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Carlos Revilla Maroto
En esta oportunidad voy a escribir sobre el centro histórico de la ciudad de Alajuela, que era la que me faltaba, después de Heredia y Cartago, para completar las ciudades más importantes que vienen del tiempo de la colonia, y que están ubicadas en el valle central.Sobre el origen del nombre, la versión más aceptada sobre el origen del nombre se debe al río de La Lajuela, que por primera vez se cita en los protocolos de Cartago en 1657. Denominación que evolucionó, primero a La Lajuela, luego la costumbre popular posteriormente por razones de facilidad en la pronunciación le omite el artículo “La” quedando el topónimo “Alajuela”.
Una pequeña introducción sobre la ciudad de Alajuela:
En 1777 los vecinos de La Lajuela y las Ciruelas ante la obligación de trasladarse a la Villa Vieja (Heredia), solicitaron construir un oratorio público provisional el cual se estableció en la casa de don Dionisio Oconitrillo (de origen español), 30 metros al norte de donde hoy se encuentra La Catedral.
Al incrementarse la población de los cinco barrios existentes en aquel momento: Targúas, Púas, Ciruelas, La Lajuela y Río Grande, estos enfrentaron dificultades para cumplir con sus obligaciones religiosas por lo que optaron solicitar al Obispo de Nicaragua y Costa Rica, Monseñor don Esteban Lorenzo de Tristán, permiso para eregir una ayuda de parroquia a un oratorio público. A comienzos de 1854 se inició la construcción del actual templo, el cual fue bendecido el 22 de diciembre de 1863.
Sitios históricos
Todas las ubicaciones de los lugares se pueden ver en el mapa interactivo al final de las descripciones.
Como ya es mi costumbre, voy a iniciar con la descripción de varios parques y plazas importantes que hay en el centro de la ciudad y cercanías con algún valor histórico.
Parque Central Tomás Guardia. Desde 1890, este parque ha sido uno de los principales centros de reunión de Alajuela y constituye uno de los patrimonios históricos de la ciudad.
La trama del parque corresponde a una influencia renacentista de principios del siglo XX, en donde la circulación interna está definida a partir de un centro y de ahí a los vértices. Destacan en su interior áreas verdes de configuración geométrica con un quiosco, y en el centro hay una hermosa fuente importada desde Glasgow, Escocia.
En el parque hay varios bustos y esculturas: Monseñor Esteban Lorennzo de Tristar, fundador de la ciudad de Alajuela en 1782; Lic. León Fernández Bonilla, diputado, secretario de estado, historiador y periodista; Efraín Arroyo B. caído heroicamente en la Revolución del 48; y algo curioso, dos esculturas de mangos, en honor al nombre popular de la “ciudad de los mangos”, que proviene del hecho que el parque tiene varios árboles de esa fruta.
El parque es muy concurrido con una gran interacción social. A su alrededor se construyeron una serie de edificaciones de gran valor histórico y arquitectónico que lo rodean de las que escribiré más adelante. Es común la realización de diferentes eventos artísticos y culturales en este espacio.
Diagonal a la esquina noroeste del parque, hay una pequeña plaza con una estatua de cuerpo entero de tamaño natural, del expresidente Tomás Guardia, con unas columnas que tienen una simbología especial, que se detalla en la placa que está en el lugar, la cual transcribo a continuación:
“ALAJUELA RINDE HOMENAJE AL PRESIDENTE
TOMAS GUARDIA GUTIERREZ (1831-1882)
Benemérito de la patria. Gobernó Costa Rica desde 1870 a 1882. Aprobó la constitución liberal de 1871, en la cual se dio independencia a los tres poderes de la República. Estableció la libertad de culto, abolió la pena de muerte y fortaleció la educación. Impulsó importantes obras de infraestructura en la ciudad de Alajuela y el resto del país. Promovió la construcción del sistema ferroviario de la nación. Fundó el Banco la Unión y el Archivo Nacional e inició la exportación del banano.
