Pobreza en Costa Rica

Tratemos de entender cómo es ese arroz

Luis Paulino Vargas Solís

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En estos días se dieron a conocer los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) realizada en julio de este año. Como ya se ha hecho público, al comparar con 2024, se detecta una reducción de la pobreza.

En lo que sigue, les comentaré algunos aspectos importantes para mejor entender e interpretar esa información.

1) Hogares en pobreza

La encuesta muestra que un 15,2% de los hogares, aproximadamente 285.365 hogares, son pobres. Entretanto, un 3,8% estarían en pobreza extrema, o sea, alrededor de 71.336 hogares.

2) Personas en situación de pobreza

Si consideramos el número de personas pobres, y no el de los hogares, veremos que los porcentajes son más elevados. Eso es así, puesto que, por lo general, los hogares de bajos ingresos son más numerosos que los hogares donde se perciben mejores ingresos.

Así, la Encuesta nos dice que un 17,1% de las personas son pobres. Mientras que un 4,4% de las personas aparecen en condiciones de pobreza extrema.

Eso significa que hay más de 915 mil personas que son pobres, y más de 235 mil personas están en situación de pobreza extrema.

3) ¿Cómo se mide la pobreza?

La medición se hace con base en el método de la “línea de pobreza”. Esta, a su vez, se calcula de la siguiente forma:

  • Se define una canasta de bienes y servicios, considerados como un muy básicos y necesarios para la vida de las personas.
  • Se maneja una canasta un poco más amplia para calcular la “pobreza”, y otra más restringida, que solo contempla necesidades alimentarias (la “Canasta Básica Alimentaria”) para calcular la “pobreza extrema”.
  • Hay algunas diferencias entre las canastas de la zona rural y de la zona urbana, lo que hace que, asimismo, la “línea de pobreza” y la de “pobreza extrema” sean diferentes en uno y otro caso: más elevadas las de la zona urbana que las de la zona rural.
  • Con base en los datos de los precios de esos bienes y servicios se determinan el valor de esas canastas de consumo. Eso permite determinar la “línea de pobreza” y la “línea de pobreza extrema”.
  • Esas “líneas” se comparan con el ingreso de los hogares. Los que tienen un ingreso inferior a la “línea de pobreza” son hogares pobres. Aquellos cuyo ingreso es inferior a la “línea de pobreza extrema” se consideran, obviamente, en situación de pobreza extrema.

4) ¿Cuál es, entonces, el valor monetario de las “líneas” de pobreza?

El valor se expresa por persona, o sea, cuánto es el ingreso por persona en cada hogar. Ese monto demarca el límite entre ser “pobre” o no serlo; o entre se “pobre” o ser “pobre extremo”.
La cosa es así:

  • En la zona urbana, la “línea de pobreza” es ₡ 127.150 por persona al mes.
  • En la misma zona urbana, la “línea de pobreza extrema” es ₡ 61.189 por persona al mes.
  • En la zona rural, la “línea de pobreza” es ₡ 98.716 por persona al mes.
  • En la misma zona rural, la “línea de pobreza extrema” es ₡ 51.425 por persona al mes.

5) Trataré de ilustrarlo con base en dos ejemplos:

Imaginemos un hogar formado por cuatro personas en la zona urbana.

  • La línea de pobreza para ese hogar sería de ₡ 508.600 al mes (resultado de multiplicar 127.150 x 4).
  • Si, por ejemplo, el ingreso de ese hogar es ₡ 510.000 al mes, ese hogar ya no se le considera pobre.
    Imaginemos ahora un hogar de cuatro personas en la zona rural.
  • La línea de pobreza para ese hogar sería de ₡ 394.864 (resultado de multiplicar 98.716 x 4).
  • Si el ingreso de ese hogar fuera de ₡ 396.000 al mes, ya no se le considera pobre.

6) Conclusión: no es un método satisfactorio para medir la pobreza

Con base en esos dos ejemplos, surge una primera y muy relevante pregunta: ¿podemos realmente creer que no es pobre un hogar urbano formado por cuatro personas y cuyo ingreso mensual es de ₡ 510.000? ¿Diríamos lo mismo de un hogar rural de 4 personas cuyo ingreso mensual es de ₡ 396.000?

Hasta en el mejor de los casos, considerar que no son hogares pobres resulta muy arbitrario.

Lo cual nos lleva a considerar otras importantes limitaciones asociadas a esa metodología. Me refiero a lo siguiente: la pobreza tiene un muy importante elemento relativo, el cual incluye factores económicos, culturales y sociales.

O sea: el ser pobre tiene mucho que ver con la percepción de sentirse pobre, y ese sentimiento está alimentado por lo que los mercados y la publicidad ofrecen y, también, por la comparación con otras personas u otros hogares.

No poder adquirir lo que el mercado invita machaconamente a adquirirlo, genera una molesta percepción de pobreza. No poder tener lo que otra gente (familiares, amigos, conocidos, vecinos, etc.) sí tienen, genera comparaciones que pueden ser muy mortificantes y que alimentan la sensación de ser pobre.

Por eso mismo, ser pobre en Costa Rica no es lo mismo que ser pobre en Estados Unidos, en Francia o en Japón. No solo porque hay un componente cultural diferenciador, sino porque, además, hay posibilidades económicas distintas en cada caso.

O sea: es necesario incorporar metodologías que contemplen ese elemento relativo que influye en la determinación de lo que significa ser pobre, en una sociedad como la de Costa Rica a estas alturas del siglo XXI.

Economista jubilado

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