Día Internacional de la Juventud

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Fue en el marco de la primera sesión del Foro Mundial de la Juventud de 1996, que las Naciones Unidas declaran en 1999 con la Resolución 54/120 I, el 12 de agosto como Día Internacional de la Juventud. Año con año todos los países del mundo deben conmemorar este importante día para que las generaciones jóvenes sean tomadas en cuenta; y lo más importante es que los gobiernos de la República, los gobiernos locales e instituciones públicas y privadas adopten políticas públicas reales en bienestar de esta importante parte de la población de nuestras sociedades. Las Naciones Unidas han tomado fundamentales medidas hacia la juventud, de las cuales se señalan las siguientes:

1-Mejorar la participación de la Juventud en las actividades de las Naciones Unidas, así como en la sociedad y en la toma de decisiones. 2-Desarrollar políticas en temas prioritarios como la educación, el empleo, el hambre y la pobreza, la salud, el medio ambiente, el uso indebido de drogas y la delincuencia juvenil. 3-Desarrollar canales de comunicación y cooperación entre organizaciones juveniles, agencias del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones juveniles intergubernamentales. La Oficina Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, ha desarrollado una serie de “criterios estratégicos” para los adolescentes en la región; siendo ésta una de las zonas con más altos índices de pobreza del mundo; donde los accesos a los servicios públicos son realmente limitados.

Las prioridades que se señalan son: 1-Educación universal primaria y secundaria, incluyendo iniciativas para la creación de colegios amigables. 2-Reforzar las familias. 3-Establecer sistemas de justicia criminal juvenil. 4-Promoción de la salud sexual reproductiva en el marco de Derechos humanos y prevención del VIH/SIDA. 5-Promoción de los Derechos Humanos a través del arte, de la cultura y del deporte, incluyendo la participación en programas radiofónicos y televisivos. 6-Promoción de la participación juvenil para la recuperación y rehabilitación psico-afectiva de niños, niñas y adolescentes en situaciones de desastres, como redes comunitarias para la prevención de desastres (en Costa Rica) y retorno a la alegría en muchos países de la región y del mundo. 7-Respaldar el debate sobre la violencia sexual contra las mujeres. 8-Desarrollar iniciativas y programas apoyando la igualdad de género.

Por otra parte, en nuestro país se han venido adoptando políticas públicas importantes en materia de la Juventud. Este año se celebran los 15 años de la aprobación de la Ley General de la Persona Joven, la N° 8261, emitida el 20 de mayo de 2002 y cuyo antecedente fue la Ley Orgánica del Movimiento Nacional de Juventudes, N° 3674 del 27 de abril de 1966. Podemos decir que desde la década de los 60s del siglo pasado se habían tomado una política a favor de la Juventud. Además con la creación del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes mediante Ley N° 4788 del 5 de julio de 1971, se adoptaron políticas a favor de la Juventud. Hoy día el Consejo Nacional de la Persona Joven está adscrito al Viceministerio de Juventud dependiente del Ministerio de Cultura y Juventud (ya que el área de deportes se separó y está dentro del Ministerio del Deporte).

Importante destacar que se define como persona joven la comprendida entre los 12 y los 35 años de edad inclusive; los derechos que adquieren y la responsabilidad del Estado de promover su desarrollo pleno y su participación política, social, cultural, laboral, etc. Crean además importantes instancias como el Sistema Nacional de Juventud, que es la red de todas las instituciones gubernamentales y entes privados que propicien los derechos de la juventud y el Viceministro de Juventud.

En los cantones se establecen por ley los Comités Cantonales de la Persona Joven: Un representante municipal que es nombrado por los Concejo Municipales y debe ser una persona joven quien que lo preside, dos representantes de los colegios del cantón, dos representantes de las organizaciones juveniles, un representante del comité cantonal de deportes y recreación y un representante de las organizaciones religiosas. La finalidad es elaborar y ejecutar las propuestas locales o nacionales que consideren los principios, fines y objetivo de esta Ley, contribuyendo a la construcción de la política nacional de las personas jóvenes.

Nuestro país debe construir un camino propio y dar todas las oportunidades a la población joven; que hoy día representan un 43% entre jóvenes que oscilan entre los 12 y 35 años de edad; se debe dar el mayor acceso a la educación y salud; así como generar fuentes de empleo para que nuestros jóvenes técnicos y profesionales obtengan un trabajo digno y que puedan vivir felices. Debemos incentivar el acceso a la participación ciudadana en las diferentes esferas políticas e institucionales; dentro del marco de una sociedad democrática y solidaria. El peligro latente de la influencia de los populismos de izquierda o derecha son inminentes y muy peligrosos para nuestra estabilidad republicana y de respeto al marco de un Estado Social de Derecho.

Aunque si bien entendemos que la relación entre el crecimiento económico y la redistribución de la riqueza no se genera de forma automática; debemos de generar mejores políticas de justicia social; para verdaderamente crear el equilibrio sostenido entre el crecimiento y la distribución de la riqueza. Este crecimiento exige mayor productividad y de generar mejores empleos para los jóvenes en capacidad de laborar y aportar al país. Los social demócratas creemos en lograrlo así:

“Por eso estamos hoy de nuevo en capacidad de hacer realidad el sueño costarricense de ser un país con una gran clase media, vigorosa, innovadora y productiva. Un país que sabe vivir, un país que sabe producir, y –sobre todo- un país que sabe compartir lo que produce para darle oportunidades a todos, especialmente a las y los jóvenes, así como a aquellos sectores o grupos más débiles y vulnerables. Un país capaz de superar la ineficiencia que impide a sus recursos generar las riquezas necesarias en pocas manos e impiden que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo social.

Un país capaz de entender que el medio ambiente y los recursos naturales son uno de nuestros principales activos, y capaz de tratarlos como uno de los bienes públicos fundamentales para el desarrollo. Un país, en fin, capaz de construir un desarrollo dinámico, genuinamente humanos y en armonía con la naturaleza.” (Congreso Nacional Daniel Oduber. PLN)