¿Figueres versus…?

Ocean Castillo Loría

Análisis de Ocean Castillo Loría

I

Ya se van aclarando las cosas en el PLN.

El más reciente movimiento en la estrategia de José María Figueres Olsen, es la renuncia a la Presidencia del Comité Ejecutivo de ese partido político. Vale la pena hacer memoria:

1. La realización de una entrevista con el periodista Ignacio Santos, en Europa (Diciembre 2011), donde el ex presidente, manifiesta nostalgia por “comerse un tamal en diciembre…”

2. El paso siguiente, fue el anuncio y el comenzar la elaboración de una especie de “Plan – País” (Vía Costarricense, julio 2012) para ello, el proyecto iba más allá de las fronteras del PLN.

3. En noviembre de 2012, aparece una encuesta de la empresa UNIMER, en la que se evidenciaba que Figueres Olsen tenía poco apoyo electoral.

4. Estos datos motivan una conferencia de prensa, donde anuncia que no será precandidato.

5. Figueres Olsen le gana la presidencia del Comité Ejecutivo al Dr. Francisco Antonio Pacheco, lo que significó una derrota para la tendencia “Arista” (Febrero 2015). El ex mandatario, Oscar Arias, declaró a la prensa que el “Arismo”, era más grande que la Asamblea Nacional del partido.

6. Lo que quizás más impactó de la presidencia de Figueres Olsen en el PLN, fue la elaboración de un código de ética que a su vez, tuvo repercusión en la conformación de las papeletas del partido, para las elecciones municipales de este año. Dicho sea de paso, la lectura política del hoy precandidato, tuvo el acierto de pronosticar las alcaldías que perdería la agrupación en esa justa electoral (El ex presidente Oscar Arias ha dicho que, mientras que la votación en el país subió un 30%, la del PLN subió menos, lo que refleja la debilidad de la estructura)

7. Como ya lo hemos dicho, el hijo de don Pepe, renuncia a su cargo, anuncia su precandidatura y dice que de nuevo, recorrerá el país.

En medio de esto, quedan pendientes cambios estatutarios del PLN, que permitirían (Entre otras cosas), un ordenamiento en el conocimiento de la militancia, de los partidarios y los simpatizantes, lo cual, permitiría que la elección del candidato o candidata presidencial, quedara en manos de “verdaderos liberacionistas”.

Por su parte, el Premio Nobel, Oscar Arias, había tratado de bajar la presión que sobre él se ejerce, para que vuelva a postular su nombre a una nueva precandidatura presidencial. Esa presión tiene su propio plan estratégico:

1) La aparición del libro: “Visión y coraje”, que es una presentación del lado positivo de la trayectoria de Arias.

2) Un conjunto de partidarios o simpatizantes de Arias, han venido escribiendo en la prensa, interpretando y reinterpretando la obra del ex presidente.

En términos de escenarios, hay que volver a los que ya habíamos planteado en un análisis anterior (“Análisis y comentario del ‘choque de trenes’”):

I. Que no pase nada: que Figueres Olsen sea candidato.

II. Que la tendencia Arista, busque un precandidato que no sea don Oscar, lo cual complica el tema del liderazgo: si algo ha aprendido el “Arismo”, es que el liderazgo no se hereda, los fracasos electorales de la ex primera dama Margarita Penón en 1993 y de Rodrigo Arias, de cara a la campaña de 2013 – 2014, son claros. El caso de doña Laura Chinchilla (2010 – 2014), es distinto, la primera motivación de su triunfo no parece ligada a la segunda administración Arias, sino, a la novedad de convertirse en la primera mujer presidenta.

III. Que Arias sea precandidato, pero en una potencial convención, Figueres Olsen gane. Es de hacer notar, que de aprobarse la reforma estatutaria, que permita que solo aquellos que son militantes o partidarios voten en la consulta interna, disminuiría la base de apoyo de Arias. Es decir, se estaría apostando a que muchos de los votantes de Arias, no estarían dispuestos a un proceso en el que tengan que presentar un carnet de militante o partidario, para emitir el sufragio. Además, de ser derrotado, Arias perdería importante capital político. Figueres Olsen enfrentaría el pluripartidismo, que pondría en la palestra los cuestionamientos que, desde el ámbito político se le señalan a Figueres Olsen (El caso “ICE – Alcatel”). El centro de la campaña, sería “lo ético”.

