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Carlos Revilla Maroto
Uno de los edificios más reconocidos en San José, es el del Antiguo Colegio Nuestra Señora de Sion, o como se le conoce casi por todos Antiguo Colegio de Sion. El inmueble, que pertenece a la Asamblea Legislativa, ocupa una manzana completa en el cuadrante del sector sureste del Parque Nacional. Limita al oeste con el Pasaje (bulevar) Ricardo Jiménez, y forma parte de lo que se ha dado en llamar ahora el complejo legislativo, junto al Castillo Azul, la Casa Rosada, y el viejo y nuevo edifico de la Asamblea. Juntos comparten casi tres manzanas.Para empezar con la historia del edificio, hay que referirse primero a la presencia de la Congregación de Nuestra Señora de Sion en Costa Rica, que fue la primera en América. Dicha comunidad fue fundada en Francia en 1843 por los hermanos Théodore y Alphonse Ratisbonne de origen alsaciano. En 1877, Emilia Solórzano Alfaro, satisfecha de la educación prodigada a sus dos hijas por la Congregación en París, gestiona la fundación de la primera casa de enseñanza para niñas en Costa Rica. El 20 de octubre de 1878 zarpan de Burdeos para Costa Rica 9 Hermanas francesas bajo tutela de la Madre Superiora Barthélémy Rich, las cuales llegan al puerto de Colón, atraviesan el istmo de Panamá, emprenden el viaje a Puntarenas y llegan a Alajuela en caballo el 6 de diciembre de ese año. En 1879 comienzan en Alajuela su misión con 94 alumnas, trasladándose luego a San José en 1881 hasta ocupar el emblemático edificio en San José. Solo como referencia, desde 1959 el actual colegio se ubica en la localidad de Moravia.
La construcción realizada entre los años 1883-1887, inicialmente albergó al Colegio, Convento y Capilla de Nuestra Señora de Sion, siendo fiel testimonio de una época de desarrollo de nuestro país, que representando estilos y técnicas constructivas que tiempo atrás conformaron nuestro espacio urbano, enriqueciendo el paisaje de nuestra ciudad y que poco a poco han ido desapareciendo.
Para detallar, como en otras oportunidades, les transcribo lo que dice al respecto el libro “El patrimonio histórico-arquitectónico y el desarrollo urbano del distrito Carmen” de Gerardo A. Vargas—Carlos Ml. Zamora, publicado por el MCJ en el año 2000.
“El antiguo Colegio de Nuestra Señora de Sion.
La Orden de Sion fue fundada en Francia en 1842 por los hermanos Teodoro y Alfonso Ratisbona, judíos nacidos en la ciudad de Estrasburgo, Francia. Desde sus orígenes la comunidad religiosa se encaminó en la línea de la educación femenina y sus colegios se multiplicaron por distintas regiones del mundo.
Durante la administración del general Tomás Guardia, se establecieron en el país distintas órdenes religiosas dedicadas a la educación de la mujer. Así, en 1879 las monjas de Sion crearon en Alajuela un colegio para niñas de la clase privilegiada, el primero que esa comunidad establecía en el continente americano. En Costa Rica la congregación se inició con diez hermanas de diferentes nacionalidades (francesa, prusiana, polaca y levantina); entre ellas se encontraba la Madre Marie Ambroisine Valentin, prima hermana de la Superiora de la Orden, Rose Valentin. Las religiosas venían dirigidas por Sor Barthélemy Rich, con el cargo de Madre Superiora de la nueva fundación.
A fines de 1880 atendiendo las peticiones de destacadas familias josefinas y contando con el apoyo del presidente Guardia, de Monseñor Bernardo Augusto Thiel y la Municipalidad de San José algunas monjas se trasladaron a la capital, donde abrieron otro plantel educativo (10). El nuevo colegio se alojó en la vivienda donde antiguamente funcionaron las oficinas de la Gobernación y de la Policía General hasta 1886. Edificación que estuvo situada en la Calle del Comercio, hoy día Avenida Central, casi frente a la actual Librería e Imprenta Universal.
