Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
Siguiendo con la serie de ciudadanos (as) héroes que sobresalieron en la Guerra Civil de 1948; también conocida como la Revolución y los eventos de 1955 con la contrarrevolución de los perdedores invadiendo desde el vecino país del norte: Nicaragua con el apoyo del presidente y dictador Anastasio Somoza García. En esta oportunidad hemos escogido a un combatiente valiente y líder que estuvo al lado del Caudillo don José Figueres Ferrer; me refiero a Domingo García Villalobos, quien después llegó a ser Ministro de Seguridad (1953-1958). Oriundo del cantón de Desamparados; quien partió con otros combatientes desamparadeños como Carlos Gamboa, Fernando Ortuño, Juan Bautista (Tista) Gamboa, Domingo Chacón, Jorge Romero, Pocholo Mendieta, Marcelino Jiménez entre otros. Todos ellos partieron hacia las montañas y esperando llegar a la finca La Lucha de Figueres; muchos caminos estaban minados; con jóvenes vigilando dispuestos a morir para defender sus reductos. No había casi armas ni provisiones; en síntesis era una situación desigual con el gran armamento que tenía la Guardia Nacional del Gobierno.
La tropa de Desamparados era fundamental; y muchos de sus integrantes conocían bien la zona; por esto don Pepe les ordenó cuidar la entrada por San Miguel de Desamparados; se apostaron en una finca llamada La Guaria, acomodándose en una casita pequeña que allí estaba. (La Guerra de Figueres. Guillermo Villegas Hoffmeister. Pág. 294) El gobierno de Picado había enviado el 11 de marzo de 1948 al coronel Rigoberto Pacheco Tinoco y otros soldados a inspeccionar la zona de Desamparados y efectivamente comprobaron que los revolucionarios estaban armados. No abrieron fuego por cautela; y lograron el objetivo de conocer de primera mano la información para entregarla al Gobierno. Posteriormente el teniente García a cargo de una tropa se enrumbó hacia San Isidro de El General y llegaron a reforzar la zona del Cerrito de los Manzanos; donde excavaron trincheras y participaron en varios encontronazos y balaceras contra las fuerzas oficialistas.
El combate se describe así: “El primer intento de Rodríguez y sus hombres fue rechazado por el enemigo pues en el momento preciso en que iniciaban la acción, algunos aviones gobiernistas los ametrallaban y bombardearon en tal forma que no pudieron lograr el objetivo y, además las tropas de Tijerino les hicieron un nutrido fuego de ametralladora desde tres puntos distintos. Rodríguez envió un mensaje a la Torre solicitando que se batiera con nuestro fuego un determinado sector para lanzar ellos un segundo contraataque y así se hizo, lográndose sacar al adversario de donde se encontraba. En tanto por el flanco izquierdo se desarrolla otro contraataque con una columna mandada por el teniente Domingo García quien llevaba como segundos a los oficiales Acuña y Juan Bautista Gamboa. La misión era salir en perfecta sincronía con la columna del capitán Rodríguez, salir del Cerrito de los Manzanos para realizar una operación de flanqueo, describiendo un arco de círculo, para lo que deberían internarse en el bosque hasta caer en un punto al norte de la línea enemiga.” (Op.Cit. Pág. 362)
En esta tropa al mando de don Domingo García peleó mi padre Antonio Soto Vargas, quien fue capitán del Ejército del Movimiento de Liberación Nacional. Siendo de Guadalupe de Goicoechea; se unieron a la tropa de Desamparados para dirigirse a la finca La Lucha. De Guadalupe, luego de colocar distintas bombas de dinamita contra lugares de los gobiernistas; se sumaron otros insignes combatientes como Ricardo Arana (quien murió en la batalla de Paraíso de Cartago, cuando se le encasquilló el rifle y mientras trataba de desatascarlo, el enemigo le disparó y muere en el acto. Otros guadalupanos que partieron a la guerra fueron los Hermanos Jiménez Ballar; Rogelio Jiménez Canossa, Filiberto “Chichi” Vargas de Coronado y otros que participaron en la batalla y toma de San Isidro conocida como el Plan Maíz (que consistía de tres fases) uno era capturar unos aviones de TACA, empresa de aviación y enviarlos a Guatemala para traer armas y equipos, indispensables para armar a los revolucionarios y lograr obtener el triunfo.
