El primer año de gobierno de Solís

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

El gobierno de Luis Guillermo Solís, prácticamente está cumpliendo un año de estar en el Poder Ejecutivo; por primera vez el Partido Acción Ciudadana (PAC) accede a tomar las riendas para gobernar en el país y rompe con el bipartidismo que durante más de 60 años había reinado en el mando del Ejecutivo (Partido Liberación Nacional (PLN) y el Partido Unidad Socialcristiana (PUSC) y sus distintas denominaciones). Desde el 2002 el PAC había tratado de triunfar en las elecciones nacionales, pero no había podido llegar, incluso el hoy diputado y ex candidato presidencial Ottón Solís, perdió 3 veces seguidas, pero logrando elegir bastantes diputados, que realizaron una fuerte oposición desde la Asamblea Legislativa.

A la fecha lo que conocemos de este gobierno de Solís, es que un grupo de personas de diferentes ideologías, muchas veces contradictorias entre sí, y sin ningún hilo conductor, que los conduzcan hacia una administración por objetivos y logros que los lleven a la concreción de las metas que los costarricenses están demandando de manera inmediata, cuya esperanza de cumplimiento de un cambio de lo tradicional, llevó a que votaran por el PAC un millón trescientas mil personas de distintos partidos políticos e ideologías; y que durante este primer año han visto defraudadas sus esperanzas. El presidente Solís siendo un intelectual y académico brillante, con pensamiento definido, y sensibilidad social, que quiere hacer las cosas bien; no ha sabido ser el líder de su equipo.

Se siente que no ha contado con el apoyo apropiado, y los que debían constituirse en “sus pies de amigo”, no han sabido manejar el poder y han estado más preocupados por el logro de sus pequeños y grandes intereses dentro del juego del poder que no necesariamente son los intereses del país; de por si en un Estado difícil de administrar, por las más de 300 instituciones públicas, y más de 20.000 leyes que enredan la función y gestión pública; deviene que sea muy complicado la ejecución de políticas públicas, en la que no existe completa claridad ni coincidencia entre los integrantes del Poder Ejecutivo. El presidente Solís tiene que identificar dentro de su gabinete a las personas más talentosas y preparadas ética, moral e intelectual, que las tiene para conformar un equipo ejecutor y triunfador al que le dedique parte sustancial de su tiempo, en lugar de destinarlo a pequeñas cosas, y no a la visualización internacional que debe realizar cuando ya tenga un gobierno consolidado.

Logrado lo anterior con los objetivos, programas y metas en ejecución, se requiere que a partir de este segundo año, sean claros los resultados en bien del país. Por eso, es importante el anuncio del presidente Solís, que haga una evaluación de todos los ministros y presidentes ejecutivos, para que no se den situaciones como la del ministro de la Presidencia destituido y sus concejales más cercanos; a todas luces expusieron al presidente, ante la opinión pública, y no lo blindaron de las contradicciones y problemas que surgieron durante este primer año de gobierno. Sin embargo, es importante que el presidente de la cara ante la prensa y la opinión pública, y no como en otras ocasiones que han sido evidentes el “secretismo” “intriga” y “dobles intenciones”, que han minado la credibilidad de los costarricenses.

Pareciera que con la designación del nuevo ministro de la Presidencia Sergio Alfaro, se quiere dar un giro total al manejo y coordinación del equipo de gobierno y la relación y comunicación con la Asamblea Legislativa y los distintos sectores de la sociedad. Alfaro es de los originarios fundadores del PAC, hombre de partido y fue diputado en el período 2006-2010, lo que lo hace conocedor de los temas políticos en el Poder Legislativo, actualmente muy fraccionado, donde ninguna fracción tiene mayoría y la del PAC oficialista es una minoría más, que depende de las alianzas con otros partidos políticos, para poder tener el control político del Directorio Legislativo. El nuevo ministro como deberá planear una estrategia clara de coordinación interna del equipo de gobierno y hacia fuera mucho diálogo y comunicación con todos los sectores políticos, productivos, empresarios y trabajadores.

