Ocean Castillo Loría
En los últimos días del año pasado, gracias al programa de radio, “Rompiendo el Silencio”, estuvimos tocando temas propios del cristianismo. Uno de ellos fue: “Jesús en los Evangelios Apócrifos”. El texto completo de esa conferencia a continuación:
Sin entrar en la literalidad de la palabra apócrifo, podemos decir que refiere a un texto cuya autoridad es dudosa (San Jerónimo decía que un apócrifo no tiene inspiración divina). Muchos de los textos apócrifos, son colocados bajo el nombre de un apóstol, pero tienen un contenido herético.
Pese a ello, esa literatura sirve para el estudio del cristianismo de tipo heterodoxo, si se quiere diferente, al que podemos llamar el “cristianismo oficial” y que éste combatió en gran medida. Actualmente hay teólogos cristianos que “re estudian” los textos apócrifos para comprender la historia del cristianismo.
Uno de ellos, es el belga Eduardo Hornaert, quien dice que hay que leer críticamente la Biblia y hay que atreverse a analizar (“tocar”) los textos, así como, evitar lecturas fundamentalistas (Es decir, limitarse a lo escrito, sin comprender el mensaje que trasmite)
En el caso de los textos apócrifos, hay que tener presente, que sus autores no son teólogos (Contrario a los autores de los Evangelios canónicos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan); muchos de esos textos abordan la cotidianidad (Por ejemplo, la infancia de Jesús, pero también hay que decir que hay textos apócrifos, que no refieren a lo cotidiano, estos son los llamados “evangelios gnósticos”)
En esa línea, para la “teología oficial”, esos textos tienen poco valor. A pesar de eso, algunos de los pasajes apócrifos influyen en los Evangelios como los relatos de la infancia de Mateo y Lucas (Tal es el caso del Proto evangelio de Santiago)
Otro teólogo cristiano que ha retomado el estudio de los apócrifos, es el chileno – costarricense, Pablo Richard, quien recuerda que la primera lista de libros del Nuevo Testamento, aceptada en el cristianismo es del año 200.
Richard dice que los apócrifos deben ser estudiados tomando en cuenta como se hace en el estudio de los Evangelios Canónicos, los criterios de: autoridad, género literario y cercanía o lejanía de los acontecimientos históricos.
En el cristianismo (Visto así, de manera amplia), hay varios textos apócrifos: evangelios, apocalipsis apócrifos, hechos apócrifos de los apóstoles y epístolas apócrifas de los apóstoles. Nosotros, en esta exposición, nos vamos a centrar en los evangelios apócrifos.
Como lo hemos dicho, en estos textos hay desviaciones (Herejías), a la doctrina cristiana, esas desviaciones, buscan legitimarse al ser revestidas de autenticidad (por ejemplo al señalar la autoría de un apóstol)
Pero también hemos dicho que un texto como el Proto evangelio de Santiago, influyó en Evangelios como Mateo y Lucas (Hay que decir que los llamados evangelios de la natividad, contrario a otros textos apócrifos, han llegado a nosotros enteros).
En el caso del Proto evangelio, el objetivo era defender a la figura de Jesús de las calumnias judías (Por ejemplo, que Jesús había nacido como fruto de una violación de un soldado romano a María). En suma, en ese texto, se defiende la virginidad perpetua de María (En un pasaje del Proto Evangelio, la partera Salomé examina la virginidad de María y en el llamado evangelio del Pseudo Mateo, el tema del nacimiento divino, se extiende a María: es decir, ella estaría llena del Espíritu Santo, desde el vientre de Ana, su madre)
Como es sabido, la virginidad perpetua de María, será luego, una doctrina importantísima en el credo católico. El Proto evangelio, data del siglo II (La mayoría de los apócrifos se datan entre los siglos II y III, los Evangelios canónicos son del siglo I, siendo el primero el de San Marcos y el último el de San Juan. Pese a ello, varios investigadores sostienen que por lo menos los llamados evangelios gnósticos, son de datación anterior)
Como ya hemos citado, tanto el Proto evangelio de Santiago y el evangelio del Pseudo Mateo, tienen un uso excesivo de la imaginación.
Hay otro texto apócrifo, llamado el “evangelio gnóstico de Tomás”, que contiene dichos de Jesús, algunos, parecen ser verdaderos.
Por otro lado, se dice que los evangelios apócrifos, han sido escondidos u ocultados por la Iglesia Católica Romana. Esto es falso: la mejor traducción de los evangelios apócrifos, es de una editorial católica: la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), de Aurelio Santos Otero.
Este autor, expresa que los evangelios canónicos, comienzan a ser escritos a mitad del siglo I y fueron escritos para comunidades distintas:
• Mateo: a las comunidades cristianas judías.