Las columnas escultóricas: una sinboliza las medidas impulsadas para el desarrollo social y económico, la otra las medidas de carácter político e inatirucional, lo cual significó un gran impulso a la democracia costarricense.
Escultor Edgar Zúñiga Jiménez
Concejo Municipal 2010-2016
Roberto Thompson Chacón, Alcalde
Municiplaidad de alajuela”
Originalmente en ese lugar estuvo su casa y posteriormente la biblioteca y la municipalidad. Debido al terremoto de 1992, hubo que demoler el edificio y eso dio lugar la plaza actual, que lleva también el nombre de Tomás Guardia, de quien pueden leer una pequeña biografía en los anexos.
Parque Juan Santamaría. Es el ícono más importante para la comunidad alajuelense y para todos los costarricenses ya que en ella se encuentra el Monumento Escultórico y del Héroe Nacional Juan Santamaría.
La estatua, flanqueada por cañones, fabricada en bronce, fue develada el 15 de setiembre de 1891 y es consagrada a la memoria del héroe, que como sabemos dio su vida para salvaguardar el país en la Campaña Nacional contra los filibusteros al mando de William Walker. Fue nombrado héroe nacional al finalizarse la Batalla de Rivas, el 11 de abril de 1856.
De las muchas placas que tiene el monumento destaco dos:
“MONUMENTO ERIGIDO
POR SUSCRIPCION PÚBLICA
CON EL CONCURSO DEL GOBIERNO
AL HEROE MUERTO POR LA PATRIA
EN LA BATALLA DE RIVAS
DE LA GUERRA NACIONAL
COSTRA LOS FILIBUSTEROS”
y
“Yo soy Juan Santamaría el alajuelense que honró a Costa Rica, al ofrendar la vida por la libertad. Soy el del nombre glorioso, pero también el humilde anónimo que luchó con denuedo contra los invasores.
He sido el héroe celebrado. Hoy soy el símbolo de todos y todas quienes abjuren de la imposición y la injusticia.
Alajuela 11 de abril del 2011
Municipalidad de Alajuela
Alcaldía municipal
Textos: Jorge Arroyo”
El parque se extiende toda la cuadra hacia el noreste, donde hay varias esculturas y destaca un gran mural alusivo a la gesta del 56.
Parque infantil Calián Vargas. Queda casi al frente del parque Juan Santamaría. Nombrado así como homenaje a Rafael Julián Maximino Vargas Molina, conocido como Calián; quién nació en Alajuela el 22 de noviembre de 1880. Fue miembro de la Sociedad Obrera Alajuelense, con activa participación en la organización de los trabajadores locales y vicepresidente de la primer Junta Directiva de la Liga Deportiva Alajuelense.
Es conocido como el parque de los niños, donde se ubica una mega estructura de juegos infantiles desarrollada en tributo a la Convención sobre los Derechos del Niño, establecida por las Naciones Unidas. En el también están unas placas con los nombres de todos los caídos de Alajuela en la Campaña Nacional, pero lastimosamente casi imposibles de leer por estar hechas en blanco. En el se puede ver el rótulo de la ciudad de Alajuela, que se ha vuelto una bonita costumbre de poner en todos los parques de las ciudades.
Parque Eloy Alfaro Delgado (popularmente conocido como Palmares). Está ubicado frente al antiguo edificio del hospital San Rafael. Tiene un busto del general ecuatoriano Eloy Alfaro Delgado, que le da nombre al parque, quien fue uno de los estadistas y políticos más destacados de la historia republicana de su país. También una estatua, tamaño real, del gran futbolista alajuelense Alejandro Morera Soto, y además un monumento de un globo terráqueo en homenaje de agradecimiento al profesor José Ricardo González Quirós, líder y dirigente comunal, socio fundador y consejero del club friendship force.
