Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
Hace 69 años, un 12 de marzo de 1948, el Caudillo José Figueres Ferrer había decidido que este día sería el comienzo de la Guerra de Liberación Nacional. A las 5 horas, estallaron las hostilidades en San Isidro de El General; dentro de la estrategia militar previamente concebida de lo que se denominó el “Plan Maíz”, que consistiría en liberar aquella población, capturando aviones y abriendo el puente aéreo para el abastecimiento de armas y parque a las tropas revolucionarias. Iban dos cazadoras y un jeep, con 25 revolucionarios; entre ellos: Carlos Gamboa, su hermano Juan Bautista (Tista) Gamboa, Domingo García, Edmond Woodbridge, Roberto Fernández Durán, Max Cortés González, Arturo Sotillo, Domingo Chacón, Jorge Romero, Cayetano Rivera, Julio César Mora, Carlos Castro, Ricardo Arana, Marcelino Jiménez y otros más, salieron de la Finca La Lucha hacia San Isidro. (Este escrito será basado en los libros: El Espíritu del 48 de José Figueres Ferrer y La Guerra de Figueres, crónica de ocho años de Guillermo Villegas Hoffmeister)
Don Pepe consideraba que la toma de San Isidro de El General, sería clave para la revolución; incluso le preocupaba sobremanera que muchos de sus jóvenes revolucionarios estarían en riesgo de perder sus vidas; tras ejecutar el Plan Maíz. Además consideraba que todavía no eran un ejército consolidado; mientras tanto en la capital seguían los políticos tratando de llegar a un arreglo y buscando fórmulas para una salida pacífica; pero ya era tarde. Don Pepe estaba decidido a acabar con la demagogia, la violencia, el engaño, el fraude y la depredación de los bienes del Estado. La toma de San Isidro era inevitable; incluso en la tropa iban dos personas esenciales, los pilotos de aviación: Guillermo Núñez y Otto Escalante; que volarían los aviones capturados hacía Guatemala a traer las armas para el Movimiento de Liberación Nacional.
En este país esperaban con impaciencia, Figuls y Cardona Cooper, que ya se les había informado que el inicio de las operaciones sería el 11 de marzo. Antes de entrar al pueblo de San Isidro de El General (Ciudad Ureña), la columna se dividió en dos: Max Cortés y su grupo se encargaron de capturar la Jefatura Política; el otro grupo iba comandado por Carlos Gamboa, que en conjunto con los desamparadeños le correspondía tomar el Reguardo Fiscal. A las 5 de la mañana del día 12 de marzo de 1948 las fuerzas revolucionarias entraron en la ciudad de San Isidro, sin disparar un tiro. El grupo de Cortés, se colocó detrás de la iglesia y abrieron fuego; y el Jefe Político falleció al instante; también lanzaron bombas estilo molotov hechas en La Lucha, que provocaron un gran ruido estruendoso; lo que provoco que los defensores de la Jefatura Política se rindieran; y por otro lado la tropa de Carlos Gamboa atacó el Resguardo Fiscal, y también se rindieron.
La primera fase del Plan Maíz se había ejecutado con estas tres tomas: La Jefatura Política, el Resguardo Fiscal y el Aeropuerto de San Isidro. La segunda fase del Plan sería la toma de los aviones; para lo cual se detuvo al Radio Operador de Taca, don Gilberto Blanco, que resultó simpatizante de la Revolución; mientras tanto, a través del telégrafo, Edmond Woodbridge, procedió a distraer y confundir con mensajes falsos al Gobierno; dichos mensajes daban la impresión de que San Isidro seguía bajo control oficialista (la comunicación se realizaba por radio-telégrafo o Morse y no por radio-teléfono que podrían reconocer las voces). Posteriormente en San José, el Secretario de la Casa Presidencial, don Calixto Madrigal, comenzó a sentir dudas y trató de tender trampas para la identificación de sus interlocutores en San Isidro.
Incluso Madrigal le envió una orden a nombre del gobierno de Teodoro Picado, y Woodbridge le replicó con firmeza: “Aquí no manda ese Gobierno. Que se vaya al carajo! Aquí manda el Ejército de Liberación Nacional.” Ya en el aeropuerto se capturaron tres aviones DC3; inicialmente sería solo un avión; pero la audacia de los revolucionarios llevaron a apoderarse de tres (era la naciente fuerza aérea del Ejército de Liberación Nacional). Seguidamente inicia la tercera fase del Plan Maíz que consistía en establecer el puente aéreo entre San Isidro de El General y la Ciudad de Guatemala, para el aprovisionamiento de armas a los revolucionarios. Tanto el macho Núñez como Otto Escalante pilotearon los aviones hacia Guatemala (llegaron primero al Aeropuerto de la Aurora; pero en realidad tenía que ser en el Aeropuerto Cipresales, donde estaba la Escuela de Aviación del Ejército).
La confusión rápidamente se arreglo con la ayuda del Coronel Cosenza de Guatemala; que no quería el Gobierno de ese país que se hiciera público o se generara un escándalo público. Con los pequeños aviones sobrecargados, volaron de regreso a Costa Rica, llegaron ilesos al Aeropuerto de San Isidro de El General; y esto generó un gran entusiasmo. Aparte de las armas y el parque; venían en los aviones los revolucionarios extranjeros; entre ellos el Coronel Miguel Ángel Ramírez Alcántara, Horacio Ornes Goiscou, dominicanos; Capitán Jorge Rivas Montes, Capitán Mario Sosa, Mayor Francisco Morazán; Presentación Ortega, Alfredo Mejía Lara y Francisco Sánchez “el indio”, todos estos hondureños. Luego en otros vuelos llegaron otros extranjeros: Jacinto López Godoy, Marcos Ortega, el doctor Rosendo Argüello hijo, Francisco Castillo, Octavio Calderón, el doctor Gómez Rovelo, José María Tercero y Adolfo Báez Bone, etc.
Con lo anterior, revisamos la historia y cada año, los 12 del mes de marzo debemos recordar; para nunca olvidar el inicio de la Guerra Civil de 1948; que nos devolvió la paz, el respeto al sufragio; el respeto a los derechos fundamentales de todos los ciudadanos; y el inicio de la Segunda República que consolidó la democracia republicana. El Espíritu del 48 siempre seguirá vivo en la memoria de la Patria y la gran gesta heroica de estos hombres valientes liderados por el Caudillo don José Figueres Ferrer.