Fernando Berrocal
Honduras es una tragedia política y social, como igualmente es la actual situación de Centro América. El triunfo de Xiomara Castro era, por ello inevitable y hasta necesario. Era la única opción decente.El actual presidente Hernández está acusado de narcotráfico y es un ladrón. Ergo, el candidato del Partido Nacional y alcalde de Tegucigalpa, estaba golpeado de muerte.
El otro candidato Rosenthal, había estado en una cárcel en Estados Unidos por lavado de dinero y pertenece a una de las familias más ricas, en uno de los países más pobres de América Latina.
No era un tema ideológico lo que estaba de por medio. Era un tema de dignidad nacional y Xiomara Castro, mujer, encarnó esa opción.
Lo que hay que hacer es celebrar que, al menos, las elecciones fueron libres y el Ejército se mantuvo neutral e independiente.
Nicaragua es lo que es con la dictadura Ortega Murillo y Guatemala es un país indígena complejo y de amplios sectores en estado de pobreza y también a punto de explotar, aunque con una economía fuerte y unos sectores empresariales de poder muy poderosos y bastante menos corruptos que otros en la región.El Petén, eso sí, es tierra del narcotráfico.
Sea como sea, Centro América es un mercado prioritario y necesario, para Costa Rica. Es nuestro vecindario.
Un gobierno de Liberación Nacional en el futuro podría establecer puentes positivos y pragmáticos con Honduras, El Salvador y Guatemala. No hay otro camino.
Incluso con Nicaragua habrá que negociar, para establecer reglas migratorias y de convivencia pacífica.
Imprescindibles, con total realismo, Nayib Buckele en El Salvador y Xiomara Castro en Honduras, aunque estén en las antípodas y a lo mejor no resulta así, si la reconciliación con el pueblo es la meta de ella y de LIBRE en Honduras y no caer en la trampa de los estereotipos ideológicos de América Latina.
Buckele es de derecha, pero ha resuelto cosas que ni ARENA ni el FMLN lograron hacer en la post guerra, engolosinados nada más con el disfrute y el robo desde el poder. Por eso tiene un 8O% de apoyo popular.
Démosle tiempo a Xiomara Castro y a LIBRE.
Lo que debemos tener claro es que, Costa Rica, debe retomar el liderazgo activo, democrático e integracionista de los gobiernos del primer gobierno de Óscar Arias y de José María Figueres.
Nunca antes el panorama regional había estado tan sombrío y la variable narcotráfico tan presente,activa y poderosa.
Mayor razón para defender, por razones estratégicas, geopolíticas y hasta economicas, una activa política de liderazgo democrático de Costa Rica en Centro América, en el contexto de otras prioridades propias de las oportunidades de Costa Rica, como país, en el mundo globalizado del presente, como se establece en el Programa de Gobierno de José María Figueres.
Por ejemplo: la apertura activa hacia la región Asia Pacífico. La tesis de un triángulo sur con Panamá y República Dominicana, es un buen paso inicial en esa dirección. También resolver y concesionar el ferry entre Costa Rica y El Salvador
Nunca como antes y como está en la Biblia y nos repetía el padre Benjamín Núñez en La Catalina, tendremos que ser «mansos como palomas y astutos como serpientes».
El vecindario está bien complicado.
México y Colombia son países claves para Costa Rica.
Hay opciones de salida y de ver el futuro con optimismo y tenemos un candidato, José María FIGUERES, con la experiencia, el liderazgo, la visión y la capacidad de acción, para hacer cosas importantes y nuevas en política internacional.