Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
Por primera vez en la historia de Argentina se realizarán segundas elecciones para elegir al próximo presidente de la República. El “balotaje” se realizará el 22 de noviembre entre los candidatos Daniel Scioli del oficialista Frente para la Victoria y Mauricio Macri del Frente Cambiemos (Anteriormente en 1973 y 2003 se había llegado hasta estas instancias pero los candidatos Ricardo Balbín y Carlos Menem renunciaron antes, entonces no se fue a la segunda vuelta). En la primera vuelta del 25 octubre, Scioli había triunfado con el 37,08% ante el 34,15% de su opositor; insuficiente y alejado del 45% para ganar en primera vuelta, o en otro escenario legal sería obtener el 40% pero con 10 puntos porcentuales sobre su inmediato rival. Ninguno de ambos casos se dio y por eso la Ley electoral impone ir a la segunda ronda o vuelta electoral entre los primeros candidatos; el tercero fue Sergio Massa de “Unidos por una Nueva Alternativa” obtuvo solamente el 21.39%, quedo por fuera automáticamente.
Todas las casas encuestadoras fallaron porque daban por ganador de forma amplia al oficialista Daniel Scioli. En Argentina tienen un sistema electoral muy interesante, primero van todos los candidatos a unas elecciones “primarias” que se realizaron el pasado 9 de agosto del 2015; y estos establecen alianzas con diversos partidos, “se produce un filtro” donde se van eliminando de forma automática quienes no llegan al 1,5% de los votos válidos y que a la vez superan a sus rivales intrapartidarios. Los electores inscritos en Argentina llegan a los 32.067.641 y los votantes en las elecciones del 25 de octubre fueron 26.048.320 (se podría decir que hubo una buena participación en las urnas electorales). También con las presidenciales se eligen gobernadores provinciales, 130 diputados, 24 senadores y 43 parlamentarios al Parlamento del Mercosur, concejales, Intendentes y otros cargos de elección.
Un fuerte golpe asestado por el partido opositor de Macri fue el triunfo de su candidata María Eugenia Vidal como gobernadora de la Provincia de Buenos Aires sobre el candidato oficialista Aníbal Fernández; el peronismo gobernaba desde 1987. Recordemos que la provincia de Buenos Aires como distrito electoral representa el 37% del total del padrón nacional; por lo que representa un bastión importante en la suma general de los votos. Si Macri quiere ganar en la segunda vuelta deberá hacer un gran esfuerzo por conjuntar nuevas alianzas con los otros partidos políticos que quedaron por fuera de las dos alianzas que surgieron de la primera vuelta; ya que ambos Scioli y Macri solamente estuvieron con un ínfimo casi 3% de diferencia entre el ganador y su segundo inmediato contendor. Por supuesto ambos candidatos están en igualdad de condiciones para alzarse con el triunfo en el “balotaje”, aunque Mauricio Macri sin duda dio un golpe electoral sicológico.
A hoy las encuestas están favoreciendo a Macri entre un 5% a un 10% sobre Scioli; pero ya sabemos que las encuestadoras fallan, de forma rotunda y poco creíble sus estadísticas en la primera ronda. Me parece que el debate del día 15 de noviembre puede despejar muchas dudas y de alguna manera inclinar la balanza de uno u otro lado; los indecisos que representan el 10,9% tienen la palabra, así como otros electores pueden cambiar de último momento. Es importante mencionar que los electores de Massa, que al parecer en un gran porcentaje podrían decantarse por Macri (la mayoría del distrito electoral de Buenos Aires que representa el mayor porcentaje de electores). Si se utiliza la lógica electoral, la gente podría inclinarse por el “cambio” que representa el opositor Mauricio Macri. Sin duda estar en oposición es una posición más cómoda en momentos en que el prestigio de la Presidenta de la República Cristina Fernández de Kirchner (con 8 años en el poder), está bajo por muchos cuestionamientos a su gestión, acusaciones de corrupción, enriquecimiento súbito de los gobernantes, el caso de la muerte del fiscal Nisman; y los analistas afirman que el gobierno ha implementado una mentira sistemática para negar la inflación o encubrir la cantidad de pobres en aumento en el país.
También se afirma que Daniel Scioli, tiene muchas fallas o carencias en su mensaje, incluso que no ha podido captar los votos de sectores que no pertenecen al Frente para la Victoria; su debilidad radica que no lo creen capaz de mantener los “logros conquistados” en las gestiones precedentes; agregado a esto que su débil gestión por 8 años en la gobernación de Buenos Aires, llevaron a que los “bonaerenses” no votaron por él; porque ya lo conocen y saben de sus debilidades y deficiencias en su gestión. El desgaste de los peronistas (Partido Justicialista y aliados con el Partido Intransigente, Partido Comunista, Humanista, Federal, Frente Grande y otros pequeños partidos políticos en su mayoría de la izquierda), puede llegar a su fin en las próximas elecciones del 22 de noviembre; sin los votantes podrían virar o cambiar a nuevas formas de gestión política desde la Casa Presidencial (La famosa Casa Rosada frente a la plaza de mayo, sede del Poder Ejecutivo)
Aunque ambos candidatos tienen algunas coincidencias por lo menos fueron seguidores de Carlos Menem y en sus propuestas apoyan el negocio agroexportador basado en la producción de soja; han permitido la reducción de impuestos a las exportaciones (retenciones) y en especial a las economías regionales muchas en crisis. Defienden también la megaminería y el fracking y apoyan atraer inversiones para explotar los recursos del yacimiento de Vaca Muerta, con enormes potenciales de formación de petróleo y gas no convencional en la Provincia de Neuquén al oeste de Argentina (Recordemos que Argentina es una economía que se basa en enormes recursos naturales). Scioli ha sido siempre peronista del Partido Justicialista, fue Vicepresidente de la República del período de Néstor Kirchner (2003-2007), luego a partir del 2007 asumió la gobernación de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo sus relaciones con Cristina Fernández de Kirchner han sido tensas.
Por otro lado Mauricio Macri ha sido diputado en el 2005 al 2007 y 2 veces Alcalde de Buenos Aires, y fundó su propio partido político (Propuesta Republicana) promete levantar el llamado “Cepo al dólar” que son restricciones para la compra de divisas impuestas por el gobierno de Cristina Fernández desde el 2011, para evitar la fuga de dólares; además señalan que unificarán el precio del dólar (moneda que históricamente ha sido referente en la economía argentina). SeñaIan los asesores económicos que el gobierno ha mantenido de forma artificial el “dólar oficial” bajo, lo que ha generado una brecha con el valor del billete en el mercado paralelo, llegando hasta el 100%, afectando fuertemente a los importadores y exportadores. En política exterior, Macri ha criticado fuertemente al gobierno de Venezuela, exigirá la liberación del preso político Leopoldo López; mientras que el gobierno actual ha sido aliado de Venezuela y de sus políticas internacionales.
Ambos candidatos han expresado que cambiarán la relación con el gobierno de Estados Unidos de América. Macri ha sido más insistente en este tema internacional, por cuanto durante el gobierno de Fernández de Kirchner las relaciones se han deteriorado. Argentina integra el G-20 (grupo de los 20 países industrializados y emergentes del mundo), es una de las economías de mayor crecimiento y competitividad del mundo; con un PIB per cápita de $ 19.189, el segundo más alto de América Latina y también los indicadores señalan que en la última década se duplico y fortaleció la clase media. Finalmente deseamos que el 22 de noviembre los argentinos de forma libre y democrática puedan elegir las mejores propuestas presidenciales entre seguir con el continuismo peronista o apostar por el cambio de Macri.