Himno Nacional de Nicaragua

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

El jueves o viernes pasado estalló un nuevo escandalo que indignó a algunos costarricenses y puso a arder las redes sociales. Un Director Regional, apoyado por la Ministra de Educación había circulado una directriz autorizando a que en las escuelas situadas en zonas donde hay una población importante nicaragüense, los niños pudiesen cantar junto con el Himno de Costa Rica, el de su país, al finalizar los actos de conmemoración de la independencia de Centroamérica.

Yo estudié en escuela y colegio público. En todo acto cívico, cantamos dos himnos, e izamos dos banderas. Todos lo vimos siempre como normal. En mi escuela había como un 10% de niños y niñas migrantes. Yo nunca me plantee por que cantábamos el himno de su país. Nunca sentí que cantarlo me hacía mala costarricense, nunca sentí que mi honor de tica se viera mancillado. Nunca pensé que fuera un atropello a mi nacionalidad. Simplemente, lo viví con absoluta normalidad. Aprendí su letra y sus acordes cuando tenía como 6 o 7 años, y es parte de mi acervo musical.

Hoy pienso que ese tipo de detalles en mi formación, me enseñaron a ser mas tolerante, en mi espacio de niña en la escuela, por supuesto que con una formación integral en mi casa, aprendí la “otredad”.

En mi familia materna aprendimos de migraciones: era una familia de migrantes. Mi mamá por los dos lados, descendí de migrantes, por un lado Castegnaro, migrantes italianos, y por otro Cañas, migrantes salvadoreños. Viví viendo con normalidad que la gente migrara, migrara y fuera acogida en otros países con afecto y sin prejuicios. Asi la familia Castegnaro se repartió por el mundo. Así ya en nuestra generación, muchos de mis primos, y yo misma, pasamos muchos años viviendo en otros países. Mi hermana migró y por casi 30 años, vivió en varios países, sus hijos hicieron lo mismo y viven hoy en Nueva York. Marisol, mi prima migró a Italia hace como 30 años y su hija, italiana, a su vez migro y vive en Londres. Nené migro y regresó, pero sus hijos hicieron lo mismo y viven hoy en Dallas y Luisiana. El hijo de una prima migró ¡nada menos que a China! En fin, somos una familia originada en migrantes y que por generaciones ha conservado la práctica de migrar.

Las agresiones de muchos ticos hacia los migrantes me ofenden en lo personal. No puedo creer que sinceramente alguien sienta mancillado su honor de costarricense, por cantar dos himnos en ceremonias escolares. No puedo concebir, que alguien sienta una afrenta a la Patria reconocer las raíces de la que ya es casi un cuarta parte de nuestra población.

Por eso este escandalo que me sorprende profundamente sobre el canto del Himno Nacional de Nicaragua en escuelas en las que la población originaria de ese país solo puedo entenderlo como politiquería o como xenofobia. Tratar de desprestigiar a la que por mucho es la mejor ministra de este gobierno –y de muchos atrás- por que un Director Regional de Educación tuvo el buen tino de intentar hacer a los chiquitos de su región mas civilizados permitiendo a la mayoría recordar sus raíces, me parece una burla.

Creo que –como el Himno Nacional de Costa Rica- nunca olvidaré las palabras de la Marsellesa, agradezco que los que hoy se están abriendo las venas, nunca protestaran de que la aprendiéramos y la cantáramos. Aunque creo que nadie protestaría, por que es el Himno de Francia, no uno de Centroamérica, y en este caso los que protestan todos se sienten rubios y de ojos azules.

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.