IV. Que Arias sea precandidato y gane: esto sometería a Arias a una gran presión, para derrotar al abanico pluripartidista que compone el sistema de partidos políticos. Ese abanico, sobre todo el del centro hacia la izquierda (Presumiblemente el PAC y el FA), polarizarían la campaña en términos ideológicos (“Arias el neoliberal” versus estos partidos), lo que complicaría un gane del PLN.

En otro orden de cosas, está por confirmarse, si en la estructura o conformación de su equipo de campaña, Figueres Olsen contará con gente joven, lo cual, podría generar formas novedosas en el manejo de su campaña. Esto es clave, en espacios como las redes sociales, donde desde el anuncio de la precandidatura del ex presidente, se ha generado una ola de reacciones negativas, bajo la premisa de que el electorado, no debe olvidar “las malas acciones de Figueres”.

También está pendiente, un ejercicio comparativo, entre la propuesta del ex mandatario y los informes de la llamada “Vía Costarricense”, en el que venía trabajando el hoy postulante. De ese ejercicio, se podría concluir si Figueres Olsen “deja todo botado”, como lo expresara el ex ministro, ex diputado y ex presidente del PLN, Francisco Antonio Pacheco, o es todo lo contrario.

Por otra parte, en las primeras entrevistas en su nuevo rol, es claro que el postulante, busca posicionarse como un “candidato con propuesta”, aquí ha resultado interesante, cómo Oscar Arias dice que entre sus valoraciones para candidatearse, está el tener claro lo que se quiere hacer por el país.

Nuestra tesis, es que Arias ya tiene esa propuesta, y esa propuesta, tiene un enmarque ideológico: la llamada “tercera vía” o lo que los opositores del Nobel, califican como neoliberalismo (En esta línea, es interesante como hace algún tiempo, unas declaraciones de Arias en el sentido de que, entre otros bienes, el mercado eléctrico debe abrirse, fortalecen esta idea. Además, se escucharon críticas, respecto a esas mismas palabras, en el sentido de que hablar del agua como un bien económico, debilita el esfuerzo de declarar el acceso a ese recurso, como un derecho humano)

En otro orden de cosas, luego del lanzamiento de Figueres Olsen, Arias ha sostenido que la garantía de triunfo del PLN, se encuentra en su tendencia. No cabe duda, por la seguridad del Nobel, que el pequeño grupo (Teoría de Toma de Decisiones), que le asesora, le ha mostrado mediciones estadísticas de uso interno, que consolidan su criterio. Como “no hay nada oculto bajo el sol”, no es de extrañar que la tendencia de Figueres Olsen tenga también sus encuestas y manejen sus propios números.

II

A este momento de la coyuntura, es claro que, mientras Arias sigue pensado una posible postulación (Cuando menos este es el discurso oficial), Figueres Olsen ya está actuando, y por lo pronto en eso le lleva una ventaja.

Ese pensar de Arias, parece que lo va colocando en un posible “no”, siendo uno de los elementos de esta hipótesis, la ya clara palestra que de aceptar, don Oscar, tendría que ir a una convención (Abierta o con las consecuencias de aprobar las reformas al estatuto), lo cual es altamente desgastante.

Para algunos analistas políticos, Arias por principio de conciencia, no estaría en disposición de entrar en debate político con Figueres (Recordemos que en la campaña 2005 – 2006, el Nobel, era reacio al debate)

Ahora bien, algunas estructuras del PLN, ya han sido atrapadas por lo que en 1993 – 1994, el finado Lic. Alberto Cañas Escalante, llamara “una emoción Figuerista”, esa emoción es difícil de combatir, de eso pueden dar constancia quienes participaron en la convención de junio de 1993.