Parque Próspero Fernández (popularmente conocido como del cementerio). Está ubicado frente a la entrada del cementerio de Alajuela (costado este) y tiene un busto del expresidente alajuelense Próspero Fernández. Como curiosidad se puede anotar que ese busto estuvo en el parque Morazán en San José, en el lugar donde actualmente está el templo de la música.
En el centro del parque, hay una bonita escultura de la artista nacional Leda Astorga de una pareja bailando, que rinde homenaje al “swing criollo”. La obra, de tres metros de largo y tres de ancho y 1 200 kilos de peso, fue hecha en bronce policromado. Su arduo y complejo proceso de elaboración, tardó dos años e incluyó un escaneo en 3D, se proyectó a escala real. La fundición estuvo a cargo del taller de Tany Fage en Alajuela. El “swing criollo” fue declarado como Patrimonio Cultural Intangible de Costa Rica y goza de aceptación en todas las clases sociales. Su estilo me recordó mucho al pintor colombiano Botero.
Centro Alajuelense de la Cultura. Ubicado al costado oeste del parque central. Este edificio, en donde se ubicó antiguamente el Palacio Municipal de Alajuela, fue declarado patrimonio histórico en 1979. Mide un cuarto de manzana y tiene dos plantas con jardín central. El centro abre sus puertas de lunes a sábado. En su interior alberga al Archivo Municipal, el Conservatorio Municipal de Música, la oficina del promotor de deportes y la oficina regional de la Dirección de Cultura en Alajuela.
Desde octubre de 1996, alberga además al Centro Alajuelense de la Cultura, que se ha convertido en un importante espacio para el desarrollo del arte y la cultura de los alajuelenses. En él se ofrecen una gran diversidad de opciones gracias a los esfuerzos que realizan la Escuela Casa del Artista, el Conservatorio Municipal de Alajuela, la Escuela de Ajedrez, entre otros.
Museo Histórico Juan Santamaría. Ubicado al costado sur del Parque Central. Esta fortaleza fue construida entre 1874 y 1877 por el General Tomás Guardia y remodelada en 1936 por el presidente León Cortes Castro. Varios militares alajuelenses que comandaron el cuartel llegaron a ser presidentes de la República, como el General Próspero Fernández y el General Bernardo Soto Alfaro.
Para 1894 contaba con un moderno equipo militar capaz de armar a cinco mil hombres. Se cree que los túneles subterráneos que conectan el cuartel con la residencia del general y el ayuntamiento de la ciudad, son de la remodelación de 1936.
Tras la abolición del ejército fue convertido en un centro educativo y posteriormente fue la sede del Centro de Investigación y Perfeccionamiento de la Enseñanza Técnica (CIPET). En la actualidad alberga el edificio el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Fue declarado de interés histórico-arquitectónico, según decreto ejecutivo publicado en La Gaceta.
Dentro del edificio hay una pequeña plaza bautizada Francisca Carrasco Jiménez, conocida como Pancha Carrasco, que acompañó al ejército costarricense en la campaña contra los filibusteros, condecorada por el gobierno por su importante participación y a la que se le otorgó el título de “Defensora de las Libertades Patrias”. En los anexos pueden leer una pequeña biografía de ella.
Dentro del museo, en una especie de vitrina, me encontré un bonito texto que les transcribo a continuación:
“Costa Rica acrisola su ser nacional y su destino histórico en
las campañas de 1856 y 1857.
Esta lucha por su intrínseco valor, por su resonancia en las esferas de
la libre determinación de los pueblos,
debe colocarse al nivel de las más heroicas y trascendentales,
acaecidas hasta el presente.”
Alejandro Aguilar Machado
Iglesia Metodista. Esta construcción forma parte del centro histórico de la ciudad y constituye un icono de un alto valor patrimonial. La presencia de la congregación metodista en Costa Rica data de 1917. En 1928 se construyó en ladrillo la iglesia Metodista “El Mesías” en el centro de la ciudad, la cual representa un punto tradicional de encuentro para la comunidad metodista.