• Marcos, Lucas y Juan: a comunidades cristianas gentiles.
Ahora bien, como ya hemos dicho, en los textos apócrifos, se encuentran desviaciones o herejías a la doctrina cristiana y repetimos, muchos de estos textos, se datan en los siglos II y III. Se dice que muchos de esos textos tienen una revelación secreta, dirigida a un pequeño grupo de elegidos o iniciados.
Es el caso de los ya mencionados “evangelios gnósticos”, ellos son definidos así, pues tienen por base el gnosticismo, que en términos simples, es un movimiento filosófico y religioso que se desarrolló entre los siglos I y IV. Las enseñanzas de este movimiento, penetran en el cristianismo, por medio de estos escritos llamados “evangelios gnósticos”.
También ya hemos visto que hay textos apócrifos que no son gnósticos y que fueron muy exitosos, volvemos a ejemplificar con el Proto evangelio de Santiago, de donde se derivan otros textos: se dice que algunos pasajes del llamado evangelio de Nicodemo y el libro de Juan Evangelista (En este último aparece la asunción de María, que hoy es dogma en el catolicismo romano)
En cuanto a textos apócrifos, muchos de ellos han desaparecido, más que como fruto de una persecución, como consecuencia de lo que ha pasado con la mayoría de la literatura antigua. Sobre los apócrifos, sabemos de muchos de ellos, porque han sido incorporados a liturgias de comunidades de fe o iglesias como la Bizantina (Esta es una Iglesia Oriental Católica, en comunión con Roma)
Otro impulso al conocimiento de los textos apócrifos, fue el descubrimiento de los textos de Nag Hammadi, hecho acaecido a mediados del siglo XX.
Por otra parte, repetimos que hay elementos de la visión o teología católica romana, que provienen de los apócrifos (Los no gnósticos), por ejemplo, en el llamado evangelio del pseudo Mateo, se mira la presencia del buey y el asno en la natividad (Cuadro basado en Isaías 1: 3. Lo que podríamos llamar la historia oficial de la Iglesia sostiene que, San Francisco de Asís, el creador del “portal”, basa en el texto del Antiguo Testamento, la aparición de los animales en la representación)
Lo cierto es que los textos apócrifos, no gnósticos, fueron muy populares en la edad media (No es extraño que de esos textos y esas épocas derivan el buey y la mula en nuestros portales o los nombres de los Magos de Oriente). A esto se suma, que los Padres Apostólicos (Autores de los primeros tres siglos del cristianismo), asumen e interpretan las tradiciones.
Pasamos a hablar un poco de los evangelios apócrifos y el gnosticismo, debemos hablar del ya citado hallazgo de Nag Hammadi: este evento se dio en diciembre de 1945, cuando unos campesinos encontraron cerca de mil páginas de papiro. 53 textos con posible origen en el siglo IV. Estos textos, eran una traducción del griego al copto.
El material contenía: evangelios (Por ejemplo los de Tomás y Felipe), apocalipsis, tratados teológicos y palabras atribuidas a Jesús.
Existe una hipótesis del porqué, esos documentos estaban donde fueron encontrados: en el año 367, San Atanasio de Alejandría, emite un decreto contra los textos apócrifos, por ello, es probable que se hayan hecho copias de los textos que fueron escondidas en la cueva antes mencionada.
Por otra parte, hay que repetir que el primer intento de construir un canon del Nuevo Testamento, se da entre los años 170 y 200 y es conocido como el Código de Muratori. Este contemplaba:
• Los 4 evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
• El Apocalipsis de Juan.
• 13 cartas de San Pablo (Actualmente, se acepta que originales de este autor son menos)
En este listado faltaban el texto de los Hebreos (Lo que comúnmente se conoce como la carta a los Hebreos y hoy se sabe que no es una carta, sino, que es una especie de homilía) y las Epístolas de Pedro (Algunas comunidades de fe, aceptaban el apocalipsis apócrifo de Pedro)
Será en el Concilio de Laodicea del 363, cuando se prohíbe leer los apócrifos (Esta prohibición la confirmará luego Pío IX). La fijación del canon del Nuevo Testamento se dará en el 1546, en el Concilio de Trento.
Para el Concilio Vaticano II, se da la Constitución “Dei Verbum”, donde se expresa que Dios se revela a sí mismo y a su voluntad; que Dios se ha revelado a la Iglesia y en esa revelación es claro que, los Evangelios del Nuevo Testamento, tienen la siguiente autoría (Esto posiblemente basado en el antiquísimo testimonio de Papías):
• Mateo: corresponde al apóstol.
