Análisis de Ocean Castillo Loría
I
Ya desde finales de febrero, en el programa de radio, que tiene el político Rolando Araya, había anunciado que tenía proyectado el crear un nuevo partido político de escala provincial, de cara a luchar por una diputación, en las elecciones del 2018.
El contexto nacional e internacional, en el que se presenta la nueva aspiración de Araya es interesante: es un momento en el que planteamientos ideológicos, como el Socialismo del siglo XXI, están en profundo entredicho; es un momento en el que en Colombia, se avanza a paso lento, pero parece que seguro hacia la paz.
Tendremos que esperar, para observar si dentro del espectro ideológico, “Todos”, abrazará ideas de la izquierda democrática, esto significa entre otras cosas, el tener una posición crítica frente al dominio de las empresas transnacionales y ante la ideología neoliberal.
Otro punto, es el tópico de la recuperación de la fe en la democracia por parte del pueblo costarricense, esto implicaría que “Todos”, como partido, se comprometiese con el fomento de la democracia social.
Precisamente, el fomento de la democracia social, debe conducir a la reflexión de la importancia que tiene el Estado para la distribución de la riqueza, y la creación de nuevas oportunidades para el desarrollo.
Igualmente, debe establecerse una estrategia para que el tema de la educación, sea verdaderamente prioritario en un mundo cada vez más inmerso en la dinámica de la información y el conocimiento.
Finalmente, debe constituirse en una preocupación, la defensa de los recursos naturales de nuestro país, como objetivo para poder basar un desarrollo sostenible en el presente siglo.
II
Por otra parte, como es sabido, esta no es la primera incursión de Rolando Araya en la política nacional. Debe recordarse que don Rolando asumió durante su primera precampaña en 1989, el ser el relevo generacional de la dirigencia liberacionista. Es en este momento cuando su ideario político plantea la actualización del PLN sustentando una propuesta programática en cinco áreas: Estado, tecnología, educación, producción y democracia económica.
Araya pierde esa convención frente al Dr. Carlos Manuel Castillo (RIP). Esa precampaña estuvo caracterizada por una fuerte polarización con marcados rasgos de canibalismo político, lo cual, desgastó la estructura partidista.
De cara a las elecciones de 1994, Araya lanza su precandidatura ya avanzada la justa interna dentro del PLN, como una forma de mantenerse vigente en la palestra electoral. Ya en ese instante, es promocionado como estudioso de la realidad nacional, un ideólogo de su partido y se tenía la esperanza de que lograra elevar el nivel de discusión de los otros precandidatos.
Es en esta etapa donde subraya ideas como la descentralización y desburocratización del Estado, una reforma educativa, conforme a la época tecnológica que se vive y una reforma económica, enmarcada en la globalización y el desarrollo.
Los resultados de esa consulta son totalmente desfavorables para Araya, obteniendo solo un 1,5% de los votos.
En 1995, aparece su libro: “Promesas de la nueva historia”, donde afina su propuesta ideológico – programática y de donde se deduce su ubicación ideológica en el marco de la socialdemocracia más actualizada.
En este texto, se observa un planteamiento global para el cambio del país, dentro de una visión ecológica integral.
Es en este periodo, donde el político más se centra en analizar las repercusiones de la era de la información y, donde visualiza el progreso nacional como fruto de la acción colectiva más que de la individual de un gobernante.
Un año después, es elegido presidente del PLN, vicepresidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, vicepresidente de la Internacional Socialista y forma parte de la comisión progreso global, coordinada por Felipe González.
Las ideas de Araya, permearán el IV congreso ideológico del PLN y serán la base de su plan de gobierno para la campaña del 2002.
Para la convención partidaria, se enfrenta al Lic. José Miguel Corrales y al Lic. Antonio Álvarez Desanti. Araya aparece como un candidato renovado, bien posicionado en la televisión (Donde tenía un micro programa de comentarios) y con una síntesis programática: participación – conocimiento – naturaleza; esto, aunado a un buen manejo publicitario, lo hacen ganador de la consulta con una diferencia de 17,1 % sobre su más cercano seguidor (Corrales)
Posteriormente, Araya pierde como candidato del PLN con Abel Pacheco del PUSC, en primera ronda con una diferencia de 7% y de 16% en la segunda, dado que se aferra a la imagen de político tradicional, lo que generó desconfianza en el electorado, además, en un constante cambio de orientaciones propagandísticas desperdició valioso tiempo, que le faltó posteriormente para remontar diferencias. Asimismo, la salida de Ottón Solís (Fundador del PAC), afectó grandemente a Araya, quien de paso, no logró comunicar con claridad su propuesta programática en un momento en el que los electores se guiaban más por la emoción.
