La memoria de Juan Rafael Mora

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

La semana pasada, se conmemoró el 156 aniversario del asesinato de los héroes de la Campaña Nacional Mora y Cañas. La Campaña Nacional fue sin duda, la segunda independencia de Costa Rica. La primera nos llegó sin sangre, sin muertos, casi sin quererla. Nos tomó por sorpresa. La segunda, la peleamos. Nos llegó luego de vencer al enemigo en varias batallas, con bajas del ejército expedicionario costarricense, con epidemia de cólera incluida. Muchos muertos. Esta segunda independencia fue una gesta heroíca que terminó en drama: unos cuantos traidores, en el poder en ese momento, dirigidos por el presidente Montealegre, urden un plan que culmina con el fusilamiento del presidente Juan Rafael Mora y del general José María Cañas. Una historia de traición, mentiras, e intereses económicos de todos los traidores … en fin, una historia de ignominia y de vergüenza.

Durante mucho tiempo, los costarricenses, no estudiamos como debíamos ese episodio de nuestra historia patria. Durante muchos años los poderes de la República no reconocieron a Juan Rafael Mora, como el héroe que fue. No fue sino hasta el año 2010, que la Asamblea Legislativa lo declara “Héroe y Libertador”. En ese mismo año, se da el Acuerdo Legislativo que establece el asesinato de Mora, como un “crimen de Estado, que aún nos avergüenza”, “motivado por choques de intereses materiales y personales ajenos al bien común de la patria”, dicta la Resolución Legislativa. En este sentido, a Cañas le fue mejor: esperó solamente 100 años para ser declarado Defensor de la Libertad y Benemérito de la Patria, por nuestra Asamblea Legislativa. Así nos costó reconocer a nuestros héroes.

Creamos un museo para honrar a Juan Santamaría, no uno para recordar la gesta. Somos curiosos los ticos, preferimos llamarnos el país mas feliz y olvidarnos de nuestras tragedias. Cuando hace 3 años se estrenó la película Princesas Rojas, ver lo que pasaba aquí hace tan solo 20 años fue una sorpresa para muchos. Habíamos preferido olvidar que nuestro país era Casablanca, como bien dice la directora de la película Laura Astorga. Pasaba de todo, todos los sabíamos, pero nadie veía nada.

Dichosamente un grupo de costarricenses se ha preocupado en los últimos años, de recuperar la memoria histórica de esa segunda independencia. Recuerdo los primeros artículos de Luko Hilje. La Tertulia del 56, cuando era abrigada por FUNDECOOPERACION, y finalmente hoy la Academia Morista.

Ya no nos sorprendemos de que durante la semana del aniversario del asesinato, se produzcan diferentes actos para distintos públicos. Desde un desfile por San José, hasta conferencias, actos oficiales, y la presentación de un documental, producido por una de nuestras universidades públicas, la UNED. Un documental, que, viniendo de una universidad pública, en mi opinión debe estar cerca del sentir costarricense. ¿Cual será el sentir del costarricense? ¡Que difícil saberlo! Una posibilidad, la única que se me ocurre, es lo que ha declarado por medio de legislación, el poder delegado del pueblo costarricense. Consideramos que Mora es nuestro Héroe y Libertador. Consideramos que Cañas es nuestro Defensor de la Libertad. Pues bien, para mi sorpresa y mi indignación he visto el documental producido por audiovisuales de la UNED. El documental transmite una imagen de Mora que como costarricense me ofende. Una imagen contradictoria absolutamente con lo que los costarricenses hemos decidido —por medio de la Asamblea Legislativa— es Mora. Verlo me ha dejado estupefacta. Mi primera reacción fue pensar que probablemente mi sentir era exagerado. Tuve que mostrarlo a varios amigos para estar segura de que es tan horrendo como yo lo vi.

Alguien decidió, con mi dinero, con mis impuestos, hacer un documento audiovisual que pretende educar a nuestros niños y jóvenes, en algo que los costarricenses estoy segura mayoritariamente, consideraremos ofensivo. Probablemente en defensa de ese material, se invocará la autonomía universitaria, o incluso la libertad artística. Yo creo más bien que lo que sucede es que los ticos somos tan igualiticos que algunos de nosotros consideramos que no tenemos que respetar ni a nuestros héroes. Ah… olvidaba un detalle, el documental también lleva el sello del Ministerio de Educación Pública. Es decir, funcionarios de tercer nivel, estoy segura de que no son el Rector y la Ministra, de las instituciones pueden decidir cambiar la historia y mostrar la versión que les gusta, vilipendiando la memoria de nuestro Héroe.

Solo me consuela y me da tranquilidad pensar que este grupo de costarricenses que ha rescatado la memoria de los Héroes del 56 no se quedará de brazos cruzados, y estar segura de que la Ministra de Educación también tomará medidas tajantes y valientes como las ha tomado en otras oportunidades en estos años. No sé que podrán hacer. Pero tengo la certeza de que tratarán de hacer todo lo posible. Por mi parte, además de mi confianza en los miembros de la Academia Morista, manifestar mi indignación, y esperar a que la UNED me pida perdón por la ofensa que me ha causado.

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.