• Marcos: Escrito por el secretario de Pedro, a partir de las experiencias de éste.
• Lucas: Colaborador de Pablo, escribe por la investigación que realiza de la vida de Jesucristo.
• Juan: Corresponde al apóstol.
De ahí que, otros textos llamados evangelios (Algunos especialistas dicen que son mal llamados así, pues el “Evangelio”, es un género literario muy particular), son apócrifos y de nuevo, entre ellos, los hay no gnósticos y los gnósticos.
Volviendo al gnosticismo, si bien, en él hay corrientes muy variadas, se pueden distinguir las siguientes tesis:
• Dios está separado de la materia (Por eso se niega la encarnación)
• Entre Dios y la materia hay seres intermedios (Eones). Los eones son menores que Dios.
• Dios manda a Jesús (Uno de los eones), para salvarnos del pecado. Jesús vino a la tierra en un cuerpo aparente (Por eso no sufrió en la crucifixión)
• El gnosticismo presenta un dualismo: el hombre tiene un componente malo (La materia, su cuerpo) y un componente bueno (Su espíritu)
• Para salvarse, el ser humano debe acceder a un conocimiento oculto. Jesús es el que revela ese conocimiento.
• Como ya lo dijimos, el auge del gnosticismo, se da entre los siglos I y IV, presentando una enseñanza elitista.
Entre los llamados evangelios gnósticos, se encuentra el evangelio de Felipe, en él (Como en otros textos de ese tipo), se dice que hay quienes pueden acceder a la gnosis y quienes no pueden acceder a ella. Asimismo, en este texto, se acepta el sacramento del bautismo, pero como tesis gnóstica, se niega la corporeidad de Cristo.
Ahora bien, independientemente del tipo de evangelio apócrifo del que se trate, ellos nos muestran a “otro Jesús”, que no es el “Cristo de la fe” (Categoría de la teología que estudia a Cristo, partiendo de la premisa de que es el Hijo de Dios); ni es el “Jesús histórico” (Categoría de la teología que estudia a Jesús, sin partir de la premisa de que es el Hijo de Dios)
El Jesús de los evangelios apócrifos, es de leyenda popular, o reinterpretado por el gnosticismo. El Jesús de los Evangelios canónicos, democratiza la enseñanza, ya sea directamente (A sus Apóstoles) o por parábolas (Al resto de la gente), el “Jesús gnóstico”, restringe y hace elitista su enseñanza.
Por otra parte, hay algunos textos de la infancia de Jesús (Por ejemplo el “evangelio de Tomás filósofo”), que buscan una conexión entre el niño Jesús y el Jesús adulto en su vida pública (Del bautismo a la crucifixión)
Ahora bien, volvamos al punto del ocultamiento de los apócrifos: ya hemos probado que la Iglesia Católica no ha querido ocultarlos, pero sí hay evidencia, en el sentido de que la comunidad científica, quiso hacerlo (Esto con los descubrimientos en Nag Hammadi), ello por competencia, para ver quién los publicaba primero.
Otro punto que es claro, es que la formación del canon del Nuevo Testamento llevó mucho tiempo en su consolidación, por lo que ha y hipótesis en el sentido, de que una parte de ese proceso fue el combate al gnosticismo (Antes del descubrimiento de Nag Hammmadi, se sabía de los apócrifos, por el texto de San Ireneo, contra las herejías)
En lo que refiere a los Evangelios Canónicos, ellos parten de una tradición oral, que se vierte en una tradición escrita, siendo los primeros escritos los de la pasión y crucifixión de Cristo. En ese proceso la teología cristiana (Cuando menos la Católica Romana), considera que las comunidades de fe, tenían una sensibilidad para definir la veracidad de los escritos.
En el caso de la infancia de Jesús, conforme a San Lucas (Capítulo 2, versículo 52), para algunos estudiosos, se reflejan dos cosas: la primera, que en el caso del tercer Evangelio, Lucas logra el testimonio de la virgen María sobre los primeros años de Cristo y dos, que esa infancia, se desarrolló con normalidad.
Lo que debe tenerse claro es, que la historia (Tradición oral) de Jesús, comienza con la resurrección. Los discípulos se dan cuenta de que Jesús es el Mesías y comienzan a profundizar en las profecías (Por ejemplo Mateo); comienza a asumir importancia desde esa óptica, la vida pública de Jesús (Marcos) y propiamente, la exposición y concreción del mensaje de Jesús: el Reino de Dios.
