y al resto de la población con un chavismo que realmente no conocemos su tamaño poque ahorita es de puro humo y “des-Chaves-tadas.