Recuperar al hombre pleno en su existencia… es ir a contracorriente, Pero, ¿Lograran resistir las sociedades contemporáneas el embate de la confusión intelectual y espiritual…?
Caryl Alonso Jiménez
Al repasarlo con escalpelo, pareciera otro libro más… pero no. El libro tiene una particular orfebrería intelectual: traduce a los equilibrios locales esos particulares hilos que parecieran imperceptibles al ojo pedestre de la realidad Centroamericana… ese es justamente su aporte, trasladar la interpretación de la complejidad mundial a las redes de las tramas locales.
Mauricio Ramírez es un agudo observador, tiene la virtud de situarse en la dinámica contemporánea a partir de la historia, y eso lo diferencia de la obviedad. Desde allí con el escalpelo de la crítica interpreta los acontecimientos contemporáneos globales sin temer las ópticas complejas; sin prejuicio ni arrogancia va revelando en 400 paginas esos códigos ocultos que quedan fuera del ojo de la obviedad.
Vale decir que lo obvio dejó de ser un concepto y sin notarlo, lo convirtieron en un instrumento diseñado para distraer y condicionar el comportamiento humano. Es ese virus que nos somete a escenarios para construir percepciones y valoraciones que, extrañamente pone velos a la realidad, y que los cínicos tras los medios y redes promueven para que no nos percatemos de la verdad…. Y de paso, pagamos un contrato de conexión para recibir esas dosis… ¡Vaya mundo enredado que vivimos…!
Mauricio en su libro, como pocos, recurre al debate de Heidegger en aquella propuesta en la que proponía el Daisen, (pensamiento y comportamiento del hombre pleno…) que resulta uno de los escenarios de la filosofía que alcanzó los extremos políticos y seguramente se sintieron aludidos…
Es verdad, ya no se enseña filosofía, porque distrae el vendaval de las corrientes del consumo… donde el placer sustituye esa virtud humana más elevada y que solo los espíritus con la aguda percepción del valor humano comprenden…. eso no se enseña en las universidades… porque confronta las bases del presente y del futuro…
Mauricio se detiene de forma pausada y sin prisa, y comparte desde los espacios del debate las olas de la transformación de occidente. El debate no toma postura, porque no es esa la intención… sino, el demostrar a partir de herramientas de la crítica, cómo se pueden descomponer hechos en el orden del tiempo y encontrar esos vínculos que permiten ver con claridad las degeneraciones que algunos aplauden y hasta votan…
Por ello, nada es más ingrato en la intimidad, ver esa brutal realidad y compartir con segmentos sociales, colegas académicos y profesionales, expresiones de libertad sobre acontecimientos en los que el valor humano queda suspendido en alternativas de poder…- y de esgrimir supuestas opiniones en esta burda obviedad en la que se repiten los hechos sucesivos insustanciales dejando de lado la verdad.
La lectura me recordó aquel dialogo dramático de la novela, “Fahrenheit 451” (1953) de Ray Bradbury (1920-2012), cuando Montag recibe aquella explicación que hoy resulta ser una incontestable verdad, “dales información y atibórralos de datos hasta hacerles creer que saben… no les enseñes sociología y filosofía, porque eso los entristecerá de la verdad”.
Seguramente con esas intenciones propias del analista, Mauricio Ramírez aborda entre notas, aquella disyuntiva entre el geocentrismo (centralidad del pensamiento de Ptolomeo) y heliocentrismo (teorías de Copérnico sobre el sentido de universo), para demostrar que las teorías de la complejidad (1990), de Edgar Morín, deben asumirse para la comprensión de los nuevos escenarios globales y sus efectos locales.
Por ello en este aporte irrumpe en ese sentimiento de satisfacción al ordenar su pensamiento en un libro obligado para acercarnos sin la mesura del tiempo a entender uno de los ángulos incontestables de la verdad… y en ello van las ideas, propuestas, y un enfoque de análisis que sienta catedra con la elegancia de la mirada crítica.
El libro tiene esa particular manera de provocar en la intimidad reflexiones que permiten entender que las cosas no están bien… Que no se trata de posturas ni convicciones. Aunque no es un recetario ni un manual de comportamiento… es la reflexión amplia para el debate de la realidad y para encontrar aquellas sucesivas dosis para entender los acontecimientos que demandan explicación y comprenderlos…
Es una obra para cualquiera, como dice Andrés Zamora Gutiérrez en el prólogo, “pero no es para todos, haciendo alusión a Zaratustra de Nietzsche, porque su contenido hereje está hecho para espíritus que luchan y resisten diariamente al mundo posdermo, con las armas del auténtico pensador, contra las fuerzas caóticas y oscuras del mundo actual”.
Pero, ¿Seremos capaces de resistir en un mundo donde el pensamiento crítico es vulnerado y atiborrado de información insustancial? ¿Intentamos comprender el hoy y lo que viene? O, ¿Solamente seguiremos conectados…? Esa es la disyuntiva….