La derrota electoral no lo hace cejar de la acción política, y para el año 2004, es electo presidente del Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe.
Luego, Araya obtendrá un doctorado en educación y presentará su libro: “El camino del socialismo cuántico”.
En su obra más acabada, Araya analiza la epistemología sobre la que se ha sustentado por largo tiempo, el análisis de la realidad (El materialismo), concluyendo que tal paradigma resulta insuficiente, y que ahora lo que conocemos como realidad, debe abordarse bajo el concepto unitario de la física cuántica. A partir de allí, el político basa su idea del socialismo cuántico que tiene su raíz en la transformación espiritual, por la cual, se concretará la solidaridad postulada por diversas doctrinas políticas.
De ahí pues, que el principal objetivo en un futura acción legislativa de don Rolando, es la búsqueda de una elevación mental de la gente, por lo que es imprescindible una profunda reforma educativa. Adicionalmente, debe procurarse una vivencia democrática radical por medio de la descentralización y participación ciudadana. Finalmente, toda esta transformación deberá darse en una profunda experiencia ecológica.
Volviendo a su historia política, poco antes de anunciar su precandidatura, de cara a las elecciones del 2010, Araya había constituido un grupo de liberacionistas que se oponían al TLC con los Estados Unidos, el cual (Aunque se negaba), se supone le serviría de punta de lanza para retomar el dominio a lo interno del PLN, lo que era esencial para alcanzar uno de sus principales desafíos: el hacer girar al PLN del centro – derecha al centro – izquierda.
Pero además, debía formular su tesis del “socialismo cuántico”, de forma tal, que el electorado pudiera comprenderlo de manera sencilla, lo que pudiera beneficiarlo. Dicho sea de paso, en el momento presente, si Araya desea que la base de su planteamiento para llegar a la Asamblea Legislativa, sea el llamado “Socialismo Cuántico”, el desafío es el mismo que acabamos de mencionar.
Otro factor que Araya debía trabajar, era su imagen de candidato rechazado por el electorado, y esto iba a tener que llevar un fuerte trabajo de mercadeo electoral. Esto, por cuanto las campañas electorales no solo se ganan con ideas, sino con buen manejo de las emociones ciudadanas. Este punto, sigue teniendo vigencia en esta nueva postulación de Araya.
Para el 2008, Rolando Araya sale del Partido Liberación Nacional, de un partido donde dio sus luchas por ser candidato presidencial en medio de fuertes polarizaciones, y cuando el canibalismo político campeaba en la agrupación.
Cuánta razón tenía el hoy ex Diputado Oscar Núñez cuando expresaba: “Rolando Araya dio mucho a la causa del partido, por eso es lamentable que haya renunciado. El partido le dio una hermosísima oportunidad a Rolando de ser presidente de la República, le puso en sus manos una campaña electoral cuyo éxito o fracaso dependía en gran medida de él…”
Por otro lado, en su carta de renuncia, don Rolando reconocía la obra de Liberación Nacional, pero reflejaba su fuerte oposición a la línea que en aquel momento tenía la agrupación. Araya afirmaba que de las motivaciones que permitieron construir lo que es hoy Costa Rica, ya no quedaba nada. Habrá que ver, si Araya puede seguir sosteniendo esa tesis, sobre todo, si José María Figueres Olsen, logra concretar una propuesta ideológico – programática, desde la izquierda democrática (De Arias, se sabe de antemano, que tendería a un planteamiento del centro hacia la derecha)
El político afirmaba que desde hacía veinte años (Desde 1988), en el PLN se había dado una introducción del neoliberalismo, esto implicaría que él también fue parte ya sea por acción o por omisión, de esta dinámica. Por su puesto, a estas alturas y en medio de una elección diputadil, es claro que Araya no aceptaría tal cosa (De hecho, ya en su más reciente obra: “Testigo de Excepción”, el autor no acepta esta tesis)
Volviendo a su carta de renuncia del 2008: Araya dijo que desde la primera administración de Arias, se había llevado adelante un programa de desmantelamiento Estatal. En honor a la verdad histórica, debe reconocerse que el modelo de liberalización económica tiene un fuerte impulso desde 1983, en plena administración Monge. Es claro que este no es el espacio para debatir si este impulso fue un acierto o un error (Lo que sí puede decirse es que en “Testigo de Excepción”, Araya dedica una parte de su obra, a plantear que el modelo antes mencionado, inicia en el primer gobierno de Arias)
Don Rolando refirió en su carta, a la bancarrota moral del partido. Es claro que la observación resultaba injusta y resultaba injusta por ser una generalización. Si bien es cierto había y hay, sectores partidarios que se han olvidado de la moral, hay otros, valga decir la mayoría, que un día sí y otro también luchan por la moralización del campo político. En esta línea, debe resaltarse el Código de Ética partidario, que ha visto la luz recientemente.