Entre los edificios del museo y la iglesia, que están contiguos, existe un pasaje que lleva el nombre de León Cortés Castro.
Edificio del Instituto de Alajuela. Ubicado al costado sur del Parque Central. Este edificio se construyó para el Instituto de Alajuela entre 1887 y 1888, sin embargo, décadas después, sirvió también como sede de importantes instituciones educativas alajuelenses como la Escuela República de Guatemala, el Colegio Gregorio José Ramírez (a principios de la década de los 70) y el Colegio Universitario de Alajuela (a principios de la década de los 80).
El Instituto de Alajuela dejó de impartir lecciones en este inmueble en abril de 1962 ya que se trasladó a su nuevo edificio que fue inaugurado durante la Administración del presidente de la República Mario Echandi Jiménez.
El edificio fue restaurado, y actualmente alberga el Centro Universitario Luis Alberto Monge, que forma parte de la sede central de la Universidad Técnica Nacional.
Catedral de Alajuela. Al costado este del Parque de Alajuela se ubica La Catedral, la cual se inició con el concepto de Oratorio Público en 1782, terminó de construirse en 1863 y fue consagrada como catedral en 1921.
Su estilo neoclásico y lineal le da al Parque y al centro de Alajuela un carácter elegante pero sencillo, muy característico de lo que es el pueblo alajuelense. En la parte trasera de la catedral se ubica la cúpula, de color rojizo, también con diseño neoclásico.
Su interior tiene una decoración simple y espaciosa, excepto por el domo, ubicado en el altar que tiene más ornamentación.
Conformada por tres naves, los capiteles están decorados con motivos hechos en la localidad.
Dentro de la catedral, cerca del atrio, reposan enterrados los corazones de los expresidentes Tomás guardia y León cortés.
En los bonitos jardines de la catedral, hay un busto a la memoria del sacerdote Francisco Pereira (1836-1903) cura párroco de Alajuela, que ayudó mucho a la construcción de la catedral.
Teatro Municipal. El edificio fue construido en 1956, diseñado por el prominente arquitecto nacional José María Barrantes, el máximo exponente del Art Decó y el Neocolonialismo de Costa Rica.
El anterior edificio, el Salón de Actos del Instituto de Alajuela, era usado como teatro desde inicios del siglo XX. En 1911, el empresario Buenaventura Casería decidió invitar cada sábado a empresas teatrales de San José y de todo el país y, en ocasiones, a empresas extranjeras. Se presentaban dramas, operetas y películas de cine mudo.
Declarado de interés histórico-arquitectónico, según Decreto Ejecutivo, esta edificación alberga hoy el Teatro Municipal de Alajuela, y es considerado el tercer teatro del país después del Teatro Nacional y el Teatro Melico Salazar en San José.
El teatro mantiene en su exterior la estructura original del Salón de Actos del Instituto de Alajuela.
Antiguo Hospital San Rafael. El edificio del antiguo Hospital San Rafael fue terminado de construir en 1905. El diseño barroco ecléctico de su fachada sur se conserva casi intacto, y fue declarada patrimonio histórico arquitectónico mediante Decreto Ejecutivo del 3 de setiembre de 1999, publicado en La Gaceta No. 206 del 25 de octubre de 1999.
La fachada sur de dicho inmueble conforma junto con el Parque Palmares, un conjunto histórico-arquitectónico armónico de relevancia patrimonial. Durante más de 100 años este centro hospitalario ha atendido a la población alajuelense, siendo una institución significativa dentro del desarrollo histórico de la comunidad.
Actualmente alberga oficinas de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Escuela Ascención Esquivel. Este es otro inmueble de valor patrimonial y de visita obligada. Data de 1936 y es una construcción de cemento armado, diseñada y supervisada por el arquitecto José María Barrantes, uno de los más destacados arquitectos responsable de edificaciones públicas y privadas de mediados del siglo XX. Conforma parte del centro histórico, jugando un papel muy importante en el contexto urbano de dicha ciudad. Su entrada principal está ubicada al costado sur de la plaza Acosta.
