Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
Todos los años cada primero de mayo celebramos el día del trabajador; se realizan misas y marchas donde los trabajadores, sindicatos y demás sectores organizados celebran tan emblemático día; al igual que en muchos países se realizan celebraciones en su honor. Pero también en nuestro país, se da el tradicional cambio de mando en el Directorio de la Asamblea Legislativa, integrado por un presidente, vicepresidente, primer secretario, segundo secretario, primer prosecretario y segundo prosecretario (a). La importancia del Directorio es que son los máximos jerarcas administrativos del Primer Poder de la República, además conforman las comisiones legislativas y las denominadas comisiones plenas con potestad legisladora.
El primer año, el control lo tuvo el Partido Acción Ciudadana (PAC) oficialista; aunque con una fracción pequeña de apenas 13 diputados, por su alianza con el Frente Amplio (FA) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que le permitió obtener la presidencia al diputado Henry Mora del PAC, la vicepresidencia del PAC e integrar a otros miembros de partidos aliados en el resto de los puestos del Directorio. Para esta legislatura 2015-2016, el panorama cambio radicalmente, al darse una alianza multipartidista de oposición, dejando por fuera al PAC Y el FA. Una serie de problemas internos en el PAC (cuando a pocos días de la elección tenía hasta 3 candidatos a la presidencia) y con enormes diferencias para ponerse de acuerdo; lo que avaló el camino para que la oposición se rearmara y pudiera tomar el control.
Mientras en la acera de enfrente el Partido Liberación Nacional (PLN) le había ofrecido al PUSC que hicieran una alianza estratégica para hacerse con el mando del Directorio, negociando la presidencia y vicepresidencia para el PUSC, dejándose el PLN la primera y segunda secretaria, y la primera y segunda prosecretaria quedaría en manos de otros partidos minoritarios. El bloque de los partidos cristianos estuvo dentro de esta alianza de 6 partidos políticos, pero no pidieron ningún puesto dentro del Directorio. Dentro de estos “juegos de poder” es importante analizar varios aspectos de importancia, por las consecuencias inmediatas y futuras para el país, así como a lo interno de los partidos políticos.
Ante la opinión pública el PLN pierde su identidad, al regalarle al PUSC los dos puestos más importantes y visibles dentro del Directorio Legislativo; como es la presidencia para el diputado Rafael Ortiz y la vicepresidencia para Luis Vásquez. Con esta decisión el PLN resucita a un “muerto políticamente”, dándole oxígeno a un partido cuestionado por los graves actos de corrupción de sus administraciones públicas y algunos dirigentes políticos; reviviendo también el denominado PLUSC (alianza bipartidista entre el PLN y el PUSC). Una decisión considerada por muchos como completamente equivocada, a cambio de “dos puestitos” dentro del Directorio Legislativo; al mejor estilo tradicional de alianzas espurias, muy mal vistas políticamente. El PLN considerado todavía como un partido organizado y grande, no tiene que verse en estas situaciones que a todas luces lo descalifican y le restan credibilidad, siendo lo más grave el jugar con su identidad y legitimidad como partido político.
A lo interno del PLN, se dice que la fracción legislativa tomo un acuerdo de 9 votos a favor contra 8 votos, de llevar a cabo la alianza opositora; esto implicaba ir contra el acuerdo de recomendación emitido por el Directorio Político Nacional del PLN y su presidente José María Figueres, de mantenerse afuera para no entrar a coadministrar o cogobernar con el Poder Ejecutivo. El acuerdo del Directorio liberacionista afirmaba claramente que los electores enviaron en las últimas elecciones nacionales la señal de que el PLN fuera a la oposición y que el PAC era el encargado de gobernar con sus acciones y consecuencias políticas. Sin embargo la recomendación fue descartada por la fracción legislativa, que es un órgano parte del PLN según el Estatuto inscrito ante el Tribunal Supremo de Elecciones.
Toda alianza estratégica, se realiza sobre la base de un acuerdo o un pacto entre las partes. Los costarricenses y partidarios que eligieron a los diputados representando a sus partidos políticos, tienen el derecho de conocer la verdad de los hechos y los alcances de este acuerdo multipartidario. Tenemos conocimiento que acordaron por escrito la negativa de aprobar nuevos impuestos, en momentos de un gran déficit fiscal del 6% del producto interno bruto (PIB); con la condición de que solamente reduciendo el gasto público en el gobierno (esto es contradictorio dentro del PLN, porque cuando está en gobierno pide más impuestos); ahora creen que la gente se les olvida las posiciones tomadas; esta es la política tradicional que a muchos costarricenses cansa y molesta; por eso le está pasando la factura en las elecciones a los partidos tradicionales.
Sobre otros proyectos de ley, no tenemos mayor información, porque la alianza multipartidista en forma poco transparente expresan que lo verán en la marcha, que se construirá sobre la base del artículo 36 del Reglamento Legislativo, de que cada fracción impulsara sus propios proyectos. Por otro lado de forma velada expresan que no promoverán ni obstaculizarán proyectos para permitir la fecundación in vitro (FIV), las uniones de convivencia y otros proyectos de Derechos Humanos. Que significa esto? De forma implícita y tácita quedar bien con las posiciones de los partidos evangélicos cristianos que se oponen a estos proyectos de ley, por eso dieron sus votos, pero no pidieron integrar el Directorio Legislativo. Vamos a ver qué sucede con el curso de estos proyectos de ley en la corriente legislativa; si se votan o no en el plenario.
Nadie se cree el cuento que en los juegos de poder en la Asamblea Legislativa se actúa por la Patria; lo importante de los diputados es obtener “el poder por el poder”, tener el control administrativo, de las comisiones legislativas y plenas, para imponer sus criterios y línea de pensamiento. Falso es hacer creer que es para ayudar a la gobernabilidad del país, o mucho menos al gobierno presidido por Luis Guillermo Solís. No nos llamemos a engaño, el PUSC va a salir como el más beneficiado de esta alianza multipartidista; al resucitar políticamente, y si saben articular a los socialcristianos (muchos “mariachis de hueso colorado”) y otros simpatizantes sin duda saldrán fortalecidos de esta coyuntura política, para las próximas elecciones municipales de febrero del 2016; mientras que en el PLN, de tener 59 alcaldías en la actualidad, le va a ser muy difícil mantenerlas o ganar en mayor número.
Finalmente, considero que la fracción liberacionista tendrá que dar una rendición de cuentas de sus actuaciones; porque no votaron por su propia papeleta para el Directorio Legislativo al igual que el año pasado; cuál fue el fondo, alcance, y efectos del acuerdo y pacto de esta alianza multipartidista? Cuál será el beneficio directo para el PLN? Porque no acataron el acuerdo del Directorio Político Nacional del PLN? Pueden comportarse la fracción del PLN en forma autónoma e independiente de su propio partido político al que pertenecen, cuando son un órgano integrante de éste según los Estatutos del PLN? Toda actuación y decisión de la fracción del PLN es en representación del partido al que pertenecen? La fracción del PLN no puede abstraerse de esta identidad e investidura? Muchas interrogantes nos dejan de esta alianza opositora multipartidista y esperemos ver los efectos políticos inmediatos de las actuaciones y decisiones de los partidos políticos que la integraron: PLN, PUSC y Movimiento Libertario y los cristianos.