Fernando Berrocal
Al igual que la Selección Nacional se armó de coraje y logró combinar un equipo de experimentados jugadores y de nuevos valores, provenientes de varios equipos y legionarios, para derrotar a Canadá y El Salvador, bajo la dirección de un excelente estratega, los costarricenses debemos ir a las urnas el próximo domingo y escoger la mejor y más experimentada, probada y capacitada opción para dirigir los destinos del país durante los próximos cuatro años y abrir los mejores caminos para los próximos 25 años de la vida nacional.Así como nuestra Selección Nacional llegó al filo de la navaja y casi la descalifican, Costa Rica transita por el más difícil y complejo momento histórico de las últimas décadas, con un fuerte retroceso negativo y peligroso de crecimiento económico, dos millones de costarricenses en condiciones de pobreza, más de medio millón de jóvenes sin empleo, enfrentados como sociedad al más peligrosos de los enemigos que son las mafias del narcotráfico y un Estado quebrado y disfuncional, ahogado de tramitología y corrupción
Para hacer las reformas y el cambio que urgimos, es imposible construir futuro sin el análisis, las soluciones y la estrategia correctas. Se necesita capacidad de diálogo y concertación con las otras fuerzas políticas y los sectores de la sociedad organizada, respetar la libertad de prensa y el pensamiento crítico, así como tener contactos reales y relaciones internacionales de primer nivel para concretar las alianzas geopolíticas y económicas que necesita Costa Rica.
De la prepotencia, la descalificación tóxica, las mentiras y la sorna irónica y burlona, nunca saldrá nada bueno. Ni en la vida persona, ni para la sociedad. La personalidad, la forma de ser y el estilo de los gobernantes, tiene mucho que ver con las diferencias entre la democracia y el autoritarismo personalista.
Por eso, estas elecciones del próximo domingo, son trascendentales. En política, la experiencia, las ideas y el liderazgo son claves, pero se necesita humildad y respetar a los adversarios y las críticas. Se necesita mucho coraje y, sobre todo, madurez, equilibrio en la personalidad y estabilidad emocional.
Se trata de elegir al futuro gobierno, pero se trata también de una visión de largo plazo y superar la profunda crisis actual, sin renunciar al ejemplo progresista, visionario y reformador de los grandes patriotas y beneméritos del pasado. Los que hicieron grande y próspera a Costa Rica con nuestro Estado Social de Derecho. Se trata de conquistar el futuro con responsabilidad ciudadana y civismo, optando por cambios y reformas necesarias y urgentes, respaldados en un Programa de Gobierno y un equipo de primer nivel, dejando atrás la demagogia, improvisación, inexperiencia y los errores garrafales de estos últimos ocho años. Todo eso es lo que está en juego este domingo. Yo he tomado mi decisión. Todos debemos tomar una decisión e ir a votar. En la pureza y transparencia del sufragio se hace realidad la vida en democracia.