Vía costarricense:
Johnny Soto Zúñiga
En días pasados suscribieron un pacto político, acuerdo o alianza para impulsar una agenda nacional de temas prioritarios (Una agenda patriótica para el bien común); varios grupos organizados entre ellos las presidentas de los Comités Ejecutivos y jefes de fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC – oficialista), y del Frente Amplio y la denominada coalición sindical Patria Justa. Estos grupos por su pensamiento se encuentran en una acción política que se llama “progresista o de izquierda” que buscan alcanzar el poder para realizar una serie de cambios en el ordenamiento político, jurídico, económico y social. Tienen una comunidad de ideas de buscar un consenso con objetivos a favor del bien común y la ciudadanía en general. El primer documento que firman los grupos de este pacto se refiere al Plan fiscal; con tantos años de discusión en la Asamblea Legislativa, y que ha tenido una serie de obstáculos y piedras en el camino durante las distintas legislaturas, de varios gobiernos.
La firma del documento se llevó a cabo en el Teatro Mélico Salazar, ante cientos de trabajadores sindicalizados, con discursos altisonantes de los dirigentes de los grupos participantes, llamando a una mejor redistribución de la riqueza y contra el modelo neoliberal supuestamente imperante. Además este pacto es también para contraponerse a la alianza nacional opositora que el 1 de mayo del 2015, que tomo el poder del Directorio en la Asamblea Legislativa (integrado por los Partidos Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Movimiento Libertario y algunos partidos minoritarios entre ellos los cristianos). El grupo de izquierda llama a esta alianza de derecha y de seguir un modelo neoliberal; por lo que estaríamos a las puertas de un enfrentamiento ideológico y de manera distinta de ver las cosas en la estructura del poder político en una democracia republicana.
El tema de acuerdos, pactos o alianzas entre grupos políticos, o de intereses no es nuevo en Costa Rica u otros países; por el contrario es más común de lo que a veces cree la gente; los fines es la búsqueda de fortalecer la democracia, la libertad, los derechos fundamentales, la justicia social y demás principios por los cuales luchan diferentes grupos organizados en una sociedad. Esto se logra con una acción articulada de grupos de presión o de interés; como tratan de hacer esta alianza. La presidenta y diputada del Frente Amplio Patricia Mora señala lo siguiente: “Esto no es un acuerdo ni una alianza, esto es la apertura de un proceso de acuerdos. Nosotros como Frente Amplio estamos convencidos de que solos no podremos lograr lo que creemos que hay que lograr en este país, lo cual es conseguir una mejor redistribución de la riqueza.” (Diario Extra. 27 junio 2015)
Aunque la diputada Mora Castellanos indique lo anterior; considero que es un Pacto de la izquierda, en el buen sentido de la palabra, porque tienen maneras diferentes de ver el Estado costarricense, su ataque a las políticas neoliberales y formas de desarrollo del modelo de Estado actual; no están muy satisfechos a como están las cosas en la actualidad. Algunos de los integrantes de este Pacto, abogan por la “democracia de las calles”, que es tratar de presionar a las instituciones públicas, a la Asamblea Legislativa, al propio Presidente de la República y el Poder Ejecutivo a hacer cumplir sus demandas; lo que podría romper el marco y respeto a la institucionalidad del país. El propio presidente de la República Luis Guillermo Solís y varios diputados de la fracción oficialista del PAC, se han desmarcado de este acuerdo de grupos.
En una democracia el Presidente de la República, se debe a todos los ciudadanos y sectores del país, no solamente a un grupo político o un grupo de presión como son los sindicatos que abogan por mejoras salariales en forma casi exclusiva; “se debe ver el bosque, no solamente un árbol”, dentro de todo el sistema estructural y de organización estatal. El presidente Solís expreso: “Les doy la bienvenida a todos los entendimientos que se establezcan para fortalecer la agenda nacional. Me parece muy bien que haya avenimientos, sin son por la izquierda o la derecha, lo importante es que fortalezcan la democracia costarricense, pero no corresponde al gobierno entrar en ese debate.” Alegando que son temas legislativos, y que no le corresponde legalmente al Ejecutivo entrar en este debate político por impedimento legal y constitucional.
Recordemos que en el caso del PLN, el propio presidente José María Figueres, había manifestado que no se entrara a cogobernar o coadministrar con el gobierno de la República al formar parte del Directorio Legislativo; sin embargo no fue oído por la propia fracción legislativa liberacionista; precisamente tal vez previniendo estos problemas que se avecinaban; ahora este Pacto de la izquierda va a entrar en una confrontación con la alianza opositora de la Asamblea Legislativa; donde en realidad no era necesario haber envuelto al PLN con estas confrontaciones; sino que fuera un actor independiente de oposición como lo quiso el pueblo en las pasadas elecciones nacionales; el PLN queda dependiendo de las actuaciones de otros partidos políticos denominados de derecha como la Unidad Social Cristiana o el Movimiento Libertario y otros, etc.
Esto de alianzas, no es nuevo, por ejemplo de las más sonadas, fueron la alianza en 1943 entre el Partido Vanguardia Popular (Partido Comunista) y el Partido Republicano Nacional, cuando fundaron el “Bloque de la Victoria”, luego de la aprobación de una serie de reformas como las Garantías Sociales y llevaron al poder en 1944 al Lic. Teodoro Picado. La insigne foto en un vehículo del presidente de la República Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia con Monseñor Víctor Manuel Sanabria y el líder del comunismo criollo Lic. Manuel Mora Valverde, todavía la tenemos en la retina todos los costarricenses a través de las fotos históricas. Anteriormente en 1939 diversas organizaciones entre ellas el Partido Comunista conformaron el frente político denominado “Alianza Democrática”, y otras alianzas para luchar contra el fascismo y luchar por reformas sociales y económicas.
En la acera del frente durante los gobiernos de Calderón (1940-1944) y Picado (1944-1948), se había conformado el “Bloque de Oposición” integrado por los partidos Demócrata (cortesismo), Unión Nacional (ulatismo), Acción Demócrata (figuerismo), y Socialdemócrata (grupo del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales); que no estaban conformen con las políticas de esos gobiernos, aunque “los socialdemócratas no solo apoyaban las leyes nacionales conquistadas, sino que proponían la intervención estatal para implementar nuevas reformas.” (Los Partidos Políticos en Costa Rica 1889-2010. Págs. 88 y 89. Salazar Mora Orlando y Jorge Mario)
Finalmente, vamos a esperar las reacciones de otros actores, incluso de mismos diputados del PAC y FA que no están de acuerdo con la firma de este Pacto, que entre sus acuerdos sobresalen la lucha por permitir que la Refinería Costarricense de Petróleo (RECOPE) desarrolle fuentes alternativas de energía, la reforma constitucional de que el acceso al agua sea un derecho humano, la no caducidad de las deudas de los patronos con la Caja Costarricense de Seguro Social, no se reduzcan los pluses salariales de los empleados públicos, la objeción a una mayor participación en la generación de electricidad del sector privado, y el apoyo a un Plan Fiscal que permita a Tributación de forma administrativa embargar bienes y salarios de contribuyentes morosos sin que medie un proceso judicial, etc.