En esa lógica, si Arias perdiese la consulta (Como ya lo hemos dicho), perdería importante capital político. Pero además (Y es fundamental, tomando en cuenta, la estructura de personalidad del Nobel), golpearía su orgullo político.

Por otra parte, si Figueres llegase a ser candidato, no solo tendrá que lidiar con los cuestionamientos ético – políticos que le hacen desde prácticamente el final de su administración, sino, inclusive (Y esto lo dijimos en nuestro análisis anterior), con las interrogantes de ciertas decisiones de su gobierno: por ejemplo, en una reciente entrevista, el periodista, le señalaba al precandidato el cierre del INCOFER y una diputada del FA, recordaba las protestas por la reforma al régimen de pensiones del Magisterio Nacional (Ambas directrices del Pacto Figueres – Calderón).

Está por verse, hasta donde tienen alcance las explicaciones de Figueres Olsen (Por como se observa el escenario, no será suficiente hablar de la traída de INTEL o los presuntos beneficios de los EBAIS, para salir delante de los cuestionamientos)

En el caso de Arias, el ex presidente, no tiene un pelo de tonto y sabe, que al momento de anunciar una potencial precandidatura, lo que sería evaluado, no es su gobierno de 1986 a 1990, sino, la dificultad con la que ganó las elecciones de 2006 (18 000 votos de diferencia) y lo que sus adversarios consideran una política polarizante: el DR – CAFTA.

Figueres no está por encima del bien y el mal. Arias lo estuvo al terminar su primera administración (Basta recordar que el 8 de mayo de 1990, al ir camino al viejo Estadio Nacional, la gente coreaba con alegría: “No entregue, no entregue”), pero ahora no es así, las consecuencias de volver a la palestra de la política nacional, se verían en esta nueva batalla electoral.

Por otra parte, es muy claro, que la principal contradicción del PLN, en materia de imagen política, es presentarse como un “nuevo partido”, pero a la hora de mirar sus principales liderazgos, resulta que no son nuevos. ¿Lo serán las ideas y los planteamientos?

Esta contradicción se ve reforzada por el hecho, de que en el electorado en general, los políticos son percibidos como deshonestos. Además, queda abierta la incógnita de cómo un ex presidente (Cualquiera fuere), le llegará al corazón de un electorado de entre 18 y 39 años.

Debe recordarse que ese segmento del electorado (Un poco más del 50%), ya no lo movilizan los caudillismos, ya no lo movilizan ni la guerra civil o revolución de 1948 o la lucha por la pacificación de Centroamérica.

Lo cierto es que por lo pronto, Figueres Olsen está probando su fibra política, está decidido a afrontar las circunstancias que se le presenten (Arias sigue consultando con la almohada); si se mira, Figueres presenta ánimo para entrar en la cruda lucha por el poder político; a Arias no se le observa ese talante en este momento (Contrario por ejemplo, a su primera campaña electoral de 1985 – 1986).

Una evidencia en esa línea, son las declaraciones que diera al periódico “La Nación”, en el sentido de su deseo de sentarse con José María, para buscar un candidato de consenso. Este deseo muestra que en el fondo, parece que Arias no quiere otra precandidatura.

La respuesta de Figueres, es que sería irrespetuoso para la democracia, una búsqueda de ese tipo, invitando a Arias a ir a una convención. Sobre este punto, hay que decir dos cosas:

A. Los movimientos de negociación, no son extraños en la política electoral del país. Citamos algunos ejemplos:

En 1957 – 1958, José Figueres Ferrer, promovió una convención entre Francisco Orlich y Jorge Rossi. Al final, el PLN se divide, lo que genera el triunfo de Mario Echandi, quien a su vez, debió transitar por el tamiz de las negociaciones entre los ex presidentes Calderón Guardia y Otilio Ulate.

En 1962, las negociaciones en la oposición al PLN fracasan y Francisco Orlich enfrenta a Calderón Guardia y Otilio Ulate, a quienes vence.

