La Universidad Técnica Nacional y el Conare

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes

Lina Barrantes Castegnaro

Un buen día, en una plaza pública, a un candidato a presidente, le pareció buena la idea de ofrecer una Universidad en la segunda provincia más importante de Costa Rica.

Meses después, ese señor sería Presidente de la República, y como era Oscar Arias, quienes lo conocemos, sabemos que se compromete siempre con sus palabras, el proyecto siguió caminando.

Un año después, se crea la Universidad Técnica Nacional, que sería la 5 Universidad Pública del país, que viene a sumarse a la Universidad de Costa Rica, UCR (fundada en 1940), al Instituto Tecnológico de Costa Rica, ITCR (fundado en 1971) a la Universidad Nacional, UNA(fundada en 1973) y a la Universidad Estatal a Distancia, UNED (fundada en 1977).

Su ley de creación junta bajo su alero instituciones como la Escuela Centroamericana de Ganadería, el Colegio Universitario de Alajuela. Nace con cedes, como la de San Carlos, la del Pacífico. Nace con estudiantes (en ese entonces pocos, comparativamente a los que tiene ahora pero con estudiantes).

Rápidamente es incorporada como una meta más en el Plan Nacional de Desarrollo de la Administración Arias en educación.
El proyecto de ley para su creación es acogido con entusiasmo por diputados como Janina Del Vechio y Francisco Antonio Pacheco y aprobado por todas las fracciones de la Asamblea Legislativa.
Hoy esta Universidad alcanza su “mayoría de edad”. Finalmente hoy, siete años después de existir la UTN en la tarde firma el convenio de incorporación al CONARE.

La población estudiantil de la UTN ha crecido exponencialmente. Ofrece formación creativa y novedosa, no repetitiva con las otras universidades públicas del país.

Fue fundada, 30 años más tarde que la última Universidad Pública de nuestro país.

Su presupuesto, sin tener recursos del FEES (Fondo Especial para el Financiamiento de la Educación Superior Estatal de Costa Rica), aumentó en los primeros cuatro años de 3000 millones a 23 000 millones.

Con mucha alegría celebro que Oscar Arias se tome en serio sus promesas, que Marcelo Prieto se tome en serio sus causas, y que esos dos señores, hayan logrado juntos fundar la Universidad Técnica Nacional. Personalmente, viví muy cerca de ambos, su gestación y su creación, asi que no me era posible dejar pasar este acontecimiento sin hacerlo notar desde mi pequeño espacio.
Una última reflexión: el análisis de los presupuestos de educación y cultura, reflejan la tendencia ideológica de un gobierno. Llamo a los curiosos a revisar quien ha fundado universidades públicas en este país, y quien ha aumentado los presupuestos de cultura en este país, incluso durante épocas de crisis.

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* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.

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