El presidente Solís, debe en este segundo año tener claro que el debe constituirse en el líder y conductor de su equipo de gobierno, sin ceder espacios a nadie que se encuentren divorciados, o desleales a su accionar, como ha ocurrido en el primer año de gobierno, que le dicen “todo está bien Jefe” y hacen y ejecutan a su antojo, generando la crisis interna actual. La revisión de su gabinete no significa que se prescinda por presiones políticas o intereses económicos de algunos sectores de sus mejores ministros, que si bien muchos vienen de la academia, tienen una formación y disciplina que les permite tomar las mejores decisiones, y si los dejan trabajar en un equipo interdisciplinario de alto nivel, que es lo que requiere en este momento el país para salir adelante.

Los mejores profesionales son aquellos que tienen altos grados académicos, conocimientos técnicos, alto sentido de la ética y la moral, que definirá sus actuaciones en cualquier ámbito, y que no se dejaran presionar y manipular por espurios intereses, a riesgo que se alejen del gobierno, en detrimento del bienestar del desarrollo del país. Los sectores que necesitan una definición clara y contundente son: infraestructura, apuntamos a ésta a viento y marea o seguimos en el resago; el cumplimiento de ésta no requiere que desplacemos un sector por otro, se pueden incorporar fuerzas vivas de la comunidad, municipios y sectores productivos, e incluso financiamiento externo bajo modalidades transparentes y exitosas como la que se ha aplicado en la Universidad de Costa Rica con los proyectos de construcción de edificios, y modalidades de fideicomisos, con el sistema bancario nacional, e incluso podría participarse a las cooperativas y empresas privadas que inviertan en grandes obras de infraestructura para el desarrollo del país.

En el sector social, debe lograrse la coordinación de las 37 instituciones que intervienen en la solución de la problemática social, con una coordinación clara desde el Ejecutivo actualmente delegada en la Segunda Vicepresidenta Ana Elena Chacón, que debe tener todo el apoyo político del tema con el fin de bajar los niveles de pobreza, el desempleo y con fortalecer la banca de desarrollo para generar nuevas y pequeñas empresas, para una justicia redistributiva en el ámbito económico y social. Debe llevarse un monitoreo constante del grado de avance versus inversión, para maximizar los recursos, y que no se fuguen y malgasten para otros fines (consultorías y gastos administrativos). En el sector de vivienda debe incorporarse la participación comunal de los potenciales beneficiarios para controlar y controlar el uso de los recursos, de manera que se utilicen en la solución de los problemas habitacionales y no enriquecer a empresas que trabajan con un 40% de utilidades en detrimento de los sectores más pobres.

El rector del sector vivienda y asentamientos humanos debe ser el ministro quien debe contar con todo el apoyo político del presidente para el cumplimiento de metas y el apoyo en la ejecución de sus proyectos y programas y no solamente quede en manos de juntas directivas políticas las que definan el desarrollo institucional para solucionar este problema. En materia ambiental y las políticas del MINAE, es muy claro las promesas de campaña no se están cumpliendo y esto ha decepcionado a sectores leales a la protección del medio ambiente; necesitamos en este segundo año una política clara en este tema, para o caer en contradicciones que causen consecuencias difíciles de reparar; los préstamos internacionales dirigidos a este sector no se deben dilapidar en consultorías de alto costo, como ha sido la costumbre tan cuestionada.

Finalmente, esperemos el mensaje anual del Presidente Solís, que informará al pueblo costarricense, los aciertos y desaciertos, problemas y soluciones y sus políticas país para evaluar, diagnosticar y analizar su estrategia a seguir durante este segundo año, y si efectivamente se va a dar un cambio sustancial de ministros y presidentes ejecutivos, en las áreas que lo requieran, etc.

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Un comentario

  1. Jesús Orlando Sequeira Muñoz

    En mi opinión; algunas de las enseñanzas que nos deja este primer año de gobierno son las siguientes : es necesario tener claridad ideológica para gobernar; don Luis Guillermo ha delegado en exceso porque no conoce la Administración Pública y quien quiera gobernar , debe conocerla o rodearse de gente que la conozca; los sectores políticos y económicos dominantes representados en la Nación han demostrado que son profundamente conservadores y no confiarán e ningún cambio que no provenga de ellos mismos.

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