Pizarrón
Vladimir de la Cruz
vladimirdelacruz@hotmail.com
Respecto a este Acto tengo algunas reflexiones y comentarios que comparto.
1.- En la historia política nacional el primer traspaso de poder que se dio un 8 de mayo, fue en 1847. Este mismo año el Directorio del Congreso se dio el 1 de mayo. El 8 de mayo para cambiar el Gobierno se estableció en el Artículo 105 de la Constitución de la constitución de 1859. En 1863 Jesús Jiménez Zamora asumió la Presidencia un 8 de mayo.
Tres veces desde entonces no se hizo el cambio de gobierno el 8 de mayo.
La primera cuando Federico Tinoco Granados le dio un Golpe de Estado a Alfredo González Flores el 27 de enero de 1917, ejerciendo la Presidencia como “jefe Provisorio de la República”. Como dictador convocó a elecciones de una Asamblea Constituyente, y presidenciales, el 11 de abril de 1917, donde solo él participó siendo electo Presidente. Al aprobarse la Constitución de 1917 ejerció como Presidente constitucional hasta su caída en 1919.
La segunda cuando José Figueres, al terminar la Guerra Civil de 1948, no le entregó el Gobierno a Otilio Ulate, se impuso como Presidente del Gobierno, de la llamada Junta Fundadora de la Segunda República, que asumió el 8 de mayo de 1948, habiendo obligado a Ulate a postergar su Presidencia, la que le fue entregada el 8 de noviembre de 1949, por un período de 4 años.
La tercera, cuando al terminar el gobierno de Ulate se convocó a elecciones, en 1953, que las ganó José Figueres quien asumió el gobierno el 8 de noviembre de 1953, entregando el gobierno a Mario Echandi Jiménez, el 8 de mayo de 1958. De esa manera también Figueres tuvo un gobierno ligeramente más largo, desde noviembre de 1953 hasta 8 de mayo de 1958.
A partir de esta fecha se regularizó el traspaso de poder presidencial cada 8 de mayo hasta hoy.
2.- La Constitución Política de 1949 establece que el Presidente y los Vicepresidentes electos deben prestar Juramento constitucional ante la Asamblea Legislativa. Si no pudieran hacerlo ante la Asamblea por alguna especial razón lo harán ante la Corte Suprema de Justicia. Esta situación durante la Segunda República nunca se ha dado.
En teoría política y en teoría del Derecho Constitucional los Poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y nosotros tenemos también el Electoral, son iguales entre sí, tienen igual rango constitucional, tiene cada uno una función exclusiva, indelegable, la función ejecutiva, la legislativa, la judicial y la electoral.
Sin embargo, en el acto de Juramentación del Presidente y los Vicepresidentes, se pone en evidencia, el papel supremo del Poder Legislativo sobre el Ejecutivo, el papel de reconocer, como se hace generalmente, que el Poder Legislativo es el más importante jurídica y constitucionalmente de los Poderes del Estado.
En este acto el Presidente de la República y sus Vicepresidentes juran la Constitución Política, lo que es defenderla, acatarla, cumplirla, ante el Presidente del Poder Legislativo, reconociendo en ese acto esa superioridad institucional de la Asamblea Legislativa, donde de manera más amplia está representada la voluntad popular de la representación política popular que se expresa en los procesos electorales, por cuanto el Poder Ejecutivo representa una mayoría política de un solo partido político, en su Gabinete o Consejo de Gobierno, mientras en el Poder Legislativo se representa una mayor ciudadanía por la diversidad de partidos políticos, con sus representantes populares, incluidos los del partido de Gobierno, que lo integran. Por ello se reconoce que en el Poder Legislativa está la Soberanía Popular representada.
Así el Presidente jura ante el Pueblo, representado en la Asamblea Legislativa, no solo defender, acatar y cumplir la Constitución, sino que asume simultáneamente, la obligación de realizar el mejor gobierno posible para procurar el mayor bienestar y felicidad para el pueblo.
En el acto del Juramento asume el Presidente, igualmente, el compromiso de entregar a la Asamblea Legislativa, un informe de su labor de Gobierno, cada año, el 30 de abril, rindiendo cuenta de su gestión. Por ello los informes anuales del Presidente ante la Asamblea Legislativa, que tradicionalmente se presentaban, con lectura, el 1 de mayo, fecha que se ha traslado, al 2 de mayo.
3.- Esta ceremonia de traspaso de poder es absolutamente laica, carece de formalidades religiosas o de “sometimientos” religiosos, aunque a la par de los eventos políticos del acto, se puedan hacer en paralelo, fuera del recinto parlamentario, actividades religiosas alusivas o en apoyo al acto político que se lleva a cabo.