Fuente de la libertad. Para conmemorar el centenario del nacimiento de Juan Santamaría el 29 de agosto de 1931) el ayuntamiento dispuso comprar la propiedad donde nació el Héroe, con el propósito hacer en el lugar un parquecito donde sería colocada una simbólica piedra, obsequio del colegio de San Luis Gonzaga al Instituto de Alajuela. El monolito ostenta esta significativa inscripción: “FUENTE DE LA LIBERTAD”.
Ermita de la Inmaculada Concepción. Ubicada en El Llano de Alajuela, es la única edificación que esta fuera del centro histórico de la ciudad, aunque no tan alejada. La menciono por su valor histórico y gran belleza. Fue construida a finales del siglo XIX, en 1889. La tipología arquitectónica y los sistemas constructivos son de adobe y bahareque, hecho que la convierte en una de las pocas edificaciones religiosas representativas de su tipo, que aún se conservan en el valle central. Este inmueble es obra de una ardua gestión popular, la cual logró conseguir el terreno y financiar su construcción por medio de actividades sociales y recreativas.
Como nota especial, hace unos años fue inaugurado un bonito bulevar peatonal y vehicular de un solo carril, bautizado CALUFA, en honor al escritor Carlos Luis Fallas, autor del libro Mamita Yunai, Marcos Ramírez y otros. Hay placas en azulejos para sus libros y un retrato de Bryan Castro Mora “Papillo” en la técnica de pigmentos minerales sobre cerámica, muy bien logrado, con un formato de 60 cm x 41 cm. El bulevar mide dos cuadras y se extiende desde el parque central hasta el Juan Santamaría.
Destaco el hermoso poema dedicado a Calufa que se puede leer en el bulevar:
“Solo su voz.
Como antaño diciéndome:
camarada escritor, joven amigo.
Su voz y con ella su ejemplo,
Su alegría soleada
Y esa militancia compartida
Con los árboles, las chicharras
Y con Zahyra.
De Carlos Luis Fallas algo muy simple
siempre fue mi amigo.”
De “El Libro de la Patria»,
de Alfonso Chase,
Editorial Universidad Nacional
1999
Me quedan muchas cosas en el tintero, Alajuela tiene muchos sitios histórico, con hay placas en muchas partes de la ciudad. Queda por fuera por ejemplo la Iglesia de la Agonía o el estadio Alejandro Morera Soto. Incluso de cada lugar del que escribo se podría escribir su propio artículo con todo merecimiento.
Para ver la galería de todo lo que he descrito, en detalle, y dada la gran cantidad de imágenes, hice un álbum en Facebook con las imágenes, la gran mayoría alta resolución.
Gracias a mi buen amigo Marcelo Prieto por su gran ayuda para poder hacer este artículo.
Anexos:
Francisca (Pancha) Carrasco (1816-1890)
Nació el 8 de abril de 1816 en Taras de Cartago, a orillas del río Reventazón, en el seno de una familia acomodada.
Aun cuando durante esos años las mujeres no podían ingresar a la escuela, Pancha sabía leer y escribir.
La primera noticia de su participación en la política costarricense data del 29 de mayo de 1842, fecha en la cual Costa Rica vivía una época de inestabilidad política durante la presencia del general Francisco Morazán, caudillo cuyas fuerzas estaban formadas por centroamericanos quienes deseaban la unión del istmo.
Frente al poder de Morazán, montada a caballo y en compañía de varias mujeres, Carrasco instigó al pueblo para que les presentaran batalla. El incidente llegó a ser apenas un alboroto, más en esa oportunidad ella demostró una gran valentía al oponérseles.
