Fernando Berrocal
En términos prácticos y realistas, en este país solo es inconstitucional lo que la Sala IV declare que es inconstitucional. Eso lo sabemos todos, sin necesidad de ser abogados o especialistas en Derecho Constitucional.Por eso, es bueno que don Carlos Alvarado someta a consideración de la Sala IV si su comparecencia como Presidente de la República, ante la Comisión Investigadora de la UPAD en la Asamblea Legislativa, es inconstitucional y, más aún, si con ello se rompió el orden constitucional y la separación de Poderes.
Mi opinión de abogado es que no y que esa comparecencia, ante una Comisión de Investigación, es perfectamente legal y constitucional y que no se rompió el orden constitucional, ni la separación entre los Poderes del Estado y que la Diputada Silvia Hernández, presidenta de esa Comisión Investigadora, lo hizo con inteligencia y firmeza, manteniendo dicha comparecencia dentro de los límites precisos de sus términos legales de referencia. El hecho de que se haya realizado en el salón del plenario es solo anecdótico y de espacio físico.
Pero veremos que dice la Sala IV. Esa resolución escrita es fundamental.
Más allá de este tema, hay otro aún más fundamental y es la crisis del presidencialismo en Costa Rica y la necesidad de evolucionar hacia un Sistema Semi Parlamentario o Semi Presidencialista. Aquí estamos ante una necesidad.
Nuestra democracia no solo está preparada para ello, sino que éste último hecho y el debate que ha suscitado, debe llevarnos a ese otro análisis e igualmente a una propuesta de reforma constitucional que, desde, hace años se discute en el país y, sin la cual, no es posible evolucionar más allá del actual presidencialismo en crisis y es la forma de elección de nuestros diputados a la Asamblea Legislativa. La forma actual de elección está en crisis y no refleja la realidad política nacional en el presente.
La democracia es un sistema vivo con amplia participación ciudadana, dentro de un Estado de Derecho. Como sistema vivo es un sistema en permanente evolución y cambio. La Constitución Política de 1949 hace aguas por muchas partes y uno de los temas esenciales que debemos debatir y resolver, es el de la Reforma Política, para adaptar nuestro sistema democrático a las nuevas exigencias de la realidad, sobre todo después de la gran revolución de las comunicaciones y en un país que cuenta con una ciudadanía bien educada e informada.
¿Acaso no está en crisis el actual sistema de partidos políticos, cuando entre el 65 y el 70% de sus ciudadanos con derecho a voto, se declaran sin partido político? ¿Quién representa a esos ciudadanos críticos y sin partido político?
Evolucionemos a un sistema de Distritos Electorales y de listas nacionales para democratizar aún más nuestra democracia y elegir nuestros diputados y, como contraparte, evolucionemos a un moderno sistema semi presidencialista, con reglas claras de acción, control y división entre los cuatro poderes del Estado.