Al maestro con cariño: Rodrigo Madrigal Montealegre

Ocean Castillo Loría

Rodrigo Madrigal Montealaegre

Corría el año de 1995 y allí me encontraba yo, de nuevo en la Universidad de Costa Rica, luego de haber cursado dos años de estudios en ciencias exactas y al fin, haber encontrado mi verdadera vocación en las ciencias sociales, propiamente en las Ciencias Políticas.

Por ello había matriculado el curso: CP – 1500: Introducción a las Ciencias Políticas. El profesor de la materia, un hombre viejo, alto, fumador empedernido: el Lic. Rodrigo Madrigal Montealegre. Él se nos presentó como “el alumno más viejo de la Escuela de Ciencias Políticas”.

El programa que nos presentó a consideración, del que hablaré con un poco más de detalle más adelante, era amplio, cumplía con el objetivo del curso: mostrar a las y los alumnos, las bases de las Ciencias Políticas.

Aparte de ser el alumno más viejo de la escuela, don Rodrigo, nos dijo que él daba clases por una razón muy sencilla: para poder hablar, ya que en su casa, no lo dejaban. Se mostraba así el fino humor del maestro.

Pues resulta ser, que este hombre, es una de las piedras fundamentales en el inicio y desarrollo de la Escuela de Ciencias Políticas. Aquel académico, junto a gente de la estatura de Alfonso Carro (QDDG) Manuel Formoso (RIP) y Rodrigo Fournier (RIP), entre otros; había fundado dicha unidad académica.

En el estudio sobre la creación de la Escuela, don Rodrigo deja ver la huella de su formación, que es la misma que dejó en aquel grupo de alumnos, que en 1995, estábamos en su presencia: la Ciencia Política, como la ciencia del poder.

Por cierto que una parte de la definición de poder, que nos enseñó don Rodrigo, era el de: “una relación de mando y obediencia…”. El ejemplo con el que el maestro ilustraba esa relación era: “en mi casa, manda mi mujer y yo obedezco, eso es el poder”.

Poco tiempo después, mi padre, me regaló un libro de su biblioteca, que creo usó en uno de sus cursos de Administración Pública: “Introducción a la política”, de otro maestro, el francés: Maurice Duverger.

Cuando se mira ese texto y otro, que compré hace un tiempo y que es un clásico: “Sociología política”, del mismo autor, se reencuentra uno con las tesis de don Rodrigo: las acciones del conflicto y la integración en la política; los factores de la lucha, los diversos tipos de poder: el militar, el económico el ideológico etc.

Por otra parte, en varias clases, don Rodrigo era muy crítico del cristianismo en general y de la Iglesia Católica en particular. La razón de ello, es que él hizo sus estudios secundarios con los Padres Paulinos, se deduce que allí experimentó el dogmatismo religioso. Recuerdo que el maestro señalaba la manera en que el catolicismo usaba el poder de las ideas y luego el poder de la fuerza, por ejemplo en la conquista de América. Por cierto que, en el periódico “La Nación, el 10 de marzo de 1983, don Rodrigo escribió un artículo intitulado; “La cruz y la espada”, donde expone las críticas antes mencionadas.

Don Rodrigo, en algún momento de su vida, estuvo en una escuela militar y allí aprendió a odiar el militarismo y la guerra (En el artículo: “Mantequilla o cañones”, publicado en el periódico “La Nación” el 1 de noviembre de 1970, refiere a este tópico). Valga decir que este intelectual empuñó las armas con el “Figuerismo” en 1948, pero más que anécdotas de guerra, don Rodrigo ha subrayado el bajo rendimiento de la obediencia fruto del poder militar (“No es muy alegre la persona que es obligada a obedecer con una bayoneta en las costillas”, nos decía en sus clases); además, pese a ser crítico en algunos aspectos de Don Pepe, siempre ha dicho que una de las grandes decisiones del caudillo, fue la abolición del ejército.