Esta es la acción teológica de los autores de los Evangelios Canónicos, con esto, se refuta una idea común entre los mismos cristianos, en el sentido de que los Evangelistas eran periodistas o biógrafos de Jesús. Repetimos: los Evangelistas son teólogos que miran la predicación y acción de Jesús, desde la fe en él (El “Cristo de la fe”)
Ahora bien, para algunos estudiosos, hay cristianismos, más que un solo cristianismo y entre esos cristianismos, hay algunos de tipo gnóstico. Otros especialistas, lo que sostienen es que el gnosticismo se introdujo en sectores del cristianismo como herejía (En esa óptica muchos de los pasajes por ejemplo de 1 de Juan, buscarían refutar el gnosticismo)
Otro punto, es la tesis de que tópicos como: el nacimiento virginal, un personaje o personalidad que tiene una enseñanza especial (En el caso del cristianismo Jesús y la muerte y resurrección de ese personaje o personalidad, no son propios del cristianismo, sino, que ya están contenidos en otras religiones por ejemplo, las llamadas mistéricas de Egipto.
La cosa es que en el caso del cristianismo, habría claros testigos de:
• El nacimiento virginal de Jesús (Testimonio de María a Lucas)
• Jesús tenía un mensaje que predica y concreta: el Reino de los cielos (Mateo) o Reino de Dios (Marcos, Lucas); así como una relación con Dios – Padre al que llama “abba” (Papito)
• Jesús muere a manos de las autoridades judías y romanas.
• Jesús resucita de entre los muertos (Se presentan los signos de la tumba vacía y la muerte de personas que creen en él. Aquí se impone el sentido común de que nadie moriría por una mentira)
Volviendo a los llamados evangelios gnósticos, éstos son altamente simbólicos y para comprenderlos hay que entender el simbolismo en el gnosticismo.
En muchos de esos textos, la mujer tiene un papel importante: es el caso de María Magdalena (Pero ese papel también se mira en los Evangelios Canónicos, por ejemplo en el Evangelio de San Juan, capítulo 20, versículos del 11 al 18; Magdalena es la “Apóstol de los Apóstoles”, pues ella debe comunicar a ellos la resurrección de Jesucristo)
Otro elemento está relacionado con el liderazgo de los apóstoles, en el caso de los evangelios gnósticos, tal liderazgo varía dependiendo del énfasis del texto en un discípulo o discípula, determinado:
• María Magdalena (En el evangelio que lleva su nombre)
• Hay textos en los que el líder sería Santiago.
• Judas Iscariote (En el evangelio de Judas)
En el caso de los Evangelios Canónicos, de un modo u otro, queda claro el liderazgo de Pedro.
Volviendo al tema de la mujer, no debe perderse de vista que, las primeras iglesias cristianas eran domésticas, lo que colocaba a las mujeres en una posición trascendental. Pese a ello, no se puede negar que el papel de la mujer generó tensión en algunas teologías cristianas (Es el caso del mismo San Pablo)
Por otro lado, algunos autores reconocen que en el Evangelio de San Juan, hay influencias gnósticas, esto, entre otras razones, porque este Evangelio es el más tardío.
Algunos defensores de los evangelios gnósticos como poseedores de una verdad particular, dicen que no es extraño que se diga que Jesús poseía poderes desde su niñez, tomando en cuenta que por ejemplo, el Talmud sostiene que Jesús aprendió magia en Egipto. La evidencia pierde valor en dos sentidos: el primero, que el relato de la huída a Egipto, debe ser considerado más simbólico que histórico y dos, el hecho de que el Talmud es claramente anticristiano.
Muchos de esos mismos defensores (Volviendo al tema del papel de la mujer), dicen que la Iglesia Católica Romana ha apartado a la mujer, cosa que es falsa, para lo que bastan dos evidencias básicas: una, la misma María Magdalena es Santa (Además ya hemos dicho que Magdalena es considerada “Apóstol de los Apóstoles”), conteste al santoral de la Iglesia, y dos, el papel de la virgen María en la teología católica.
En la esfera de los Evangelios Canónicos, se muestra la cercanía de Jesús a las mujeres, por ejemplo, en Lucas, capítulo 8, versículos del 1 al 3. Textos como el citado, son importantes pues el contexto particular del judaísmo del siglo I es machista y la enseñanza y acción de Jesús, es liberadora de la mujer.
También hemos dicho ya, que en el caso de los llamados evangelios gnósticos, éstos, deben ser interpretados a la luz de los símbolos del gnosticismo. Un ejemplo de ello, es la manera en que en su momento cierta prensa enfocó un texto del evangelio de Felipe, donde se dice que Jesús besa a la Magdalena, desconociendo que, el beso en el gnosticismo, es un símbolo de la transmisión de esa sabiduría que presenta (Gnosis)
En suma que temas como el presentado, siguen poniendo a Jesús en la palestra del debate independientemente de la creencia que se tenga sobre él.