Don Pepe Figueres en su libro: El Espíritu del 48 describe así la Guerra declarada en la Sierra: “El 12 de marzo de 1948, iba a quedar señalado como el día del comienzo de la Guerra de Liberación Nacional. A las 5 horas de ese día, habían estallado las hostilidades en San Isidro de El General cuando se comenzaba a ejecutar el Plan Maíz, liberando aquella población, capturando aviones y abriendo el puente aéreo para nuestro abastecimiento. Alrededor del mediodía (de esa misma fecha), tuvo lugar en la Sierra una escaramuza. Sirvió de notificación final de guerra, para el Gobierno, que a esa hora no sabía lo que había pasado en San Isidro. Fue necesario cerrar todo tránsito, desde y hacia San Isidro, por la Carretera Interamericana, para evitar que los vehículos (sobre todo camiones con cargas pesadas), crearan obstáculos a nuestras acciones y que los ocupantes de los que iban hacia San José, divulgaran las noticias de cuanto estábamos haciendo.
No esperábamos la llegada por la Interamericana de las fuerzas del gobierno ese día, pero a pesar de ello, hicimos preparativos para enfrentarlas. Al lado Oeste de la vía, a unos 300 metros al Norte de la entrada a La Lucha, colocamos cargas explosivas en una alcantarilla. A prudente distancia de esa carga, se abrió una zanja del lado Oeste, que serviría como trinchera, desde donde se podría detener al enemigo. Al mediodía más o menos, apareció en ese lugar, un jeep en el que venía de San José el Coronel Rigoberto Pacheco Tinoco; le acompañaban el Mayor Carlos Brenes, a quien los cartagineses llamaban con odio Perro Negro; Luis Quinto Vaglio, el Teniente César Fernández, que manejaba el jeep y otro hombre que desempeñaba el cargo de Caminero Cantonal en El Guarco. Lo habían montado en el vehículo de camino, para que sirviera de guía a la expedición. Este dato me hace creer que posiblemente esos militares, querían entrar a La Lucha sin ser vistos, dejando en alguna parte escondido su vehículo. De lo contrario, ¿para qué el baqueano?”
Con lo anterior se describe momentos de la Revolución; donde participó el Teniente Domingo García y su tropa; quien luego de la Guerra Civil, ocupó varios cargos importantes. Cuando llegó a ser Ministro de Seguridad Pública de 1953 a 1958; reorganizó el Resguardo Fiscal (antecedente de la Guardia Rural). El Resguardo tenía varias funciones y en realidad ponía orden en muchos aspectos de la vida nacional; colaboraba con las Municipalidades de los cantones a través de las Jefaturas Políticas; quienes luego se llamaron Ejecutivos Municipales (Hoy Alcaldes). Vigilaban y hacían labores de detención de los delincuentes; en realidad son los antecedentes directos de una policía más profesional y con características de mejor organización en el campo de la seguridad.
Finalmente, rindo homenaje a este gran héroe del 48 y 55, don Domingo García Villalobos, quién supo inyectar valentía en sus hombres y a su tropa; que nunca flaquearon ante las distintas batallas en que participaron. Con lealtad se ganó la confianza del máximo líder don Pepe Figueres; y que por su carácter, hombría de bien y guía de sus correligionarios y excombatientes leales con la causa el General victorioso, lo nombró Ministro de Seguridad en su primer gobierno liberacionista. Con esta segunda entrega de la serie; vamos a ir mencionando y recordando el aporte y legado histórico dejado a la Patria; por estos personajes que una vez levantaron sus armas para rescatar la libertad ante la opresión antidemocrática en que algunos costarricenses de forma equivocada impulsaron. También como un homenaje en estos 65 años de fundación del Partido Liberación Nacional (antes Movimiento de Liberación Nacional de 1948 a 1951) son muchas las anécdotas e historias que podemos recordar y mencionar algunas cartillas históricas.