El 12 de mayo de 1959, en la residencia de don Carlos Luis Montealegre y doña María Isabel de Montealegre, se llevaba a cabo una espléndida comida de despedida para su hijo Rodrigo, él saldría a las seis de la tarde del día siguiente para París a seguir sus estudios de economía (Iniciados en la Universidad de Costa Rica), en La Sorbona.

La cuestión es que don Rodrigo no regresó al país como economista, sino, como politólogo, egresado del Institutito de Ciencias Políticas de la Universidad de París. En algún momento, adelantándonos algo de lo que veríamos en la carrera, nos dijo que él llevó menos cursos de estadística, de los que nosotros llevaríamos.

Por otra parte, debe decirse que don Rodrigo no es solo un teórico de las Ciencias Políticas, sino, tuvo un papel en la política activa. Por ejemplo, como viceministro de cultura de la administración de Rodrigo Carazo Odio (1978 – 1982)

Asimismo, dentro del Partido Renovación Democrática (PRD), que fue parte de la Coalición Unidad que llevó al poder a Rodrigo Carazo, se dio un grupo disidente, que proponía que el PRD se separara de la coalición e hiciera campaña independiente para las elecciones de 1982.

Como parte de ese conflicto entre la tendencia del PRD que quería permanecer en la coalición Unidad y quienes querían dejarla, el 16 de mayo de 1980, se realiza una asamblea en la que el nuevo comité ejecutivo de esa agrupación quedaba conformado por: Oscar Aguilar Bulgarelli (Presidente); Rodrigo Madrigal Montealegre (Secretario General), entre otros.

Según Aguilar Bulgarelli, en su libro: “La forja del Partido Unidad Social Cristiana (Su verdadera historia)”, para ese cargo se habían propuesto otras personas, pero sus nombres habían sido rechazados por el grupo a favor de mantenerse en la coalición.

Conforme a este historiador, en una reunión realizada unas horas antes, en el despacho de la entonces Ministra de Cultura, Marina Volio, surgió el nombre de Madrigal Montealegre, con el apoyo del grupo disidente.

El paso siguiente fue consolidar el papel del PRD dentro de la coalición, superando sus conflictos. En ese contexto Rodrigo Madrigal Montealegre se opone a lo que acaecía, ya que le parecía que a ese partido se le estaban concediendo cosas gratuitamente, cuando desde la perspectiva legal, estaban legitimados para ello. Esas concesiones (Consideraba Montealegre), atentaban contra la democracia participativa.

Pese a que por decisiones políticas, el PRD, quedaba incorporado a la Coalición Unidad; el 22 de agosto de 1981, Madrigal presentó ante el registro civil con apelación subsidiaria de los acuerdos tomados por ese partido en su asamblea.

Al final la tesis de don Rodrigo resulta derrotada en el plano jurídico.

Durante la década de los ochentas, el maestro Madrigal Montealegre, siguió estudiando y escribiendo contra la guerra, contra el terrorismo, recordando las grandes lecciones de la historia universal. Adicionalmente, en esa etapa, creemos que uno de los aportes más sistemáticos que hiciera el maestro al ámbito del análisis político, fue la crítica desde la perspectiva democrática, de las falencias del llamado socialismo real.

En la década siguiente, don Rodrigo se torna en un claro opositor del neoliberalismo. De los inicios de los noventas, es una afamada polémica que sostiene el maestro, con don Julio Rodríguez, acérrimo liberal manchesteriano, director de la página editorial del periódico “La Nación”. La exquisita pluma del maestro se lució, sumada a la claridad y contundencia de sus argumentos.

En 1992, el maestro fue invitado al coloquio internacional, “democracia y democratización en Centroamérica”, en él, comentó la conferencia del sociólogo político, Ludolfo Paramio: “Consolidación democrática, desafección política y neoliberalismo”. En su comentario, don Rodrigo hizo una clara relación entre democracia, Estado y neoliberalismo.

En 1993, la editorial Juricentro, publica el libro de Madrigal: “Reflexiones Políticas”, en el que se hace una selección de los artículos de este autor publicados en la “Página 15”, del periódico “La Nación”. No se puede dejar pasar la oportunidad para decir que ese (Y los otros libros de esa colección), se debieron a un gran socialdemócrata: Arturo Rodríguez Acevedo.