Ahora bien, muchos de los líderes políticos que en su momento salieron del PLN, señalaban la muerte de ese partido, pero eso no se ha dado. La gran interrogante es, si queda algo del movimiento formado en 1951 o en su defecto, una potencial precandidatura de José María Figueres Olsen, rescataría algo de sus valores (De Arias, sabemos que insistiría en una socialdemocracia flexible)
Por otro lado, con un potencial enfrentamiento entre Arias y Figueres por una candidatura presidencial, queda claro que el PLN no tiene dueño…
Volvamos a la historia, en su carta de renuncia, Araya señalaba que el partido había pasado por una etapa de canibalismo político. El mismo Araya, vivió algo de eso, en la década de los noventas. Lo que se abre para el PLN, de cara al 2018, es si la competencia posible entre Arias y Figueres Olsen, quedará marcada por el compañerismo y la mística o por el canibalismo del pasado.
En la misiva de renuncia de Rolando Araya en el 2008, él decía que, el PLN era un instrumento de sus enemigos históricos. Pues hoy, que podría plantearse una convención abierta entre Figueres Olsen y Arias, quedan abiertas preguntas de un sempiterno debate: ¿Qué es ser socialdemócrata hoy? ¿Es renovación o remozamiento el promover el libre mercado en detrimento de la intervención del Estado en la economía?, ¿Es ser socialdemócrata el olvidar la distribución de la riqueza en pro de su producción?, ¿Es ser socialdemócrata el seguir creyendo en un Estado que presenta defectos, sin admitir ningún cambio?
De igual manera, quedan abiertas las interrogantes respecto a la actual trinchera política de Rolando Araya: ¿Cuál será la labor de la juventud?
En otro orden de cosas, estará por verse si el PLN, se pondrá en la ruta de producir la energía, el pensamiento y la motivación, para levantarse de su peor derrota en una elección presidencial. Es claro que esta ruta, no está librada de obstáculos, pero habrá de verse si prevalecerá el electoralismo conservador o surgirá una verdadera esperanza socialdemócrata.
Por otro lado, si lo que se quiere es combatir el riesgo que puede significar el nuevo partido “Todos”, el PLN debe trabajar fuertemente en una línea ideológica que despeje dudas y confusiones, una línea ideológica que permita ver en el libre mercado el medio para la producción de la riqueza pero que fortalezca al Estado para su distribución. Una línea ideológica que solidifique al PLN como el brazo político de la clase media.
Debe el PLN reflexionar acerca de la capacidad de cohesión y la fortaleza de los espacios de debate dentro de éste, así como la capacidad de tolerancia de los puntos de vista en los distintos grupos. Se deben conciliar posiciones e intereses en la búsqueda del bienestar del mayor número.
La discusión sigue siendo permanente, quienes ven en el PLN, un pleno sometimiento se equivocan. Precisamente el que no se pueda imponer de manera hegemónica un conjunto de intereses determinado, es una gran riqueza del partido. Y esa es una gran riqueza del potencial enfrentamiento entre Arias y Figueres Olsen.
Ya otros lo han expresado: antes había pleno convencimiento de que si ganaba Liberación el gobierno, Costa Rica definitivamente iba a vivir mejor. Hoy el reto de ese partido, es recuperar ese convencimiento en el electorado.