Antiguamente, hace siglos, la lucha por el Poder Político, y la hegemonía ante él, se deba entre la Iglesia, el Papa, y los Reyes o emperadores. Este conflicto se resolvió históricamente cuando tácitamente se dio un acuerdo, el Concordato de Worm, en el año 1122, en lo que se conoció como la disputa de la Investiduras, que se discutió durante muchos años, que en el fondo trataba quien ejercía el dominio sobre el clero. El concordato de Worm fue ratificado por el Concilio Ecuménico de Letrán. De esta manera el acuerdo establecía que entre la Santa Sede y el imperio, se imponía responsabilidades compartidas. Así correspondería al poder eclesiástico la investidura clerical mediante la entrega del anillo y del báculo, y la consagración con las órdenes religiosas, a l mismo tiempo que al estamento civil se le reservaba la investidura feudal con otorgamiento de los derechos de regalía y demás atributos temporales de la época. De esta manera, quienes así eran investidos se debían al papa en lo religioso y al soberano laico en lo civil. En aquellos tiempos el emperador se le podía asistir a la elección de los cargos eclesiásticos y utilizar su voto de calidad cuando no hubiese acuerdo entre los electores eclesiásticos.
Cuando Napoleón se estableció como Emperador, en la ceremonia de su investidura, cuando el Papa iba a coronarlo, como se acostumbraba, Napoleón, en 1804, le quitó la corona de las manos del Papa, y él mismo se coronó. De inmediato también Napoleón coronó a Josefina, su esposa. Napoleón estableció de esa manera el límite de ese poder eclesiástico, y señaló a la vez que el emperador, el gobernante civil en este caso, no se subordinaba en el acto de coronación al Papa o a la Iglesia, y que sobre el Gobernante civil no había nadie superior a él. De allí, también, que el Presidente debe ser del estado seglar, porque quien ejerza este cargo no puede tener ningún “superior” sobre él.
4.- El Presidente Rodrigo Chaves en su discurso inaugural dijo que aceptaba el Estado de Derecho. Con ello dijo públicamente que aceptaba, acataba y respetaba, la Constitución Política y todas las leyes del país. Eso incluye que el Presidente solo puede hacer, en el ejercicio de su mandato, lo que las leyes y la Constitución le permiten hacer, lo que está establecido en su funciones. No puede actuar de manera arbitraria, dictatorial autocrática, despótica, tiránica, ni de manera absolutista, haciendo decretos, ni leyes obviamente, ni actos de gobierno, sin restricciones legales porque él sea el líder como se autodenominó en su discurso presidencial. Ya se llevó sus primeros frenazos legales con sus primeros decretos, que no estaban pensados correctamente y por ello no estaban bien hechos, lo que opacó sus primeros anuncios y primeros pasos gubernativos.
5.- El Presidente Rodrigo Chaves se presentó como un fiel mandatario. ¿Sabrá que es un Mandatario?, y sobre todo ¿qué es ser el Primer Mandatario del país? El mandatario es la persona a la que se le dan facultades por parte del mandante para realizar ciertos actos que se le encomiendan.
Al período de un Gobierno también se le llama Mandato, que es el tiempo en el cual el Mandatario ejerce el cargo o sirve a los mandantes, en este caso a los electores.
Ser Mandatario en ejercicio de la Presidencia es cumplir con el compromiso que adquirió ante los electores, que hicieron suyo su Programa o Plan de Gobierno, para procurar el mayor bienestar, para gobernar por el bien de la mayoría, para mejorar las condiciones de vida de los costarricenses.
Al ubicarse como Mandatario señaló el Presidente Rodrigo Chaves que gobernaría, que ejercería el gobierno, porque esa fue la orden que le dio pueblo. En este sentido dio la sensación que gobernaría con fuerza, con liderazgo, con la hoja de ruta que le ha trazado sus propios ministros, de la cual no pueden salirse con iniciativas propias.
Dijo que gobernaría superando las prácticas políticas que han desilusionado a los electores y ciudadanos durante tanto tiempo, y mandó señales de cuáles serían sus primeros pasos: atender la educación para superar el apagón educativo que tiene el país, por el impacto de la Pandemia, por las diferencias educativas entra las zonas rurales y urbanas del país, por el 60% de las personas entre 18 y 22 años que no ha terminado la secundaria, preocuparse por el desempleo informal que abarca más de un millón de personas, y atender el hambre que afecta miles de hogares, por hacer que los jóvenes reduzcan la hipoteca que heredan sobre su futuro y deshipotecar ese futuro para los niños que están naciendo, no abandonar a los adultos mayores y de bajas pensiones, tomar en cuenta a los pueblos originarios. En este punto ojalá enfrente a las mafias, a los grupos narcotraficantes del sur, y grupos de pequeños terratenientes y usurpadores de tierras de las regiones indígenas, que han tenido la complicidad de autoridades políticas municipales y policiales, hasta en el asesinato frecuente de los líderes indígenas de las comunidades indígenas que defienden sus parcelas y tierras, con la indiferencia antes esos asesinatos o la protección institucional que les dan a los asesinos.
