El consumo y la producción de energía (I)

El consumo y la producción de energía, las emisiones y el proyecto de ley de prohibición de recursos energéticos. ¿Están alineadas las prioridades nacionales? (I)

Roberto Dobles
roberto.dobles@gmail.com

Roberto Dobles

Las emisiones de gases al ambiente del sector energía de un país se generan fundamentalmente por el crecimiento y la composición de su demanda energética.

La generación de emisiones en la producción de energía primaria para satisfacer la demanda es en general muy baja con respecto a las emisiones generadas a nivel del consumo.

Es por esta razón que en el mundo las acciones para disminuir las emisiones al ambiente se enfocan fundamentalmente en la modificación progresiva de la composición de la demanda energética (introducción de vehículos eléctricos, electrificación de los servicios de transporte, ordenamiento territorial, etc.) y en la eficiencia energética en el consumo.

La composición y evolución de la demanda energética impulsa a su vez la de la oferta energética, la cual se va modificando conforme la demanda se va transformando como parte de la transición energética. Así de simple.

La transición energética a nivel de demanda induce así la descarbonización y la transición energética a nivel de la oferta.

Como todo en la vida, las crecientes necesidades y preferencias del mercado (energético en este caso) hacen que la oferta (de energía) se vaya ajustando a la evolución de la demanda.

A pesar de ser así de simple y de que esto es lo que está ocurriendo en el mundo en materia de transición energética, en Costa Rica no es así.

En la vida real, las prioridades de transición energética y de reducción de emisiones aquí no se centran paradójicamente en la composición y en la evolución de la demanda de energía como ocurre en el mundo, sino que se centran en prohibiciones y bloqueos a nivel de oferta energética, incluyendo una oferta potencial de energía que no existe actualmente en el mercado nacional, como el gas natural.

1. Evolución de la demanda de energía y de las emisiones del país

Como he señalado con datos verificables en columnas anteriores, la matriz energética nacional ha estado evolucionando en sentido contrario de hacia dónde va el mundo, ya que la dependencia petrolera nacional ha venido creciendo aceleradamente (con derivados de petróleo importados) y la participación de las fuentes nacionales de energía ha venido decreciendo rápidamente.

Lo datos oficiales de la matriz energética nacional muestran la siguiente evolución:

• La participación de los derivados de petróleo importados en el 2015 fue del 61,3% y en el 2019 fue del 64,3%, para un crecimiento del +3,0%.

• La participación de las fuentes renovables en el 2015 fue del 38,7% y en el 2019 fue del 34,7%, para una reducción del -4,0%.

Sobre el consumo futuro de energía estimada para el 2039, los datos muestran lo siguiente:

• RECOPE: Crecimiento de la demanda de derivados de petróleo importados: +37,5%.

• ICE: Crecimiento de la demanda de electricidad generada con fuentes renovables: +31,1%.

• Estos datos ponen en evidencia que las principales instituciones del sector energético nacional prevén que la dependencia petrolera del exterior continuará creciendo en el futuro, al igual que las emisiones al ambiente.

Los datos oficiales sobre la demanda nacional de derivados de petróleo (medidos por las ventas nacionales de RECOPE pasadas y proyectadas), analizados en detalle en columnas anteriores, muestran una trayectoria de acelerado crecimiento de las emisiones de CO2:

• 2012: 6.398,3 Gg (Giga gramos)

• 2015: 6.693,9 Gg (+4,6%)

• 2019: 7.533,7 Gg (+17,7%)

• 2021: 8.002,1 Gg (+25,1%)

• 2030: 9.229,1 Gg (+44,2%)

• 2039: 10.489,1 Gg (+63,9%)

La realidad muestra que, como consecuencia del discurso político populista, que no se está dando ninguna transición energética ni descarbonización.

La evolución de la matriz energética nacional más bien va en sentido contrario de hacia dónde va la matriz energética mundial y el país se ha venido carbonizando cada vez más.

Las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, que representan apenas el 0,02% de las emisiones mundiales, crecen rápidamente incumpliendo además los compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero adquiridos en el Acuerdo de París.

Un detallado artículo titulado “Transporte de Costa Rica es el más contaminante de Centroamérica”, publicado recientemente por el periódico La Nación, señala lo siguiente con respecto a uno de los elementos claves de la demanda energética del país:

“El sistema de transportes de Costa Rica es el más contaminante de Centroamérica y República Dominicana, producto de la dependencia del petróleo, el deficiente transporte público y el ensanchamiento desordenado de la Gran Área Metropolitana (GAM).

En promedio, cada costarricense genera 1,18 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) al año por el uso de vehículo propio o de transporte público, así como por la demanda de bienes y servicios que requieren acarreo.