Pero una vez más, regresando al camino hecho por Rolando Araya, para el 2010, él se postula como candidato del partido Alianza Patriótica, el cual termina, junto al Partido Integración Nacional (PIN), concretando una coalición de hecho, que apoyará al Partido Acción Ciudadana (PAC)
Para el 2014, Rolando Araya, se convierte en colaborador y consejero de su hermano, Johnny Araya, a la sazón, candidato del PLN para esa campaña electoral. Desconocemos si Rolando intentó convencer a su hermano, de las ideas propias del socialismo cuántico. Tal parecía que la tarea de Rolando en la campaña de su hermano era atraer alejados del PLN.
Independientemente de eso, es claro que Rolando tiene experiencia política, lo que de toda suerte, es muy útil, en esta nueva faena que se ha empeñado en emprender; del mismo modo, habrá que observar, cuál podría ser el impacto del partido “Todos”, en el sector de los grupos y partidos del centro hacia la izquierda del espectro político.
Por otro lado, está por verse, cómo asimilaría Rolando Araya Monge, el volver a una Asamblea Legislativa, muy diferente, a la que llegó en el periodo de 1970 a 1974, hoy, con un reglamento aprobado antes de la administración Figueres Olsen (1994 – 1998) y que, según el finado político y escritor Alberto Cañas (RIP), está hecho, para que la oposición tenga más poder.
III
Parece que un movimiento previo, a esta nueva incursión en la arena política de Araya, tiene dos pasos anteriores: uno, el proyecto conjunto con la periodista y ex candidata a la vicepresidencia por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), en el 2010, Iris Zamora, hoy Secretaria General del partido “Todos”, llamado “Cubaces Tiernos”, que es un programa de radio, en el que ella y él, comentan diversos tópicos de la realidad nacional e internacional.
El otro, fue la reciente publicación, el año 2014, de un nuevo libro por parte de Araya, intitulado: “Testigo de Excepción”. Es interesante, como en la introducción del texto, el autor plantea su visión presente de la realidad económica y social. En ella, insiste en el tema del cambio colectivo, y solo a partir de allí (Dice el autor) podrán cambiar los modelos económicos, políticos y sociales.
Esta tesis (que parece ser la tesis principal del nuevo partido “Todos”) se enfrenta como un proyecto (“Un deber ser”), frente a un capitalismo salvaje globalizado y ante una realidad deshumanizante.
Del mismo modo, hay que decir, que el líder político de ese proyecto, el Ing. Rolando Araya, tiene una inmensa capacidad intelectual, lo cual ya abre una veta positiva: la elevación de la calidad de una futura Asamblea Legislativa.
Y aquí, no podría dejar de señalarse una nota de nostalgia de un sector de comentaristas políticos costarricenses: ¿Qué hubiera sido del cuatrienio 2002 – 2006 para el país si en vez de Abel Pacheco, hubiera ganado Rolando Araya?
En este contexto, el desafío de Rolando Araya y de “Todos”, en una futura Asamblea Legislativa (de resultar electo), es hacer un esfuerzo para sacar del encallamiento al país. Ya hemos visto en alguna medida, las ventajas de la postulación de Araya. Uno de los obstáculos, aparte de la dinámica legislativa y su reglamento, es que Araya sería solo uno, entre cincuenta y siete legisladores.
Asimismo Araya, si llegase al Parlamento, aún antes, deberá enfrentar la crisis de los partidos políticos, incluida las crisis que pueda atravesar su propia estructura. Finalmente, en esta línea, está por verse, si la propuesta de “Todos”, implica, no solo la descripción, sino también la denuncia del sistema de dominación en el que estamos: una política egoísta, una economía individualista y una cultura opresiva (Y a modo de poner picante a este análisis – comentario, cabe preguntarse: ¿Harían esa denuncia desde el PLN potenciales precandidatos como Arias Sánchez o Figueres Olsen?)
Decía don Pepe Figueres: “Aquí no se arregla nada mientras que no lo arreglemos todo”.
¿Cuál será el aporte del PLN, del mismo “Todos”, en ese arreglarlo todo?
También ha de ser interesante darle seguimiento a los “juegos de poder” o mejor dicho “en pro del poder”, en los diversos partidos políticos. Esto es clave en el caso de “Todos”: si se parte de que el cambio inicia con un cambio espiritual: ¿Se comportarán los dirigentes de “Todos”, a la altura de ese cambio espiritual en la lucha por el poder político?
Mientras tanto, se profundiza la encrucijada costarricense, entre los que desean que la competitividad económica esté por encima del servicio y la solidaridad y los que queremos lo contrario.