En 1966, las negociaciones entre los ex presidentes de la oposición al PLN, permiten llegar a un candidato de concertación o consenso: José Joaquín Trejos, quien derrota a Daniel Oduber.

Entre 1977 – 1978, en el seno del PLN, se dan una serie de negociaciones entre precandidatos, que permitieron consolidar el liderazgo de Luis Alberto Monge, quien pierde con Rodrigo Carazo.

Entre 1989 – 1990, las negociaciones entre Miguel Ángel Rodríguez (Entonces precandidato) y Rafael Ángel Calderón, en el PUSC, fracasan para lograr el retiro del primero, en pro del segundo. Calderón gana en la justa interna y en las elecciones.
En la recta final de la campaña de 2005 – 2006, se da una “coalición de hecho”, luego del retiro de Rolando Araya (Alianza Patriótica) y Walter Muñoz (Partido Integración Nacional), en pro de Ottón Solís (PAC); este último pierde las elecciones con Oscar Arias.

En 2013 – 2014, Johnny Araya negocia con Antonio Álvarez Desanti, logrando su retiro, lo que impulsa a su vez, el retiro de Fernando Berrocal.

B. Si Figueres Olsen, invita a Arias a una convención, es porque está convencido del dominio de la estructura del PLN y además tiene pocas dudas, de que las reformas estatutarias que ya hemos mencionado, serán aprobadas.

Otro punto, es el propiamente referente a la propuesta. Hasta ahora Figueres Olsen parece tener ideas claras, pero igual fue en la campaña de 1993 – 1994, cuando hablaba de un “PAE a la tica”. Llegó al poder, pasando los primeros dos años confrontando a la oposición (En tiempos del bipartidismo el PUSC) y luego, llegó el “parto de los montes”: el Pacto Figueres – Calderón.

Trayendo un ejemplo más reciente, Figueres ha referido que el tópico de infraestructura es vital. En una reciente entrevista, el precandidato liberacionista, ha expresado un mega – proyecto en materia de ferrocarriles, pero no refiere a sus fuentes de financiamiento, en un marco de crisis fiscal como la que vivimos.

III

En su discurso de renuncia, Figueres Olsen recordó a Figueres Ferrer (Otra evidencia de la “emoción”, de la que hablábamos), pero de llegar a ser candidato: ¿Esa emoción le servirá de algo? Ya hemos dado razones para no creerlo.

Pasando esa página, hay otros escenarios a más largo plazo que podemos exponer: que Figueres gane. Con lo cual, se favorecería la institucionalidad (Permanencia en el tiempo) del PLN, pero de perder, profundizaría la crisis de movilización electoral en el que lo dejó, el hoy alcalde electo de San José (Por otro partido) Johnny Araya.

Este escenario queda reforzado, por algo en lo que ha venido insistiendo Oscar Arias: la gente vota más por candidatos que por partidos. Es decir, si Figueres – candidato, no atrae al electorado, puede poner en juego la permanencia de la estructura del partido (Lo ideológico de éste, se ha venido diluyendo desde principios de la década de los ochentas, del siglo pasado). En este contexto, puede sonar radical, pero podría cumplirse que: “Un Figueres fundó al PLN y otro Figueres le dé término”.

Ya hemos dicho que en el electorado de 18 a 39 años, que es un segmento clave para ganar, aquello de “más vale viejo conocido que nuevo por conocer” no pega. Además, si la elección se polariza (Repetimos, por ejemplo, por un eje ético en la agenda de la campaña), hay partidos que “por rebote”, pueden verse beneficiados: podría ser el caso de un PUSC, que se percibe renovado (Con Piza o con Ortiz) y que no muestran los radicalismos ideológicos de por ejemplo, un FA. Y si de experiencia de gobierno se trata, el PUSC podría explotar esa veta, cosa que agrupaciones como el ya citado FA o el PNG (Por decir algo), no pueden mostrar.