Para 1994, la Revista Parlamentaria de la Asamblea Legislativa, se engalanó con un profundo ensayo del maestro politólogo, sobre los principios del sistema democrático y el clamor de una reforma del sistema electoral que promoviese el multipartidismo.

En 1995, el dedicado del III Congreso Nacional de Estudiantes de Ciencias Políticas, fue el maestro Madrigal. En ese evento, don Rodrigo, deja claro que en lugar de demeritarse la educación humanística, ésta, debe fortalecerse.

Ese mismo año, la Secretaría de Educación Política, del Partido Liberación Nacional, tuvo el acierto de invitar a don Rodrigo, a exponer sobre el tema del papel del Estado en la sociedad. En esa conferencia, el analista repasa la evolución del Estado hasta llegar a hacer una profundísima crítica al Estado de tipo neoliberal.

Por otra parte, en la década de los noventas, la Asociación de Estudiantes de Ciencias Políticas, contaba con la revista “Zoon Politikon”, en ella, en 1996, el maestro escribe un pequeño artículo, en el que resalta, la capacidad de amplitud analítica de las y los politólogos.

Ese mismo año se publica el libro del Dr. Álvaro Montero Mejía, bajo el título: “El mundo desigual: Ensayos frente al neoliberalismo”. Rodrigo Madrigal Montealegre, prologa la obra. En ese texto, Madrigal, no solo resalta al autor, sino, que de manera directa desmitifica a la ideología neoliberal.

Y si mal no estoy en mis recuerdos, será por esas épocas, cuando se le dedique a don Rodrigo, la I semana nacional de la ciencia política. De ese evento, es la siguiente anécdota: creo que para el cierre de la actividad, como era lógico, se le hizo homenaje al maestro. Los estudiantes que nos encontrábamos en la parte alta del auditorio de la Ciudad de la Investigación, acordamos que cuando se le entregara el reconocimiento a don Rodrigo, le aplaudiríamos de pie y con vítores. Así lo hicimos. En el acto había un profesor extranjero presente en la mesa principal. Cuando tomó la palabra, dijo algo más o menos así: “nunca había visto un acto de cariño, como el que sus alumnos le han tributado profesor Rodrigo Madrigal”.

En el año 2000, el maestro prologa la obra de la historiadora, Clotilde Obregón Quesada (RIP): “El proceso electoral y el Poder Ejecutivo en Costa Rica”, donde destaca la evolución socio – histórica de la democracia costarricense.

Asimismo, Madrigal es frecuentemente consultado por diversos medios de comunicación nacionales, como el “Semanario Universidad” e internacionales, como “El Tiempo”, en Colombia, sobre diversos tópicos de la realidad interna y externa de Costa Rica.

En 2005, don Rodrigo, comenta el acápite de liberalismo y neoliberalismo, en el libro: “ABC de la socialdemocracia: pensamiento mínimo dosificado”, de don Enrique Obregón Valverde, la contundencia del profesor Madrigal es clara: el neoliberalismo no tiene nada de nuevo y es un “desempolvar” del viejo liberalismo del siglo XIX.

La ex rectora de la Universidad de Costa Rica, Yamileth González, consulta a don Rodrigo, para su obra “Educación y Universidad” (2006), donde Madrigal, desmitifica de nuevo, los códigos del modelo neoliberal, destacando que, los cambios en esta época, son tan acelerados que hay poco tiempo para su interiorización y esto genera incertidumbre.

Con este marco del pensamiento de don Rodrigo, es claro que su posición reformista, opuesta al neoliberalismo, lo hace oponerse al DR – CAFTA, tal y como lo hace notar en los diversos espacios donde se le pregunta sobre el tema (Por lo menos desde el 2004)

De hecho, don Rodrigo, se reúne con el entonces Presidente Abel Pacheco, junto al economista Juan Manuel Villasuso y al hoy embajador de nuestro país en los Estados Unidos, Román Macaya, para reflexionar sobre el Tratado.