Se profundiza en el caso del PLN la encrucijada: ¿Volver a una socialdemocracia auténtica o ponerle sobrenombres a un sistema de pensamiento que no es otra cosa que abrazar el neoliberalismo?
Se profundizará en Costa Rica en el 2018, el debate ideológico: ya lo vemos inclusive, desde la palestra provincial: potencialmente del centro a la izquierda, con un partido como “Todos” (Aunque Araya ha dicho que las ideologías no son suficientes, ante lo que enfrentamos) y del centro hacia la derecha (Más a la derecha que al centro), el Liberal Progresista. Lo que nos vuelve a poner como en el pasado (Con el FA y Restauración Nacional), con partidos provinciales de aspiración nacional.
IV
Según Araya, el objetivo máximo de su retorno a la Asamblea Legislativa, es lograr un gran acuerdo nacional. Aquí debe rescatarse que contrario a otros políticos que con fracasos y triunfos, se van retirando con mirada pesimista sobre la situación del país, Araya desea seguir colaborando desde su perspectiva y pensamiento en el avance nacional.
Ahora bien, Araya ha dicho que, es necesario constituir un partido, para ser protagonista en el logro de ese acuerdo, y no solamente por la participación en grupos ciudadanos (Sociedad civil), que plantean ideas para que los partidos políticos y sus líderes (Sociedad política), las ejecuten. Esto nos pone ante el escenario de que en Costa Rica, para “existir políticamente”, debe hacerse un partido político, con lo cual, se gana en pluralidad, pero se arriesga en fragmentación.
Lo que sí resulta cierto, es lo que dijera a la prensa la Secretaria General de “Todos”, Iris Zamora, en el sentido de que los costarricenses viven un divorcio con su clase gobernante, la cual gobierna para determinados sectores (Lo cual confirma nuestra tesis, de que ya no es suficiente preguntarse: ¿Quién gobierna en Costa Rica?, sino, ¿Para quién o quiénes se gobierna en el país?)
De igual manera señala Zamora, que la clase gobernante, lo que posee es un afán de lucro, con lo que se pierde la identidad de las y los costarricenses. Esta idea, señala dos de los componentes del sistema de dominación que hemos mencionado: una clase política egoísta y una economía individualista.
Ahora bien, Araya y “Todos”, apunta a una categoría que en su momento fue usada por la izquierda latinoamericana, por ejemplo por Ernesto “El Che” Guevara: “El hombre nuevo”. Pero a diferencia de esa izquierda, ese “hombre nuevo”, no surgirá de los cambios en los modos de producción, sino, de una transformación espiritual, casi podría decirse que se refiere al concepto de hombre nuevo en la teología cristiana.
Otro punto en el planteamiento de Araya y “Todos”, es que el cambio no se da de arriba hacia abajo, sino, de abajo hacia arriba. Aceptemos la tesis: entonces, ¿No sería más productivo trabajar con la sociedad civil, en vez de buscar una diputación, dado que, de llegar a ella, se estaría arriba (en las estructuras gobernantes del país)?
Aquí podría decirse que la propuesta de “Todos” tiene otra debilidad: el tema de la inspiración de abajo hacia arriba. El mismo Rolando Araya, ha dicho que ese cambio puede tomar mucho tiempo. Y resulta, que en materia de la dinámica internacional, el tiempo es lo que se tiene en contra, se abren aquí escenarios que podrían ser poco halagüeños: puede ser, que otros países se inspiren con mayor rapidez, logrando desarrollos más integrales que el nuestro, donde la “autoestima nacional” (a lo interno de Costa Rica), no es muy positiva.
Pese a estas críticas, consideramos que Araya y su partido, tienen razón, al decir que el verdadero cambio viene del amor, esto va más allá de modelos políticos e ideológicos, refiere a una conversión espiritual.
De igual manera, no deja de tener una dosis de realidad, el pensamiento de Araya cuando dice que no promete el cambio, pero lo intentará. Asimismo, el hoy candidato legislativo, piensa que es desde el Parlamento, donde puede forjarse una alianza con el Poder Ejecutivo, para alcanzar cambios constitucionales.
Lo cierto es, que con lo acaecido el pasado sábado 12 de marzo con Rolando Araya, unido a la candidatura presidencial de Sergio Mena en el Partido Nueva Generación (PNG) y la conformación del Partido Liberal Progresista, aunado a lo que acaece en el PLN, los fuegos de la campaña electoral 2018, han comenzado.