Asimismo, en este escenario, debe tenerse presente que para el 2018, el sector empresarial y el sector trabajador, estarán muy atentos a quién delegarán su confianza: ¿Cuál será la estrategia de Figueres Olsen para atraerse sus apoyos?, ¿Le perdonarán por ejemplo, los sindicatos del estrato de educación la reforma al sistema de pensiones del Magisterio?

Por lo pronto, repetimos, Figueres Olsen, está poniendo a prueba su fibra política. Se ha de enfrentar al electorado que le aplaude (Como el de la Asamblea del pasado sábado) y el que lo desprecia (Solo como ilustración, importantes sectores muy activos en las redes sociales)

Será ese electorado el que debe decidir, primero si lo enviste como candidato del PLN y luego, como Presidente de la República. Ellos valorarán si lo de la consultoría de Alcatel pesa, ellos valorarán, si el cierre del Banco Anglo tiene peso, ellos valorarán si las consecuencias del Pacto Figueres – Calderón tienen peso.

Ellos valorarán si la traída de INTEL tiene peso o si la creación de los Ebais, es apreciable a favor de un potencial apoyo a Figueres Olsen…

IV

Frente a esto: ¿Cómo enfrentarían los demás partidos a Figueres Olsen en caso de lograr la candidatura del PLN?

A hoy, es claro que el PAC está ligado a sentimientos de naufragio y decepción, ante las expectativas que levantara Luis Guillermo Solís candidato, y que Luis Guillermo Solís Presidente, no ha podido cumplir.

El Frente Amplio apostaría (Por lo que se ve) a una estrategia en la que, su candidato José María Villalta, estaría esperando “aterrizar en la candidatura presidencial”, en el momento oportuno (Tratando de medir lo que Maquiavelo llamaba “la fortuna”). Algunos analistas políticos, dicen que el electorado le cobrará el accionar de algunos de sus hoy ex diputados o actuales legisladores, pero la apuesta de ese partido sería a “la flaca memoria del pueblo costarricense”.
Movimiento Libertario se encuentra en una profunda crisis y la mente del diputado Otto Guevara, le recomienda no volver a ser candidato presidencial, mientras que su corazón “se lo suplica”.

El PUSC trata de posicionarse en una dinámica renovadora, ya hemos expuesto como podría verse beneficiado “de rebote”, dependiendo de los escenarios que se abran en la campaña electoral. Asimismo, en el caso del Partido Republicano Socialcristiano, habrá de mirarse, la valoración que haga el electorado, por ejemplo, del Dr. Rodolfo Hernández (De ser el caso), con sus antecedentes de “aceptación – renuncia – aceptación – renuncia” en la campaña pasada o cuánto le costará a ese partido, el dar a conocer a Miguel Carabaguíaz.

Por otra parte, la oposición al PLN, también confía en que los números respecto a la simpatía de Figueres Olsen, sigan siendo negativos: en la encuesta de CID – Gallup de febrero, los criterios opuestos al hoy precandidato eran de un 50%

Adicionalmente, esa oposición (Salvo el PUSC), desean que el electorado siga manifestando su cansancio ante las lógicas bipartidistas del pasado, entre ellas, lo que se interpreta como corrupción y lo que es claramente el avance del modelo de liberalización económica.

La gran incógnita, es si Figueres Olsen saldrá bien librado de los cuestionamientos que vendrán.

Lo que sí es cierto, es que contrario a lo que dicen muchos comentaristas políticos, una convención fortalecería al PLN (Y Figueres Olsen está de acuerdo con ello; mientras dábamos los toques finales a este análisis, escuchábamos la entrevista que el precandidato le daba a radio Monumental, donde afirmaba esta tesis)

Esa fortaleza tiene dos dimensiones: se aceitan las estructuras de movilización del PLN y en segundo término: se podría tener esperanza de que ese partido, retorne a la palestra del debate ideológico, poniendo a tono su capacidad de mediación.

Terminamos aquí este análisis, que queda abierto hasta encontrar la respuesta final a la pregunta: ¿Figueres versus…?

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