La oposición al DR – CAFTA, hace que el maestro sea tachado por algunos comentaristas políticos como “un intelectual de izquierda”, con lo que Madrigal experimenta lo que sucede por ejemplo a los llamados “socialdemócratas clásicos” que, frente a los monetaristas, prácticamente son calificados de socialistas científicos o comunistas.

La polarización llega a tal grado, que para octubre de 2007 el periódico “La Nación”, le niega a don Rodrigo un derecho de respuesta a un presunto economista de apellido Alcántara, que le insulta en un texto de la sección de opinión de ese diario.

Luego del referéndum sobre el DR – CAFTA, es fundado el suplemento “Página Abierta”, en el “Diario Extra”, Madrigal será parte del consejo editor.

Ese mismo año, al ser inaugurado el laboratorio de cómputo para los estudiantes de Ciencias Políticas, se le hizo un homenaje al maestro por sus 40 años de trayectoria como docente y fundador de la Escuela.

En 2009, con la fundación del partido Alianza Patriótica (AP), Madrigal es invitado con el ex presidente Rodrigo Carazo, como testigos de honor, por parte del Consejo de Defensa de la Institucionalidad (CDI), para observar la concreción de esa agrupación política.

Con posterioridad, el politólogo será parte del consejo asesor, de la Cátedra Rodrigo Carazo Odio, promovida por el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP), de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica.

En noviembre del 2010, el Colegio de Profesionales en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, hace un sentido homenaje a don Rodrigo Madrigal. Al año siguiente, propiamente en octubre, en un informe, la directora de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, destaca el logro de de la declaración del maestro, como Emérito de esa unidad académica.

En 2013, don Rodrigo, vuelve a escribir. En esa ocasión, con el artículo “Estafa ideológica” (Publicado en el suplemento “Página Abierta”), el catedrático señala a la ideología neoliberal, como un factor de culpabilidad del desencanto político en Costa Rica.

Para estos momentos, supimos los problemas de salud del maestro, pese a ello, tales obstáculos, no le han impedido continuar ligado de un modo u otro, a la universidad. El año pasado, don Rodrigo, ya en silla de ruedas, pudo recorrer las instalaciones del nuevo edificio de Ciencias Sociales de la UCR.

Pese a las dolencias físicas, el intelecto del politólogo sigue vigoroso, un ejemplo de ello, fue un artículo publicado por don Rodrigo, en el país cr., sobre el centenario del inicio de la I Guerra Mundial.

Este año, la pluma del maestro politólogo sigue activa. El 29 de abril, se le publica un artículo referido a los vejámenes sufridos por la población armenia (“El crimen del silencio”); asimismo, hacia finales de mayo, aparece su artículo “Liberalismo y neoliberalismo”, en la web “Cambio Político”, del Centro de Estudios Democráticos de América Latina (CEDAL)

El 3 de noviembre, en la Alianza Francesa, se presentó un libro de relatos de don Rodrigo Madrigal Montealegre, intitulado: “Mascarada Parisina”. El origen del texto, se encuentra en las vivencias que como joven tuvo el analista en esa ciudad, cuando Francia estaba casi a punto de la guerra civil.

Finalmente, el pasado 1 de diciembre, el maestro fue condecorado con la Medalla al Mérito en la Paz y en la Democracia. Y es que, no puede negarse que el análisis crítico de Madrigal, ha ayudado a fortalecer esas características en nuestro país.

Asimismo cuando se dice que don Rodrigo es defensor del Estado de Derecho, no se está hablando solo de la defensa formal de esa institución, sino, del contenido social de la democracia misma, que ha venido tan a menos por el modelo de liberalización económica.

He aquí la base de la acción crítica del maestro, desde una perspectiva de pensamiento político reformista.

Con gran alegría, hemos recibido la noticia de la condecoración de don Rodrigo, una personalidad fundamental para comprender que el conocimiento politológico debe servir para transformar realidades y no solo para dominarlas sin ningún marco ético.

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