La cifra costarricense duplica la de un país como Colombia (que es un país que produce petróleo y gas natural), el cual tiene ciudades hasta de siete millones de habitantes. Allí, el sistema de transportes emite 0,59 toneladas de CO₂ por persona.

Las emisiones per cápita de Costa Rica superan por mucho a las de República Dominicana (0,67), El Salvador (0,54), Guatemala (0,52), Honduras (0,43) y Nicaragua (0,34).

Guatemala, con una población 3,3 veces mayor a la costarricense, generó un total de 8,5 millones de toneladas de dióxido de carbono en el 2018, mientras que Costa Rica emitió 5,9 millones de toneladas de CO₂.

Se identificó tres causantes que encajan con la realidad costarricense: la alta dependencia de los hidrocarburos, la falta de transporte público de calidad que desincentive el uso de vehículos particulares y el desorden en el crecimiento de las ciudades”.

Lo anterior muestra una parte del serio problema de energía y emisiones que tiene el país impulsados por la demanda energética.

2. Esfuerzo afanoso por distraer la atención para ocultar la cruda realidad

Con el fin de distraer la atención para esconder la cruda realidad resumida en el punto anterior, el Gobierno, apoyado por un grupo de diputados, se está enfocando afanosamente en algo que no relacionado con realidad energética actual.

Esta distracción busca esconder la cruda y negativa realidad actual energética y de emisiones al ambiente de cara a la campaña política que está iniciándose.

Se busca generar en el electorado una imagen positiva sobre algo que no existe actualmente en el mercado energético nacional y que no forma parte del serio problema actual energético y de emisiones para ocultar una realidad que sí existe y que es tremendamente negativa.

En lugar de buscar soluciones a los serios problemas del sector energía (altos costos de la energía, altas y crecientes emisiones al ambiente generada por la creciente demanda de los caros derivados de petróleo, etc.), las autoridades se están enfocando en prohibir, a través de una ley de la República, una oferta eventual energética potencial que no existe actualmente en el mercado energético nacional (gas natural nacional).

Lo anterior a pesar también de que, de acuerdo con los estudios internacionales, el gas natural es una de las pocas fuentes de energía que está impulsando la transición energética mundial y que se convertirá en la principal fuente de energía del mundo.

Con esta distracción política buscan privar al país de una riqueza y una fuente de energía clave a nivel mundial sin tener ningún estudio (técnico, económico, fiscal, social y ambiental) que sustente esta prohibición. Se busca legislar en un tema tan importante sin tener estudios que justifiquen su decisión.

Adicionalmente, no han respondido a muchas incógnitas, como las siguientes:

• ¿A partir de la seria situación energética actual de altos costos de la energía y de altas y crecientes emisiones al ambiente, cuál es la mejora, con datos y estudios, que la prohibición futura del gas natural va a crear?

• ¿Cuál es el monto de esta gran riqueza potencial nacional (recursos fiscales y de divisas que mucho le hacen falta al país, etc.) a la que se estaría renunciando en un momento donde el país tiene una severa crisis económica y fiscal?

• ¿Si se prescinde de esa riqueza potencial nacional, de donde vendrán los recursos fiscales adicionales que el país requiere?, ¿De más impuestos y más endeudamiento?

• ¿Cómo se van a reducir los costos de la energía y las emisiones actuales de gases de efecto invernadero con la prohibición del gas natural? Actualmente no tiene ninguna incidencia porque no existe en el mercado energético nacional.

• ¿Por qué razón el gas natural forma parte de la transición energética en el mundo, pero aquí no?

• ¿Por qué se quiere prohibir en Costa Rica el gas natural si todos los estudios internacionales indican que será la fuente de energía que desplazará al petróleo de su primer lugar en el mundo porque es mucho barato y genera mucho menos emisiones que los derivados de petróleo?

• ¿Cómo se va a desarrollar el país con la prohibición sobre el gas natural, compitiendo en un mundo donde este combustible será utilizado ampliamente en los países con los que competimos?

• ¿Cómo se va a sustituir en el país la creciente demanda de los caros derivados de petróleo importados para reducir significativamente los costos de la energía y las emisiones al ambiente con la prohibición del gas natural?

• Actualmente existe un decreto promulgado por el Gobierno que, por sus efectos prácticos, establece también una moratoria al gas natural en el país. El Colegio de Geólogos de Costa Rica ha señalado que en la realidad esta moratoria es más bien “un rotundo ‘Sí a los hidrocarburos importados’” y que el decreto se había promulgado sin “fundamento técnico y científico” (de la misma forma a como se quiere promulgar una prohibición vía ley de la República). La historia le ha dado la razón a este colegio profesional.

