La Patrulla de Bares: Birra con Amor (Costa Rica Beer Factory)

Especial para Cambio Político

Misión: Costa Rica Beer Factory Dónde: Barrio Escalante, 100 metros al sur del Fresh Market (ver mapa)

Decidimos ir a patrullar barrio Escalante en la época decembrina, que es reconocido como el corazón gastronómico y cultural de San José. Ubicado en el este de San José, se ha consolidado como uno de los destinos más vibrantes y cosmopolitas de la ciudad. Reconocido por su atmósfera bohemia y su variada oferta cultural y culinaria, este barrio combina el encanto de la arquitectura tradicional con la energía de un espacio en constante evolución.

Originalmente un barrio residencial de clase media-alta, Escalante conserva casas de estilo colonial y neocolonial que evocan su pasado tranquilo. Sin embargo, en las últimas décadas, ha experimentado una transformación, convirtiéndose en un epicentro de innovación culinaria y cultural.

En la actualidad barrio Escalante es conocido como la capital gastronómica de San José. Sus calles están repletas de restaurantes, cafeterías, cervecerías artesanales y bares, ofreciendo una experiencia culinaria diversa. Desde platillos tradicionales costarricenses hasta propuestas internacionales de vanguardia, el barrio satisface todos los gustos. Lugares como el Paseo Gastronómico La Luz reúnen a locales y visitantes en una celebración de sabores y creatividad.

Fue así como, siguiendo la recomendación de otro patrullero, fuimos a visitar la Costa Rica Beer Factory, conocida también como CRBF, y nos hicimos eco de su lema “Birra con Amor”. Está ubicado 100 metros al sur del Fresh Market de barrio Escalante, casa blanca esquinera o lo que es lo mismo en avenida 7, calle 33.

Costa Rica Beer Factory es mucho más que un bar; es un punto de encuentro para amantes de la buena cerveza y la gastronomía. De hecho puede ser incluida sin problemas en la categoría de gastropub.

El local es una de esas casas bonitas de las que hay en Escalante, con un diseño que mezcla elementos rústicos e industriales (ahí mismo se encuentra la microcervecería), grandes mesas comunitarias y una terraza al aire libre. La arreglaron muy bien con el motivo cervecero, pero no como muchas cantinas o bares, que están llenas de tiliches por todo lado de una forma caótica. No, no, en Costa Rica Beer Factory todo tiene una razón de ser y está bien ubicado, a pesar de que son muchas cosas entre cuadros, adornos, etc. Se ve que cuidaron los detalles. También montaron “El Museo”, una pequeña sala con dos anaqueles con muchas botellas y latas de cerveza. Un bonito detalle. Igualmente hay una pared con todos los premios y pergaminos que les han otorgado por sus cervezas. Incluso hay una mesa con una cubierta de vidrio, donde se pueden apreciar una gran cantidad de chapas de botellas de cerveza. El techo es capítulo aparte, tienen que verlo, es algo especial, incluso hay lámparas hechas con botellas de cerveza. Lo anterior junto al cálido ambiente, es uno de sus principales atractivos.

Como era la época de fin de año, parte de la decoración era navideña, pero muy especial porque era a base de botellas de cerveza. Tenían un árbol de navidad hecho con botellas de cerveza, y los marcos de las puertas con luces navideñas a las que también le colgaban botellas de cerveza. Realmente muy original y llevando al límite el concepto cervecero del lugar.

Costa Rica Beer Factory es conocido por su propuesta gastronómica. El menú combina sabores tradicionales costarricenses con toques modernos, destacándose platos como hamburguesas gourmet, tacos artesanales con opciones vegetarianas keto. La cata fue generosa, empezamos con los gajos de papa con sal y paprika especial, servidos con una capa de queso mozzarella derretido y la salsa de la casa alioli; estaban buenos, aunque los sentimos un poco secos. Los diablos a caballo le hacen honor a la boca gourmet, son cinco dátiles rellenos de chorizo español, envueltos en tocineta, acompañados de salsa de maracuyá ¡que delicia! un verdadero manjar que hizo que nuestro paladar llegara al nirvana. Los dedos de pollo, empanizados en panko acompañados de los gajos de papa de la casa, y una salsa de mostaza de maracuyá; la porción es grande y estaban deliciosos, definitivamente la salsa de maracuyá le da un sabor muy especial. La mozzarella crocante son los conocidos dedos de queso mozzarella cubiertos con panko crocante, acompañados de salsa de pizza y guacamole; son solo tres, pero bien grandes. Los aros de cebolla son seis aros crocantes, dos con delicioso tocino, y cuatro originales, acompañados de salsa barbacoa de la casa, en una presentación diferente; realmente especiales y definitivamente se salen de los corriente, y el sabor no se diga. Para los amantes del mar, está el ceviche tapis que resultó espectacular, en este caso ceviche de camarón marinado con cerveza, jugo de limón y naranja, elote, cebolla morada, tomate fresco y culantro, acompañado de chips de plátano, que hacen una mezcla; según la patrullera que lo ordenó, es algo excepcional. Para los carnívoros, probamos La hamburguesa texana, una jugosa torta angus bañada en salsa bbq, lonjas de tocineta crocante, aros de cebolla empanizados y aros de jalapeño sobre un pan brioche, todo al estilo texano; de sabor exquisito especial para los burgerlovers. La abundante ensalada del barrio es lomo servido en lonjas sobre una cama de lechuga fresca, acompañada con guacamole (ligeramente picante), tocino, tomate cherry y queso. Para finalizar la pizza de jamón y hongos son ocho porciones de masa frita y horneada con un crunch diferente y original, y una mezcla perfecta de hongos de la casa con jamón; lo único malo es el tamaño, que es de tipo mediano; de más está decir que fue la delicia de los patrulleros.

Costa Rica Beer Factory tiene una impresionante oferta de cervezas, con una amplia selección de cervezas artesanales, tanto locales como internacionales, que destacan por su calidad y variedad de estilos. Desde cervezas ligeras y refrescantes hasta robustas y complejas, hay opciones para todos los gustos. Además de las propias, su carta incluye cervezas elaboradas en pequeñas cervecerías costarricenses, promoviendo así la industria local y la creatividad de los maestros cerveceros del país. En esta oportunidad probamos una cerveza ligera, de producción propia, llamada Grifo Alto Munich Helles con aromas de galleta y pan con un poco de cereal y notas florales y sabores de biscuit y galleta cracker (según su descripción). También se pueden ordenar las famosas pintas (los martes hay promoción de 2×1), con una selección para degustar las cervezas de la casa de producción local.

Costa Rica Beer Factory es un lugar especial para quienes buscan disfrutar de una experiencia auténtica, en un ambiente cálido y acogedor. La atención es esmerada y los precios arriba del promedio, pero lo vale, con buena comida y cerveza en una casa única con decoración especial. Es un excelente punto de partida para explorar la vida nocturna y la escena culinaria de la zona.

Si quieren conocer más sobre Costa Rica Beer Factory, tiene sitio web, página en Facebook, Instagran, TikTok y un canal de Youtube.

Costa Rica Beer Factory realmente le hace honor a su eslogan “Birra con Amor”.

 
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