Dijo también que acabará con las listas de espera de la Caja Costarricense del Seguro Social, con las presas de vehículos en las carreteras, señaló que se preocupará de que los empleados públicos se deben preocupar de dar servicios públicos de calidad.
6.- Mantuvo en alto, señalando que eran también suyas, las políticas que se han venido aprobando en el país de Derechos Humanos en general, de mayor igualdad entre los ciudadanos en todos los órdenes político sociales.
7.- Enfatizó, peligrosamente, por la forma cómo lo dijo, que los tres poderes públicos, pareciera que se refirió al Legislativo, al Judicial y al Electoral, deben someterse al Mandato Popular, casi insinuando que ese Mandato Popular está expresado, por las elecciones en las cuales él fue triunfador, solo en el Poder Ejecutivo, el otro poder del Estado costarricense.
Esto sí es peligroso en el Presidente Rodrigo Chaves porque parece no entender, después de trabajar más de 30 años en organismos bancarios y financieros internacionales, que no tienen estructuras democráticas de decisión , acostumbrados a imponer sus decisiones sobre regiones y países de una manera muy vertical, que las decisiones políticas en un régimen democrático tienen estructuras y procedimientos horizontales, transversales, junto con los verticales, para la toma de decisiones y acciones políticas.
Dijo en este sentido que para él no había ingobernabilidad, que no aceptaba que eso se dijera, que lo había era falta de toma de decisiones, y de actuaciones, que lo que había era falta de liderazgo, qué él era el líder, y que lo que Costa Rica necesitaba era que se gobernara con liderazgo, para rescatar la democracia costarricense, porque la casa nacional, a la que hizo mención el Presidente Carlos Alvarado, no está en orden, que hay que ordenarla, hay que reparar el país. Y avanzó más profundamente, cuando dijo que el país hay que reconstruirlo, es decir, hacerlo de nuevo. La reconstrucción no es solo la reparación de lo destruido, lo deteriorado o dañado. Reconstruir es demoler, si es del caso, para volver a construir, a rehacer, a hacer de nuevo. ¿Va a demoler el Presidente Chaves el país? ¿Qué es lo que considera que hay que reconstruir? ¿Qué es lo que tan mal ve que hay que reconstruir? La reconstrucción, para él, solo puede hacerse tomando decisiones. ¿Cuáles tomará? ¿Autoritarias o democráticas?
8.- Para el Presidente Chaves el pueblo costarricense es lo más importante de Costa Rica, es su base social, es el instrumento que puede emplearse para esta reconstrucción nacional. En este sentido envió señales contradictorias. Dijo que para él no hay oposición y oficialismo. ¿Quiso decir que entre la oposición política parlamentaria, excluyendo al Frente Amplio, y su gobierno hay más identidad que distanciamiento, ¿qué son lo mismo, con ligeros matices de diferencias no fundamentales? Habló de que buscaría la unidad del pueblo. Pero, ¿unidad del pueblo alrededor de qué? De forma muy genérica dijo unidad de sindicatos, empresarios e instituciones. Señaló a la oposición como parte del pueblo. A los sindicatos les espetó que no era ver a gobierno y a empresarios sino velar por el bienestar de todos, y que había que construir puentes para recuperar la confianza en el país y en el pueblo, para procurar consensos que logren la paz, la tranquilidad y el desarrollo.
9.- Estaré atento a ver si el Presidente ¡a cómo ronca duerme!
Esta si es una bronca nacional, como discusión o debate importante, que hay que desarrollar y hacer democráticamente, en el país.
¿O será la bronca en su sentido coloquial, la que ha anunciado constantemente el Presidente? La bronca de la represión autoritaria, fuerte, severa, la de desaprobar lo que no se comparta de sus puntos de vista, y la que se ejecuta contra quienes actúen o se comporten de manera diferente al Líder Gobernante de Zapote.
La reprensión o represión del Presidente no es corregir, no es solo regañar, es actuar con autoridad doblegando comportamientos.
Si es así, según veo y leo, dejará de comerse broncas para mandar zapotazos.