Cuatro brochazos

Circunloquio [*]

Yayo Vicente

Yayo Vicente

Los seres humanos somos imperfectos, por eso seguimos evolucionando biológica, cultural y tecnológicamente. Para impedir la evolución, deben darse dos circunstancias: 1) que los individuos en las poblaciones sean genéticamente idénticos y a prueba de mutaciones, y 2) que no haya presión selectiva porque el ambiente no cambia.

El Homo sapiens no está sometido a ninguno de los dos hipotéticos factores que frenan la evolución. El animal humano se reproduce de forma sexual, su descendencia tiene la mezcla genética de su madre y su padre, además las mutaciones suceden, aunque no queramos. El ambiente en que vive el ser humano es cambiante, por eso se puede asegurar que las personas estamos en permanente evolución.

La obra humana no escapa de esa realidad: instituciones, organizaciones y programas, reflejan esa característica de las personas, que tenemos defectos y aciertos y por eso las obras las tenemos en permanente modo de mejoramiento. Si bien es cierto que, en biología la necesidad no crea al órgano, en la evolución cultural y tecnológica definitivamente la obra humana responde a la necesidad, la genialidad de algunos de satisfacerla y el deseo de otros de divulgar la respuesta al problema.

Parla! «¡Habla!», dicen que le dijo Miguel Ángel Buonarruoti a la magnífica estatua de Moisés cuando la concluyó, golpeándola en una rodilla con el martillo de esculpir. La comenzó a construir en 1505 y terminó 40 años después, cada detalle es perfecto, responde a su aguda observación en estudio anatómico de cadáveres y su habilidad de traducirlos al mármol, Pero… no hablaba.

Dualismo

Cuando la persona ve el “vaso medio lleno”, es porque es un optimista, por el contrario, cuando ve el “vaso medio vacío” es una persona pesimista. Baruch Spinoza nos invita a apreciar al universo desde el “monismo”, pero pocas personas se han atrevido a dar el paso. Seguimos encerrados en el paradigma “dualista”, en el que elegimos entre el “vaso medio lleno” y el “vaso medio vacío”.

El gobierno del chavismo costarricense pretende que veamos el “vaso medio vacío”, que seamos pesimistas, que perdamos la esperanza y renunciemos a todo avance conseguido. El camino que nos señala ese líder negativo debe ser recorrido solo por él y los cuatro gatos fanáticos que lo siguen con los ojos cerrados.

Siempre se puede hacer más y siempre se puede hacer mejor. Esa máxima no significa que todo esté mal y que debemos recomenzar de cero. Está equivocado un gobernante que cree que su mandato empieza con una página en blanco, que no existen los antecedentes y que desacredita esa herencia, pues la que encuentra y existe, es respuesta a problemas que fueron resueltos en un largo camino de “prueba y error”.

Marcos Ramírez

“Marcos Ramírez” del escritor, político y Benemérito de la Patria, Carlos Luis Fallas (CALUFA), es una autobiografía, que narra las aventuras de un niño campesino, cuyas acciones inocentes se entrelazan con el realismo de la Costa Rica de principios del siglo XX. Este pasaje, ayudará a comprender que la vida misma es una continuidad infinita y que este universo empezó con el “Big Bang” y desde entonces todo efecto tiene una causa que lo antecede. ¡Claro!, que sin contar con la excepción y “milagro” que le sucedió a Marcos Ramírez.

«[…] volví yo a conseguir algún dinero, pero esta vez por medio de un empréstito que, aunque muy singular, fue legal y debidamente negociado.

Marcos Ramírez

Mi madre […] tenía sus devociones, entre otras la de recibir una imagen del Corazón de Jesús que, montada sobre una gran alcancía, recorría periódicamente el barrio recibiendo las oraciones y limosnas […] Esa imagen tenía que pasar siempre de mi casa a la de los Madriz, y yo era el encargado de llevarla. Un día […] el alegre tintineo de las monedas […], llevóme a las siguientes reflexiones: “Carambas, si el Corazón de Jesús quiere, yo puedo sacar de esta caja una peseta prestada, pa´pagársela después, cuando tenga plata. Y si no quiere, pues entonces no la puedo sacar”. […] Un momento después tenía en la bolsa una moneda de diez céntimos, cuatro de las de dos centavos de níquel y un centavo de cobre. […] ¡El Corazón de Jesús había aceptado mi proposición! […] regresé corriendo y apunté debidamente la deuda en la pared […] dispuesto a cancelar ese préstamo con el primer dinero que pudiera ganar. […] los préstamos del Corazón de Jesús ya formaban en la pared una hermosa columna que comenzaba a ser mi mayor tormento y que no me atrevía a sumar nunca […] “Un día de estos”, pensaba yo, “el santo me ayuda y me encuentro un billete’e cinco pesos, o hace, que mi madrina me lo regale. Y entonces hago la suma y pago toda la cuenta de un solo viaje”.

[…] a la hora del almuerzo, alcancé a ver desde la esquina a un hombre que, subido en una escalera, estaba encalando apresuradamente la pared de mi casa. […] Mi carrera resultó inútil. ¡Aquella cuenta sagrada había desaparecido bajo una espesa capa de cal! […] De pronto la luz se hizo en mi cerebro, inundándome de una dulce sensación de felicidad: ¡El Corazón de Jesús, mirando mi sufrimiento y mi imposibilidad de pagarle, con cuatro brochazos de cal acababa de perdonar mi cuenta para que pudiera sin temor alguno hacer mi Primera Comunión!
»

El gobierno de Chaves Robles quiere desaparecer “con cuatro brochazos de cal”, el medio vaso lleno que le dejamos el 8 de mayo del 2022. Me decía mi mentor asiático, el Dr. Primo Arámbulo III, que a él le llamaba mucho la atención, que en occidente las autoridades nuevas querían destruir todo el legado que encontraban. Ilustraba su observación con la Muralla China, que fue una obra de varias dinastías, su construcción inició 350 años antes de Jesús Cristo y acabó oficialmente en el año 1644 dJC, con el derrocamiento de la dinastía Ming. Tardaron 2000 años en construirla.