Con la promulgación del decreto de moratoria, la demanda nacional de los caros derivados de petróleo importados y las emisiones al ambiente han venido creciendo aceleradamente como nunca antes.

¿Existe algún estudio que indique que la prohibición a través de una ley va a tener un efecto diferente al efecto que ha tenido el decreto de moratoria?

• ¿Con la promulgación de una ley de prohibición de la fuente de energía que se va a convertir en la más importante del mundo, cuáles son las fuentes de energía que le van a permitir al país reducir significativamente los costos de la energía y las emisiones crecientes al ambiente?

Adicionalmente, el Gobierno y los diputados que apoyan la prohibición no están actuando sobre la demanda energética nacional, que es donde debieran de estar actuando, como lo están haciendo exitosamente todos los países del mundo.

El principal problema es casualmente a nivel de demanda, la cual va en retroceso con respecto hacia dónde va en el mundo.

Se busca prohibir un recurso natural potencial mediante una ley de la República que no solamente es una fuente de energía de primer orden a nivel mundial, sino que además podría convertirse además en una enorme fuente potencial de riqueza nacional en términos de recursos fiscales y de divisas, entre otros aspectos, como materia prima de producción de fertilizantes de bajo costo.

¿Será que el Gobierno y los diputados, que buscan aprobar cada vez más impuestos y más endeudamiento público y que simultáneamente apoyan la prohibición de una gran riqueza potencial nacional, no tienen claro que un país no se puede desarrollar a punta de más impuestos y más deuda interna y externa como lo han venido haciendo?

No dicen tampoco cómo es que van a bajar los altos costos y precios de las energías renovables nacionales que en gran medida son los que están induciendo las crecientes importaciones petroleras y mayores emisiones de gases de efecto invernadero.

Los altos costos de las fuentes renovables nacionales de energía son los que están provocando la creciente sustitución de las fuentes de energía renovables nacionales por derivados de petróleo importados.

3. Prohibición en el país de uno de los pilares de la energía global

Como he venido señalando, todos los estudios internacionales indican que el gas natural va a ser la fuente de energía que desplazará al petróleo en el mundo porque es más barato y genera menos emisiones, quedando el mismo relegado a un segundo lugar.

Como muchos otros estudios sobre la transición energética, la International Energy Agency (IEA), brazo energético de la OCDE, ha señalado lo siguiente en un estudio titulado “The Role of Gas in Today’s Energy Transitions”:

• “El gas natural es uno de los pilares de la energía global: el consumo mundial está aumentando rápidamente y en el 2018 el gas natural representó casi la mitad del crecimiento en el total global demanda de energía”.

• “El gas natural juega muchos papeles diferentes en el sector energético y, así como sustituye a los combustibles más contaminantes, también reduce la contaminación del aire y limita las emisiones de dióxido de carbono”.

4. Conclusiones

La transición energética que está en proceso en el mundo, y que durará varias décadas, se caracteriza por una creciente diversificación de fuentes de energía. Como bien lo señalan los expertos internacionales, la matriz energética prevista para el 2040 será la más diversificada jamás vista.

En lo fundamental, la transición energética, la reducción de las emisiones al ambiente y la descarbonización son el resultado de múltiples factores que inciden sobre la evolución de la demanda energética, como las políticas públicas y la introducción rápida de las nuevas tecnologías que está emergiendo continuamente. La oferta energética se irá adecuando a la evolución y a la composición progresiva de la demanda energética.

La distracción que se quiere crear con el proyecto de ley de la prohibición del desarrollo de una riqueza potencial nacional busca hacer creer que el Gobierno está luchando contra el cambio climático, cuando los datos que reflejan la cruda la realidad muestran que el Gobierno está haciendo todo lo contrario.

Esta cruda realidad muestra que las emisiones del país nacionales son crecientes y que su trayectoria de crecimiento viola totalmente los compromisos internacionales adquiridos por el Gobierno en el Acuerdo de París.

Si se buscará luchar en serio contra el cambio climático, el Gobierno y los diputados que le dan su apoyo debieran estar discutiendo un proyecto de ley enfocado en la realidad actual.

Debieran estar buscando resolver el serio y desastroso problema energético que tiene el país, el cual está conduciendo, entre muchos otros aspectos, a altos costos de la energía, a una creciente petrolización que está reduciendo la participación de las fuentes renovables de energía en la matriz energética del país, a altas y crecientes emisiones de gases de efecto invernadero que conducen a una carbonización que aumenta continuamente y a un incumplimiento total de los compromisos adquiridos en el marco del Acuerdo de París.

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