El Imperio Británico y el brexit

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Sin duda la noticia mundial de los últimos días fue el resultado del Referéndum realizado el jueves 23 de junio del 2016, donde la decisión mayoritaria de los británicos fue salirse de la Unión Europea (UE). Un acto histórico y trascendental para el futuro de Europa, con sus repercusiones y consecuencias tanto en el viejo continente como a nivel mundial. El otrora Imperio Británico, uno de los miembros plenos del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), decide salirse del Tratado de la Unión Europea con su integración económica y política. La sistémica e integración europea sufre un duro golpe con este resultado, tomando en cuenta que el Reino Unido ha constituido la segunda mayor economía, solo superada por Alemania; ha contribuido en un 35% en los últimos cinco años, desde el 2010.

Algunos han afirmado que se podría producir un efecto dominó entre varios países, que tratarían de seguir la decisión del Reino Unido, con políticas segregacionistas, de divisiones, y convocando a los ciudadanos a revueltas, por ejemplo en Escocia e Irlanda del Norte, así como en España con la región de Cataluña. De primera instancia el más golpeado políticamente ha sido el Primer Ministro británico David Cameron, quien presentó su renuncia a partir de octubre de este año, cuando conoció el resultado electoral de 52% a favor del “brexit” contra un 48%. Cameron es señalado como el gran responsable por haber impulsado la consulta a los ciudadanos de seguir o no dentro de la UE (integrada por 28 países de Europa, ahora serían 27 con el Reino Unido por fuera). Además su Partido Conservador entra en una crisis interna sin precedentes y más dividido.

El Reino Unido había ingresado en 1973 a la denominada Comunidad Económica Europea (CEE). En 1975 celebró un Referéndum y los británicos decidieron mantenerse en la CEE. Nunca adoptó la moneda unitaria llamada “Euro”, siguieron con su libra esterlina; esto en el marco de la integración de mercado único en el año de 1993. Ya antes en 1985, Reino Unido se mantuvo al margen del denominado “espacio Schengen” para abolir las fronteras internas y así la inmigración podría ser más fluida entre los países. Se puede observar que Gran Bretaña, siempre ha mantenido su identidad e individualidad en varios asuntos internacionales de importancia; y que si bien es parte de la UE; se reservó sus propias decisiones nacionales como es el caso de mantener su moneda económica.

La canciller alemana Ángela Merkel, manifestó que esto constituye “un golpe a Europa”, e incluso convocó a una reunión de urgencia para el próximo lunes 26 de junio en Berlín a varios presidentes y al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; para analizar la situación futura con el Reino Unido; que goza de dos años para culminar el proceso de salida de la UE. Por ahora las consecuencias económicas son inminentes como es la caída en picada de las bolsas, la libra esterlina se vino abajo y se devaluó; y observó sus peores registros desde hace 30 años; provocando una crisis financiera sin precedentes en la convulsionada “zona euro”. Además traerá repercusiones a millones de trabajadores en Gran Bretaña como en Europa (entre ellos miles de pensionados británicos en otros países el desplazamiento de los trabajadores, que gozan de un Estatuto legal en la UE)

Tampoco es hacer creer que el Reino Unido actuará como una “isla”, haciendo mérito geográficamente de no estar dentro del continente europeo; se inician complejas negociaciones entre el Reino Unido y la UE, en temas de las importaciones y exportaciones (representan actualmente el 7.4% de las exportaciones a la UE) y es el quinto mayor exportador de toda la UE. Se debe analizar claramente la política migratoria, que fue uno de los factores que los ciudadanos tomaron en cuenta a la hora de votar a favor del brexit (Se dice que adoptarán mayores limitaciones para aceptar a los inmigrantes). En fin se deben realizar sendas negociaciones en cuanto a los mercados entre el país y la UE; por ejemplo el acceso mutuo a los mercados de los diversos productos; también se ha indicado que la City de Londres que es el centro financiero sufrirá traslado de miles de empleos bancarios a otros países de la UE.

Pero lo más importante es analizar los factores que llevaron al triunfo del “brexit” en el Reino Unido y en esto existen posiciones encontradas en el manejo de los actores decisores de la UE asentados en Bruselas, Bélgica. Es definitivo que el Consejo de la UE debe de inmediato realizar las reformas respectivas, como medidas cautelares; antes de que las consecuencias sean mayores. Se ha afirmado que los grandes ricos quieren seguir políticas económicas que solo benefician a los grandes intereses y de las transnacionales; y que muchas medidas van a detrimento de los más vulnerables y perjudicados con el sistema. Si se agrava la crisis financiera, se puede entrar en una peligrosa recesión económica en la zona Europea y con consecuencias a nivel mundial.

Es un hecho real que de ahora en adelante se impone una profunda reflexión y análisis del Tratado de Lisboa que rige la UE y de lo que pasa en cada uno de los países integrantes; donde no todo es igual (como es el caso de Grecia, donde ha tenido enormes problemas internos a la hora de implementar las políticas impuestas por la UE); así como en otros de los 28 países integrantes; es definitivo que no todos pueden seguir el mismo ritmo de crecimiento, o el desarrollo social y económico dictado desde el Consejo Europeo. No creo que el Tratado se vaya a derrumbar por el brexit del Reino Unido; pero es hora de tomar las medidas correctivas para que no crezca más la indignación y cuestionamientos de los detractores existentes en todos los países integrantes.

Las asimetrías entre los países más desarrollados y los menos desarrollados es evidente y notoria y esto es producto de una globalización a ultranza; que no puede ser llevada en igualdad de oportunidades y condiciones. Se agrega a esto que surgen los nacionalismos extremos y xenofóbicos, de querer regular y tomar las decisiones en casa; y que no son otros extraños que quieran imponer las políticas públicas y grandes medidas regulatorias de cada país. Estos aspectos son los que reclaman los detractores de las políticas globalizadoras y de austeridad que no gozan de mayor control político de los pueblos en cada país; lo consideran como que han perdido libertad e independencia política y económica. El tema de la inmigración es considerado un factor importante en la toma de la decisión de los denominados “euroescépticos” a favor del brexit por parte del Reino Unido; que ahora serán ellos quienes impongan las políticas y leyes migratorias a lo interno y no provenientes de Bruselas.

Un aspecto muy interesante es que la mayoría de los jóvenes, pensando en su futuro votaron a favor de permanecer en la UE (se señala que el 73% de los votantes entre edades de los 18 y 24 años estuvieron a favor de la UE). Es paradójico, y a la vez consideran muy perjudicial y contradictorio para el futuro social y económico de la juventud británica abandonar una relación de 40 años y que significará el cierre de las puertas del continente europeo. Por otra parte se señala que el 60% de los mayores de 65 años votaron a favor del brexit (los viejos imponiéndoles a los jóvenes que hacer). Bueno esperemos que los daños y perjuicios no sean muy duros en contra de las mayorías y que el aislacionismo del Reino Unido, no implique consecuencias insuperables.

Finalmente, esperemos las políticas inmediatas que adoptarán el Consejo de la UE, para tomar las medidas necesarias para hacerle frente al brexit británico que tiene dos años para salirse totalmente de la UE; y así frenar de inmediato el efecto dominó en el resto de los 27 países integrantes. Se debe cerrar todos los espacios posibles para evitar una fuga o marcha de los países, y esto implica evitar realizar más referéndums porque la influencia del otrora “Imperio Británico” podría ser devastador con la integración que impone el Tratado de Lisboa y que se considera de mucho beneficio para el continente europeo, uno de los más problemáticos a través de la historia con dos guerras mundiales a sus espaldas.