Desde el 14 de noviembre de 1881, gracias a la ayuda de Emilia Solórzano de Guardia, las monjas de Sion contaban con un terreno situado en el alto de la Estación para construir ahí una edificación para el colegio. Aparentemente el diseño y los planos de los edificios fueron realizados por una de las religiosas y enviados en mayo de 1882 a París para su conocimiento y aprobación. El 19 de marzo de 1883 se realizó la ceremonia de colocación y bendición de la primera piedra, iniciándose los trabajos de edificación del colegio y convento bajo la dirección de Pedro Albertazzi. El proyecto contemplaba la erección de una capilla y los pabellones que se dedicarían a dormitorios y aulas; algunos de los materiales de construcción fueron importados directamente por la Orden de Sion, entre ellos se pueden mencionar las puertas, ventanas, cerraduras y techos procedentes de Inglaterra, vía Puerto Limón.
El 3 de setiembre de 1887 se procedió a realizar la bendición de la capilla y de los pabellones oeste, este y central; acto que estuvo a cargo de monseñor Bernardo Augusto Thiel, asistido por el Padre Gey y cinco seminaristas. En el transcurso de los años siguientes, la Comunidad de Sion fue adquiriendo las propiedades adyacentes, dentro de la misma manzana de terreno, con el objetivo de ampliar sus instalaciones.
En 1960 dicho colegio fue trasladado al cantón de Moravia. En 1967 las vetustas instalaciones fueron vendidas a la Sociedad Anónima Ganadera del Norte, la cual realizó algunas demoliciones y remodelaciones que alteraron la apariencia original de las edificaciones. Finalmente en 1969 el Estado adquirió la propiedad para instalar varias oficinas públicas y actualmente forma parte de la Asamblea Legislativa.
La antigua capilla muestra en su arquitectura la influencia del neoclásico y se edificó con paredes y bóveda de hormigón chorreado. La cubierta del templo originalmente tenía forma semicircular, pero debido a las grietas producidas a causa de las inclemencias del tiempo y de los temblores, hubo necesidad de recubrirla con láminas de hierro galvanizado. En los ventanales se encontraban valiosos vitrales con diseños geométricos, traídos de Europa. Los pabellones fueron edificados en dos niveles, con un zócalo de granito y paredes de ladrillo. Las cubiertas son de hierro galvanizado y la planta física en su conjunto presentaba una distribución conventual, con jardines interiores y patios de recreo, resaltando el llamado «Patio Rojo»”.
Hasta aquí la interesante reseña.
Cabe destacar que la iniciativa de don Tomás Guardia y su esposa doña Emilia de invitar a venir al país a los monjas de la Orden de Sion, se debió a que habían enviado a las hijas y sobrinas a estudiar en el Colegio Nuestra Señora de Sion en París, y entonces conocían de primera mano la vocación educativa de las monjas.
Es interesante que en la fotos antiguas, de finales del siglo XIX en la estructura de las esquinas (por lo menos en tres de ellas), tenía un tercer nivel que remataba en un techo de tipo piramidal. Ese tercer nivel ya no existe, por lo que supongo tuvieron que eliminarlo al quedar dañado después del terremoto de 1910, aunque esto solo es una deducción de mi parte, dado que no pude encontrar ninguna referencia en los textos consultados. Lo anterior se puede apreciar en algunas imágenes antiguas en la galería.
Mención aparte merece la capilla.
En un inicio en la manzana donde luego se asentaría el colegio, se estaba construyendo una capilla a la Virgen Nuestra Señora de las Piedades. Se comenzó la pequeña iglesia en el centro del terreno, su tamaño era de “22 varas de norte a sur y de 32 varas de este a oeste”. El compromiso de las monjas fue terminar de construir la capilla, y que las instalaciones del colegio respetarían la ubicación, y que además, dado que no había otra iglesia cerca, que también estaría al servicio de todos los vecinos del lugar.
En 1910 la capilla quedó en estado ruinoso debido a los fuertes temblores, y en 1912 las monjas del Sion le solicitaron al obispo Juan Gaspar Stork el uso del terreno, y entonces con la anuencia del Venerable Cabildo Eclesiástico se procedió a construir una nueva a ubicada en el costado norte del inmueble, que es la localización actual. Eso si, dentro de las condiciones para cederla estaba que debería tener carácter canónico de capilla pública con entrada pública por calle. Otra condición fue que la imagen de Nuestra Señora de las Piedades tuviera un lugar preferente en la capilla. Como dato interesante esta imagen actualmente se encuentra en las instalaciones del colegio en Moravia.
