Mi verdad sobre el FIA

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

La historia de la humanidad se encuentra llena de ejemplos, de lo difícil que resulta para los que tienen el poder renunciar a él.

Esta también llena de ejemplos de que cuando hay mucho dinero de por medio, más difícil resulta permitir que alguien se interponga y obstaculice a quien por muchos años ha lucrado con algo.

La semana pasada, sin saberlo, los ticos fuimos testigos de estas dos realidades.

En el 2010, me tocó ser parte del grupo, que bajo el liderazgo de María Elena Carballo, organizamos el Festival Internacional de las Artes de cierre de la Administración Arias. Tuvimos la suerte de en ese grupo tener a Maribel Salazar, Vice Ministra de Cultura, que conoce como nadie la Administración Pública y sus contrataciones, a Ivannia Montoya, extraordinaria abogada, cuidadosa del estricto cumplimiento de la ley, y en ese momento oficial Mayor del Ministerio de Cultura, a Jody Steiger con una vida en las artes de Costa Rica, en la posición de Directora del Teatro Nacional, y un equipo lleno de gente voluntariosa y experimentada en todas las instituciones adscritas al Ministerio.

Unos meses antes de que nos tocara asumir la organización del FIA, el que fuera por muchísimos años su director, había renunciado indignado porque un proceso administrativo habían señalado su responsabilidad en malos manejos en las contrataciones del Festival, y había recomendado su despido sin responsabilidad patronal. La Junta Directiva del Teatro Nacional, responsable de aplicar la sanción, en una solución muy a la tica, se separa del criterio técnico y decide sancionarlo con una pena menor, no con el despido. Sin embargo, el funcionario, creyendo que tenía la papa en la mano, por la proximidad del Festival, amenazó con renunciar, y en caso de que su renuncia fuese aceptada amenazó con tres cosas:

1) que sin él, el Festival no tendría ni luz ni sonido; 2) que el Festival tendría problemas de seguridad y 3) que tendríamos una serie de artistas tanto nacionales como internacionales, que no se presentarían de última hora.

Era el final del gobierno, y la Ministra tenía un equipo muy consolidado. Tomamos en serio esas amenazas y fuimos cerrando portillos por los cuales pudieran hacerse ciertas.

Trabajamos con la Fundación de Amigos del Teatro Nacional, donde había gente tan experimentada en la organización de eventos como Jorge Villalobos (Festival de la Luz), tan ordenada y honorable como Marjorie Sibaja y Xinia Paniagua.

El país dedicado era España, que con enorme generosidad nos regaló una gran cantidad de grupos artísticos de primer nivel, y como no estábamos haciendo negocios, aceptamos ese regalo.

Contratamos una productora internacional, con acceso a lo mejor de la cultura mundial. Tuvimos un festival memorable. Cerramos con broche de oro una gestión de lujo en Cultura.

Sirva hoy este recuento para tratar de decirle a Elizabeth Fonseca, Ministra de Cultura, y sus subalternos en el Ministerio, que el boicot que han sufrido para este FIA, lo seguirán sufriendo. Que el precio a pagar por terminar con un negocio de adjudicaciones de 3 mil millones de colones para producción no puede ser bajo. Que hay quienes pelearán por ese negocio hasta la muerte. Que hay intereses muy muy fuertes de por medio, y que ellos cometieron el error de creer que trataban solamente con artistas y no con inescrupulosos negociantes alrededor del arte.

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.