Durante la década de 1850 Costa Rica y los demás países centroamericanos enfrentaron una nueva crisis política ante la invasión del estadounidense William Walker a Nicaragua y ante su idea de tomar el resto del istmo. En 1856 Juan Rafael Mora Porras, presidente de Costa Rica, lanzó una proclama llamando al pueblo a movilizarse y manifestar su patriotismo empuñando las armas para expulsar al invasor Walker.
En 1857, a sus 41 años, se casó por tercera vez, con el sargento Gil Zúñiga, sin embargo un año antes se inscribió como soldadera en el ejército nacional para combatir a los filibusteros.
La pasión que emanaron las históricas proclamas del mandatario Mora Porras tocó el corazón del pueblo costarricense y su orgullo. Pancha Carrasco no dudó en abandonarlo todo y marchó al lado de las tropas, convirtiéndose en la única mujer costarricense que tomó parte activa en las batallas que sostuvo nuestro país.
Como parte de la tropa, a Pancha se le asignaron labores consideradas en ese entonces como propias de las mujeres: cuidar de la cocina, remendar, lavar y atender los heridos. Después de haber recorrido a pie todo el trayecto desde San José a Guanacaste, siguió con las tropas el camino hacia el norte y llegó a Nicaragua. En la batalla de Rivas, que exigió una cuota de sangre altísima al grupo costarricense, Pancha Carrasco empuñó el fusil y tomó parte en la lucha establecida por la posesión del cañón. La que había viajado con intención de hacer menos dolorosa e incómoda la situación del soldado costarricense, no pudo resistir el dolor de ver caer a sus hermanos en tan duro combate y luchó fieramente contra los filibusteros.
Después, vivió todo el terrible drama de la epidemia del cólera. Retornó a pie a Costa Rica al lado del general José María Cañas, atendiendo en el camino a los enfermos, consolando a los desahuciados y enterrando a los muertos.
Cuando en las últimas semanas de 1856 el gobierno costarricense consideró necesario recobrar los puestos militares de la Vía del Tránsito, en manos aún de las tropas invasoras, Pancha acompañó nuevamente a los soldados. Marchó por entre selvas, pantanos y ciénagas hasta el río San Juan y el Gran Lago de Nicaragua. Las tropas costarricenses fueron ganando terreno en la zona, hasta que William Walker se rindió.
Cuando retornó la tranquilidad, el presidente Mora Porras organizó un reconocimiento público para los oficiales del ejército, a quienes condecoró. Francisca Carrasco, que se había destacado como una patriota valerosa, también recibió ese honor.
Después de su participación se retiró a vivir en su casa de la Puebla en la ciudad de San José, donde murió el 31 de diciembre de 1890.
Tras su muerte se decretó duelo nacional y se le rindieron honores militares correspondientes al grado de General de División. En 1994 la Asamblea Legislativa la declaró Defensora de las Libertades Patrias.
Tomás Guardia Gutiérrez (1870 – 1872) (1872 – 1876) (1877 – 1882)
Don Tomás Guardia Gutiérrez nació en Bagaces, Guanacaste, el 16 de diciembre de 1831. Sus papás fueron los señores Rudesindo Guardia Robles y María Gutiérrez Flores.
Fue un distinguido militar quien tomó parte en la campaña nacional en contra el estadounidense Willian Walker y sus filibusteros.
Siendo coronel, el 27 de abril de 1870, apoyado por otros militares, dio un golpe de estado al Presidente Jesús Jiménez Zamora, logrando derrocarlo.
Al llegar al poder, disolvió el Congreso que lo había elegido, gobernó como dictador y desterró a muchos de sus enemigos políticos. Durante doce años, como Presidente y aún sin serlo, fue quien tuvo el destino de Costa Rica en sus manos, a veces desde el poder y a veces mientras otro ejercía la presidencia.
Era la autoridad máxima del país por la fuerza, a como hubiera lugar. Debía actuar así para sostenerse en el poder, debido a las continuas conspiraciones que se daban en contra de su mandato. Combatió sin descanso a la poderosa oposición y siempre encontró la forma de salir adelante.