Desde el punto de vista arquitectónico en la la capilla se pueden apreciar las balaustradas, las pilastras, el almohadillo o textura estriada de las paredes, los arcos de medio punto en puertas y ventanas, las galerías, los decorados con dentículos, claves, etc., que permiten asegurar que el edificio se construyó con características del Neoclásico. Es una belleza.
La Asamblea Legislativa restauró la capilla y la convirtió en un auditorio, bautizándolo con el nombre de “Auditorio Fernando Volio Jiménez”, un prominente exdiputado y expresidente de ese poder de la República. En el anexo pueden leer una pequeña semblanza del personaje.
Curiosamente la Cruz exterior de la capilla, que se ve en las imágenes antiguas ya no está, lo cual es una lástima, pues era parte de la estructura original y debió mantenerse.
Mediante el decreto No. 17987-C publicado en la Gaceta No. 33 del 17 de febrero de 1988, se declararon de interés histórico arquitectónico la capilla, claustro, patios, aposentos y aulas del antiguo colegio.
Desgraciadamente la armonía que tenían la capilla y los pabellones se perdió con las remodelaciones que han sufrido las edificaciones a través del tiempo, junto a los muros y la pavimentación de los jardines, para adaptarlo a las condiciones necesarias para albergar oficinas legislativas, incluidos parqueos.
En el patio central está la “Plaza de la Constitución”, en honor a las distintas constituciones que ha tenido el país. Francamente es un esperpento, que es difícil de entender como fue que llegaron a hacerlo. Puede ser algo simbólico, pero el arreglo está terrible. Pueden ver las imágenes en la galería, para que se den una idea.
Internamente son de destacar las escaleras simétricas, a ambos lados, que dan acceso al segundo piso desde el patio central, y que se han logrado mantener a lo largo de los años.
Actualmente el sitio está muy descuidado, sus cuatro costados se ven muy “grafiteados”, y el deterioro es más que evidente. Incluso me enteré que van a demoler una parte del edificio (hay una parte que no es patrimonio), para agrandar los parqueos, algo que creo sería lamentable.
La galería está muy interesante, con una gran cantidad de imágenes antiguas y actuales, tanto del interior como del exterior.
Con la ayuda de la wikipedia, Asamblea Legislativa y otras fuentes menores.
Anexo
Fernando Volio Jiménez
(1924 – 1996)
Hijo de Fernando Volio Sancho, Canciller de Costa Rica de 1956 a 1957, y Arabela Jiménez Tinoco, nieta de Jesús Jiménez Zamora, Presidente de la República en tres oportunidades y Canciller de 1859 a 1860. Se casó en primeras nupcias con Blanca Bengoechea Carranza y en segundas con María Luisa Echeverría Casorla. Su hijo Fabián Volio Echeverría fue Ministro de Justicia y Gracia.
Se graduó de abogado en la Universidad de Costa Rica.
Fue Regidor de Cartago (1948-1949) y de San José (1949-1953), Director de la Oficina de Asuntos Políticos Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (1955-1956), Delegado de Costa Rica en la Conferencia centroamericana de San Salvador (1955) y en la Reunión de Presidentes de América en Panamá (1956), diputado por San José (1958-1962, 1966-1970 y 1986-1990), Embajador de Costa Rica en las Naciones Unidas (1962-1965), Presidente de la Asamblea Legislativa (1968-1969 y 1987-1988), Delegado de Costa Rica en la Conferencia especializada de la OEA sobre Derechos Humanos (1969), Viceministro de Cultura, Juventud y Deportes (1970-1971), Ministro de Educación Pública (1974-1977), miembro (1974-1980) y Presidente (1974-1977) del Consejo Superior de Educación, Ministro de la Presidencia (1977-1978) y Ministro de Relaciones Exteriores y Culto (1982-1983).
Experto de prestigio mundial en temas de Derechos Humanos, fue miembro y Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Formó parte del Consejo del Instituto de Derechos Humanos René Cassin de Estrasburgo, del Consejo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos y de otras muchas entidades. Fue relator de las Naciones Unidas para la situación de los Derechos Humanos en Chile.
Publicó varias obras sobre temas jurídicos y políticos. Fue profesor de la Universidad de Costa Rica y Director de Docencia de su Facultad de Derecho. Fue Rector de la Universidad De La Salle. También desempeñó altos cargos en el Partido Liberación Nacional y fue precandidato a la presidencia de la República en 1977.