Desde 1821

La construcción de la República de Costa Rica la iniciamos apenas fuimos independientes del Imperio Español. El 1 de diciembre de 1821, la Junta de Legados promulgó el Pacto de Concordia, la primera Constitución, que determinó que el gobierno estaría a cargo de una Junta Superior Gubernativa, se reconocieran los derechos civiles de los habitantes, se abolió la esclavitud y se instauró la libertad de comercio. Cuatro años después, teníamos moneda propia, jefe de Estado, Asamblea Legislativa y Corte Suprema de Justicia.

Los localismos nos llevaron a un enfrentamiento entre conservadores de Cartago y Heredia, partidarios de unirse al Primer Imperio Mexicano y los liberales y republicanos de San José y Alajuela. Los republicanos, dirigidos por Gregorio José Ramírez ganaron; se trasladó la capital a San José y Ramírez devolvió el poder a los pocos días y se nombró una nueva Junta Gubernativa que gobernó hasta 1824, cuando se nombró al primer jefe de Estado, Juan Mora Fernández, un maestro josefino y liberal. En su gobierno se introdujo la imprenta, se estableció la primera casa de moneda y se reorganizó la Casa de Enseñanza de Santo Tomás, considerada la primera universidad de Costa Rica, se promulgó la nueva constitución, que se llamó la Ley Fundamental del Estado Libre de Costa Rica.

En la actualidad, la República de Costa Rica goza de una sólida y longeva democracia, una de las más funcionales del mundo y una eficaz capacidad de movilidad social, que nos permite alcanzar un elevado progreso general en relación con la distribución y tamaño de la economía. Costa Rica es el quincuagésimo país más rico del mundo según datos del Fondo Monetario Internacional y uno de los más estables de América, obteniendo resultados favorables en todos los índices de desarrollo y competitividad. Como si fuera poco, tenemos políticas de avanzada para la protección del ambiente y nos convertimos en una nación desmilitarizada por voluntad propia desde 1948, manteniendo un elevado nivel de prosperidad de acuerdo con el Instituto Legatum y habiendo sido considerada la sociedad más feliz del planeta, durante más de una década, según New Economics Foundation.

Las leyes

  • Un Sistema Judicial garantista que prefiere a un delincuente en la calle que, a un inocente en la cárcel, que juzga bajo el principio de inocencia y los juicios son con el debido proceso para permitir que el acusado presente su versión ante un juez, que no fue escogido especialmente para el caso. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Un parlamento que hace su trabajo de legislar y de control político, con una de las mayores transparencias del mundo para este tipo de órganos. Hasta la reunión más pequeña se graba, con audio y vídeo, quedando disponible en tiempo real y también después, además que se transcriben las actas que pueden leerse y descargarse desde el portal electrónico. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Un poder electoral envidia del mundo, respetable y que brinda una indudable confianza en los resultados. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Una Constitución Política moderna y con una Sala Constitucional que evita que se quede solo en el papel. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Un ICE, que hizo de la electricidad un derecho que nos llega a todos, con una matriz productiva sostenible y amigable con el ambiente. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Un Sistema de Universidades Públicas bien posicionadas en el ranking, con excelente cobertura y libertad de cátedra. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Un sistema de agua potable intradomiciliaria de gran cobertura. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Un robusto sistema sanitario presente en todo el territorio y que cubre las cuatro etapas: promoción, prevención, curación y rehabilitación. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Un RECOPE que nunca nos ha dejado sin combustible, es el más barato de Centroamérica (cuando se resta el factor impuesto), el de mejor calidad, con buena parte del traslado en poliductos y los mismos precios en todo el territorio. Es perfectible, ¡claro que sí!
  • Etcétera.

Amarrando al tamal

Todo, desde el mismo ser humano que sigue evolucionando, pasando por el Moisés “mudo” de Miguel Ángel y terminando con la Constitución Política, es perfectible. Por eso no vengan a engañar al “Soberano” diciendo que nada sirve y que todo debe ser destruido para empezar otra vez desde los cimientos. ¡No es así!

Desde nuestra independencia, convertimos a la nación en una república, es decir, un gobierno con división de poderes, con pesos y contra pesos, bajo el principio de legalidad que significa que el gobernante tiene la cancha marcada y solo puede hacer lo que las leyes le permiten.

“El Soberano” es alegre, tolerante, pacífico, orgulloso de su terruño y de la herencia democrática. ¿Por qué el chavismo costarricense lo quiere cambiar?, ¿por qué quiere ese chavismo a un “Soberano” triste, agresivo, violento, negando su glorioso pasado y viendo la mitad del vaso vacío?

Nacimos siendo un país de leyes, nuestro primer gobernante fue un maestro, Gregorio José Ramírez devolvió el poder en cuanto se calmaron las aguas, José Figueres Ferrer abolió dos ejércitos (el suyo y el de Costa Rica) y a los 18 meses entregó el mando. Construimos el único monumento del mundo que le hace honor a los caídos de ambos bandos, en media Guerra Fría lideramos el proceso de paz para Centroamérica. Nada de eso se borra “con cuatro brochazos de cal”.

[*] CIRCUNLOQUIO. Viene del latín circumloquium. El Diccionario de Real Academia Española lo define como: “Rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más brevemente”.

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