Decretó la Constitución del 7 de diciembre de 1871, que estuvo vigente hasta 1948. Impulsó el desarrollo económico del país. Continuó los esfuerzo de los gobiernos de José María Castro Madriz y Jesús Jiménez Zamora, para la construcción del ferrocarril al Atlántico, iniciando así el desarrollo de la provincia de Limón.
Abolió la pena de muerte. Aumentó el número de escuelas y colegios públicos.
Aunque su gobierno fue militarista, se le califica como un presidente progresista que efectuó muchas obras de provecho para el país.
Fue declarado Benemérito de la Patria el 25 de julio de 1876. Murió en Alajuela el 6 de julio de 1882.
Próspero Fernández Oreamuno (1882 – 1885)
Don Próspero nació en San José el 18 de julio de 1834. Era hijo de don Manuel Fernández Chacón y doña Dolores Oreamuno Muñoz.
Fue electo Presidente en 1882. Decretó la enseñanza laica, porque hasta ese momento, estaba en manos de los religiosos. Celebró contratos en 1884 con Minor C. Keith, un empresario estadounidense, para la terminación del ferrocarril al Atlántico. El trabajo se terminó hasta en 1890.
Cuando falleció Anselmo Llorente y La Fuente, primer obispo de Costa Rica, el Vaticano nombró a Bernardo Augusto Thiel obispo del país, pero fue expulsado por el Presidente Fernández, quien a la vez desterró a todos los jesuitas que había en Costa Rica y prohibió la entrada a éstos, porque provocaron una gran agitación religiosa en el país, el 18 de julio de 1884.
Esta decisión se mantuvo vigente hasta la administración de don Rafael Angel Calderón Guardia.
Esto hizo impopular al presidente, pero como don Próspero se rodeó de los mejores elementos para gobernar, el pueblo lo apoyó.
Instaló el alumbrado eléctrico en las calles de San José. Instituyó el matrimonio civil y el divorcio por primera vez en el país. Secularizó los cementerios e implantó en el país el sistema métrico decimal.
El 1° de noviembre de 1883 inauguró el ferrocarril que unía a Puntarenas con Esparza.
Defendió la autonomía del país amenazada por gobiernos extranjeros impulsados por el general guatemalteco Justo Rufino Barrios, quien trató de hacer la unión centroamericana por la fuerza.
El Presidente Fernández decretó la guerra contra Guatemala y hallándose en Puntarenas, decidió Regresar a San José, para organizar las tropas, pero la muerte le sorprendió en Atenas el 12 de marzo de 1885.
El Congreso lo declaró Benemérito de la Patria el 26 de junio de 1883.
Alejandro Morera Soto (1909-1995)
Fue un jugador de fútbol costarricense, quien jugó como delantero la mayoría de su carrera para LD Alajuelense de la Primera División. Considerado unos de los más talentosos jugadores de fútbol en la historia en Costa Rica. Fue un delantero excepcional, muy rápido y sobre todo con unos reflejos excepcionales y con una maravillosa intuición de la jugada, siempre oportuna, que le permitía anticiparse a la acción de los recios defensas de aquella época.
«El Fenómeno Costariqueño«, fue el apodo que le dieron los periódicos en Cataluña, España, cuando formó parte del FC Barcelona que obtuvo el campeonato de Cataluña en 1934. También fue conocido principalmente como «El Mago del Balón». Morera Soto era de baja estatura, 1,65 m con un pequeño pero poderoso pie de talla 35.
Se retiró con con el Club Sport Herediano en 1947.
Ingresó en 1969 a la Galería Costarricense del Deporte.67 Elegido en 1998 futbolista costarricense del siglo, según la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol, con sede en Wiesbaden, Alemania. En mayo de 2021, nuevamente fue reconocido por la IFFHS como mejor jugador del siglo XX en Costa Rica.